19/04/2024 MÉXICO

Tiananmen: 23 años de silencios

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El pasado 4 de junio se cumplieron 23 años de las manifestaciones en la Plaza de Tiananmen en Beijing. Las responsabilidades de las acciones acontecidas, ese día, sobre la población continúan en el más estricto silencio.

La trágica noche del 3 al 4 de junio de 1989


El pasado 4 de junio se cumplieron 23 años de los incidentes en la Plaza de Tiananmen en Beijing, donde decenas de miles de jóvenes reclamaban una corrección dentro del sistema político chino. Es importante señalar que aquellas protestas no fueron a favor de una única razón. Hubo varios tipos de descontentos: estudiantiles, clases sociales que reclamaban que se les modificara el salario fijo que recibían, por uno acorde con el trabajo realizado; la sociedad urbana que veía como la sociedad rural obtenía mayores beneficios que ellos… Es decir, no hubo una unificación en las protestas, cada sector reclamaba lo suyo.

A la vista de todos, las protestas en Tiananmen parecían un gran movimiento a favor de las liberalizaciones en muchos campos, como por ejemplo el social, el económico y el político. Algunos lo comparaban con la Perestroika de Gorvatxov, y creyeron que en China también era posible, pero en realidad, esas manifestaciones fueron un estallido de frustraciones, fruto de unas expectativas creadas por las reformas que se habían prometido y no se habían materializado, es decir, el gobierno chino con su plan en 1974 de las cuatro grandes transformaciones (industria, agricultura, ciencia y tecnología, y defensa), había creado unas expectativas muy altas dentro de la sociedad china, pero estas expectativas no se estaban cumpliendo según estos manifestantes. Como consecuencia, los manifestantes tomaron  las calles de Beijing y la Plaza de Tiananmen. Esta ocupación llevó a que se bloqueara la puerta principal del Gran Palacio del Pueblo, el Parlamento chino. Algunos de los políticos chinos que estaban a favor del diálogo, como Zhao Ziyang, no consiguieron hacer cambiar de opinión a los estudiantes radicales. Esto conllevó a que Zhao Ziyang fuese apartado del poder y que los políticos más intransigentes tomaran el mando.  A partir de aquí empezaron los incidentes más sangrientos.

Los incidentes fueron catalogados como la “masacre” o la “matanza” de Tiananmen. Hay que apuntar que la frase está mal definida, debido a que en la misma plaza no hubo ni una sola víctima, las fuerzas militares permitieron que todo el mundo saliera de dicha plaza. Lo que pasó por los alrededores, fue distinto. La represión por parte de las fuerzas del orden fue muy dura. Hubo miles de muertos y miles de detenidos por contrarrevolucionarios. De estas acciones el gobierno chino y el Partido Comunista Chino no dieron explicaciones.

Los silencios continúan

Durante estos 23 años, China ha acelerado de manera notoria sus reformas dentro del sistema político y económico, tanto a nivel local como mundial. A la vista de todos, podemos observar cómo su economía ha crecido a unos ritmos anuales del doble dígito, y cómo su política exterior ha tomado fuerza dentro de distintos organismos internacionales. También podemos observar cómo desde las reformas empezadas hace treinta años, el gobierno chino ha sacado de la pobreza a más de quinientos millones de personas.

No obstante, aunque se estén dando muchos cambios dentro del gran país asiático, hay aspectos que todavía, hoy en día, permanecen en el mayor de los silencios. Los hechos del 4 de junio de 1989 son un ejemplo. A corto plazo no va a haber una revisión oficial de lo acontecido, como tampoco la ha habido de la política del Gran Salto Adelante (1958-1961) o de la Gran Revolución Cultural (1966-1976). Todavía hoy en día continúan vivos muchos de los miembros que ordenaron terminar con las manifestaciones, por este motivo no van a depurar responsabilidades. Los silencios continuarán.

La estabilidad del Partido Comunista Chino está tambaleándose por momentos. Los últimos escándalos de corrupción, con Bo Xilai a la cabeza, han provocado que la legitimidad del Partido Comunista Chino se ponga en entredicho, por este motivo ahora no es el momento para dañar todavía más la imagen. La estabilidad social, es uno de los pilares esenciales para mantener el orden. Un desorden social podía provocar el caos en el país, y que todas esas reformas conseguidas hasta ahora, se quedaran en nada. Rememorar lo acontecido y depurar responsabilidades, así como inculparse entre los miembros del Partido sobre aquellos hechos, no reportaría ningún beneficio, a la frágil salud que vive hoy el Partido Comunista Chino.


Lo que ocurrió, oficialmente, en Tiananmen la madrugada del 3 al 4 de junio de 1989, quedará de puertas para dentro. Un secreto de Estado, un secreto más de esta casi impenetrable estructura política, de este tejido de tela de araña.

Lo más preocupante es que estos actos empiecen a quedar en el olvido de las nuevas generaciones, que el tema sea tratado con indiferencia, para que aquellos que no lo vivieron, no sientan como suyas aquellas reivindicaciones, y todo, para que no se pueda volver a repetir.

Cabe esperar que en los próximos años, a medio plazo, se empiecen a desclasificar estos hechos y que toda la población china, especialmente los jóvenes, sepan qué ocurrió aquella noche del 3 al 4 de junio de 1989. La historia nos enseña qué hicimos para saber lo qué no se puede repetir. China tiene que romper con sus silencios.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro


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Marc Selgas

Nací en Balsareny (Barcelona). Me licencié en Ciencias Políticas y me especialicé en relaciones internacionales. Ahora estoy acabando mi doctorado sobre la democracia en China.


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