28/03/2024 MÉXICO

El ascenso pacífico de China, una teoría para evitar malos augurios

china21
El gran auge económico experimentado por China en los últimos años ha provocado que su ascenso haya sido analizado desde todo tipo de perspectivas, donde algunos lo ven como peligroso. La teoría del “ascenso pacífico” surge para dar respuesta a esta tesis de amenaza.

El miedo hacia una China que crece… ¿demasiado?


El gran auge económico que ha experimentado China en los últimos años ha provocado que su ascenso en el sistema internacional haya sido ampliamente analizado desde todo tipo de perspectivas (económico, cultural, militar, estratégico, etc.). En este sentido, no se observa un consenso en relación al carácter de este auge. Mientras que un sector chino habla de un ascenso cooperativo e incluso “pacífico” del país, otros autores, americanos en su mayoría, expresan justo lo contrario: China como rival y amenaza, en especial de los Estados Unidos; aunque no todos los autores americanos comparten esta misma postura.

La teoría del “ascenso pacífico” surge para dar respuesta a la tesis de la amenaza, y ha sido desarrollada por especialistas chinos en Relaciones Internacionales con el apoyo de la dirección actual del Partido Comunista Chino y del actual gobierno. Su mayor ideólogo es Zheng Bijian[1], quien en sus Diez puntos de vista sobre el ascenso pacífico de China y sobre las relaciones entre China y Europa ha sintetizado esta postura pretendiendo aclarar hacia donde se dirige China. Por medio del presente ensayo se va a partir de dicho discurso para establecer un pequeño análisis acerca de la consideración del ascenso pacífico de China, combinando también visiones contrapuestas por parte de diferentes autores.

Los tres pilares del discurso del ascenso pacífico de China

Celebración del 60º aniversario del Partido Comunista Chino

La visión de Zheng, a través del discurso mencionado, puede ser sistematizada en tres pilares centrales:

1) El ascenso pacífico de China se refiere a un ascenso integral para llevar a cabo la gran revitalización de la nación china y cuyo objetivo, de carácter solidario, es ser beneficioso no sólo para el propio país sino para toda la comunidad internacional.

2) China se enfrenta a numerosos desafíos en su ascenso (escasez de recursos, deterioro medioambiental y desigualdad económica), los cuales serán abordados mediante las “tres transcendencias”: una nueva industrialización, participando activamente en la globalización económica y construyendo una sociedad socialista armoniosa.


3) El ascenso pacífico se sustenta en el multilateralismo y el uso de medios políticos para resolver las disputas internacionales, valorando la diversidad y la tolerancia entre las distintas civilizaciones.

Los americanos no lo ven igual

Foto del logotipo de Google con “Goodbye” escrito sobre la nieve. [Photo: Cory M. Grenier]

En clara discrepancia con lo expuesto se encuentran autores americanos como Richard Bernstein y Munro Ross quiénes por medio de un discurso guiado por los temas de seguridad y de poder militar, expresan la existencia de una competición entre China y Estados Unidos. Esta competición provoca, según los autores, una actitud de confrontación y rivalidad y una búsqueda de hegemonía regional por parte de China a través de un comportamiento más agresivo vinculado incluso a impulsos xenofóbicos.

Esta aproximación contrasta con la actitud claramente cooperativista y de diálogo que fomenta otro autor chino, Jisi Wang, quién argumenta que China pretende conseguir una situación de estabilidad entre dos países que son interdependientes entre sí (China y Estados Unidos) en el que el auge de uno no vaya en detrimento del otro (lo que en Relaciones Internacionales se conoce como suma 0). Wang considera que el mundo se enfrenta a un declive de la primacía de los Estados Unidos que dará lugar a una transición hacia un modelo mundial caracterizado por la presencia e influencia de otras potenicas (un mundo multipolar) donde la coordinación de los países en desarrollo ya está estableciendo una capacidad de influencia en los asuntos globales.


En este sentido, Zheng nos presenta una China que asciende sin afán exclusivista ni de persecución de posturas de primacía o predominancia, huyendo de comportamientos pasados, tales como los colonialismos (Alemania y Japón) o de cualquier “revolución mundial” como la que pretendía la antigua URSS por medio de su expansión militar. Al contrario, el autor aboga por un nuevo orden político y económico internacional sobre la base de la cooperación, el diálogo, la interacción de civilizaciones y la democratización de las relaciones internacionales, previendo un ascenso pacífico de China.

Una China cada vez más poderosa que también necesita aliados

Una mujer china poniendo una rosa sobre el logotipo de Google con motivo de su salida del país. [Photo: hunxue-er Flickr’s account]

Por medio de esta voluntad de “desarrollo pacífico”[2] China tiene como una de sus primeras prioridades el establecer relaciones estables con la Unión Europea, de quién Zheng expresa la “necesidad de aprender mucho de las experiencias exitosas de la intregración Europea para nuestro ascenso pacífico”. En este sentido, China propone su integración dentro del proceso de globalización económica para completar su programa de modernización que favorezca la salida de China de su estado de subdesarrollo y el logro de sus numerosos desafíos internos a través de las tres transcendencias.

