28/03/2024 MÉXICO

¿Continuidad o cambio en el sistema político cubano? La apertura económica de la isla

Fidel Castro junto a su hermano Raúl, Presidente del Consejo de Estado de Estado [Photo: abirdie Flickr account]
La apertura internacional de los mercados y la velocidad con la que viajan las ideas por todo el mundo influyen en la apertura de Cuba al mundo exterior. ¿Es factible una transición política y económica cubana hacia el capitalismo y la democracia liberal? Imaginar un giro radical es desconocer el sistema político cubano y cuarenta años de historia.

La Revolución


El triunfo de la revolución en 1959 dio paso a la construcción de un sistema político y de una sociedad desde sus cimientos. El proyecto se caracterizó por un nacionalismo radical y una movilización de masas que concretaron la ansiada independencia basándose en un orden social más justo. El contexto internacional y la ruptura de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos en 1961 hizo que se desviara dicho proyecto produciéndose, así, la transición hacia el socialismo. La revolución se vio favorecida por las presiones internacionales y las amenazas de ataque, y se caracterizó por una reducción de los espacios de libertad y  una represión contra opositores y disidentes. Fue largo y costoso el proceso de consolidación revolucionario; la Constitución de 1976 institucionalizó el sistema. Sin embargo, los síntomasde agotamiento del modelo de desarrollo cubano se manifiestan desde mediados de los 80.

Transformaciones socioeconómicas a partir de 1989

Ernesto Ché Guevara junto a Fidel Castro, héroes de la revolución cubana [Photo: Nelson Piedra Flickr account]

El derrumbe de la URSS en 1991 y el desmantelamiento del Consejo de Ayuda Económica Mutua dejó a Cuba sin sus líneas de crédito, fuentes de abastecimiento y mercados. Su PIB cayó un 45%, el volumen de comercio exterior un 75%, el aislamiento y el bloqueo estadounidense se resintieron con mayor fuerza, y el corte de ayuda militar aumentó la sensación de vulnerabilidad. Los cambios y reformas parecían, entonces, necesarios. Por un lado, las industrias exportadoras tradicionales (tabaco y azúcar) se quedan sin perspectiva sde futuro y se impulsan la industria farmacéutica y el turismo[1]. El exceso de demanda, la falta de recursos, de oferta y de un mercado interno dinámico, contribuyen a crear una atmósfera de descontento general. La influencia del turismo y de las ideas extranjeras, junto con cierta oposición internacional hacia el régimen, han provocado un eco interno importante a favor de una mayor libertad cívica y política.

Vientos de cambio

Por el momento, las reformas en la isla han sucedido como respuesta a diferentes crisis. ¿Es entonces la crisis internacional actual marca de la transición hacia un socialismo moderno? Esta parece ser la realidad; de un lado, los cambios se están dando con una dinámica propia y por sí mismos, pero por otro lado, existe un hecho que hace pensar en una continuación socialista ya que dichos cambios se dan bajo una supervisión y regulación gubernamental.

En 2006, Fidel Castro, convaleciente de una enfermedad, delegó provisionalmente sus cargos en su hermano Raúl. En enero de 2008 Fidel se presentó a las elecciones parlamentarias y Raúl Castro fue el diputado que más votos recibió y pasó a ser el Presidente del Consejo de Estado. Hasta ese momento, Fidel Castro era el líder político que más tiempo había permanecido en el poder en la historia contemporánea. Nace así la Cuba post Fidel, un país que, sin embargo, se venía gestando desde hace meses en los debates políticos impulsados en todo el país por Raúl, en los que la gente criticaba la situación y proponía soluciones. A nivel internacional, propuso a Estados Unidos iniciar un diálogo para solucionar el conflicto bilateral, aceptó abrirun espacio para discutir sobre Derechos Humanos con España (liberando a varios presos políticos) y prometió firmar los protocolos sobre derechos ciudadanos de la Naciones Unidas.

Se ha inaugurado una época de mayor pragmatismo. Raúl cuestionó la realidad económica nacional, los bajos salarios, la escasa productividad agrícola y convocó al país a realizar cambios estructurales (contando para ello con el respaldo de la mayoría de la población). Hay una serie de medidas que el Estado puede aplicar rápidamente sin graves problemas como son el acceso a los hoteles o la eliminación de las trabas burocráticas para viajar al extranjero. Otras, como la transformación de la agricultura, la reorganización de la producción, el sistema de propiedad, la doble moneda o la apertura a la inversión extranjera, llevarán más tiempo y análisis.


 ¿Por dónde empezar?

A partir de finales de