A pesar de esta voluntad cooperativa, a la UE le ha resultado difícil lograr una política común en relación a China, ya que cada Estado miembro tiene su propia relación histórica con Asia, y especialmente con China, habiendo en algunos casos conflictos de intereses de carácter económico (sector textil, por ejemplo) y de valores, donde en relación a la cuestión de los derechos humanos existen diferentes sensibilidades entre los países europeos[3]. Tampoco los Estados miembros se ponen de acuerdo sobre la interpretación y las consecuencias del ascenso estratégico de China ya que países como Francia y Alemania no la consideran una amenaza para el Este de Asia, opinión que no comparte el Reino Unido que cree, en sintonía con los temores de Washington, en la amenaza de una China agresiva, como una versión del siglo XXI de las aventuras coloniales de Japón en Asia tras la Primera Guerra Mundial.

El mundo está cambiando

Tal y como indica Wang, parece inevitable pensar que el mundo tiende, a medio-largo plazo, hacia un declive de la primacía de los Estados Unidos y hacia una transición a un modelo mundial multipolar en el que surgirán mayores y más diversificadas dependencias de unos países con otros, donde China será sin duda un polo influyente. En este sentido el profesor americano David Shambaugh indica que será precisamente esta interdependencia la que servirá como un poderoso elemento de disuasión a los conflictos, y una vía conducente a la paz y la estabilidad.


En este contexto, no cabe duda de que China utiliza y utilizará su creciente poder económico y político, respaldado por su cada vez mayor modernización militar, para tratar de reducir la influencia de Estados Unidos en su periferia y buscará el modo para establecer su influencia en la región asiática.

Acto de celebración del 60º aniversario del Partido Comunista Chino. [Photo: x-ray delta one Flicrk’s account]
Pero, a pesar de esta ambición geoestratégica, algunos autores sostienen que China aún tiene un limitado potencial de amenaza en el balance de poder económico global lo que necesariamente debe llevarla a buscar posturas dialogantes y cooperativistas, como las que está adoptando hacia Europea. Así, según establece Shambaugh estas son las posturas que predominan en el binomio entre China y EUA, donde las convergencias (no proliferación nuclear, contraterrorismo, estabilización de Indonesia, gasto militar, etc.) superan a las divergencias (Taiwán, Corea del Norte, relaciones China con Birmania y Rusia, etc.), aunque permanecen un relevante número de cuestiones inciertas (desarrollo de instituciones regionales multilaterales, relación Estados Unidos, Japón, India y Pakistán, disputa por la región sur del mar de China, etc.).

Demos a China una oportunidad

No todas las transiciones de poder generan la guerra o derrocan el viejo orden existente. El mundialmente famoso profesor John Ikenberry nos ayuda con algunos ejemplos. A principios del siglo XX, el Reino Unido cedió autoridad a los Estados Unidos sin generar un gran conflicto, o incluso sin que tuviera lugar una ruptura en sus relaciones, y lo mismo sucedió con el espectacular crecimiento económico de Japón entre los años 1940 y 1990. En este sentido, el surgimiento de China no tiene por qué conducir a una lucha volcánica con los Estados Unidos sobre normas mundiales y liderazgo, al tiempo que puede favorecer la aparición del régimen democrático en el país. El orden occidental tiene el potencial de convertir la transición china en un cambio pacífico respetando las instituciones internacionales.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro


[1] Zheng Bijian fue vicepresidente ejecutivo de la Escuela Central del PCC y presidente actualmente de un think tank próximo al hoy presidente Hu Jintao.
[2] Para disipar los temores de una agresiva superpotencia china, los líderes chinos parecen incluso dispuestos a cambiar la expresión “ascenso pacífico” (heping jueqi) por “desarrollo pacífico” (heping fachang), ya que algunos eruditos y políticos chinos consideran el término “ascenso” sería demasiado ofensivo para sus vecinos más pequeños.
[3] Irlanda, Suecia, Finlandia, Dinamarca y Holanda conceden una atención prioritaria al asunto, puesto que la opinión pública y los parlamentos de cada uno de ellos prestan una gran atención al problema. Mientras que en el extremo opuesto, los países latinos no le dan tanta importancia y Alemania, el Reino Unido y Francia se sitúan en una posición intermedia. Sin embargo, la cuestión de los derechos humanos podría dañar las relaciones globales entre la UE y China.

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Lluis Torrent

Barcelona, España. Licenciado en Ciencias Ambientales, Máster en Intervención Ambiental, Máster en Relaciones Internacionales y Especialista en Ciencia Política. He trabajado como consultor ambiental para gobiernos locales y regionales y empresa privada. Socialmente comprometido, me apasiona explorar la fina línea que transcurre entre la política, la economía, la sociedad y el medio ambiente. Sígueme en Google+ Lluis Torrent


One comment

  • hugocities

    22/01/2015 at

    los analistas de norteamérica analizan el crecimiento de todos, con preocupación; pero, el crecimiento de EU. su poder de destrucción, eso no les preocupa?

    Reply

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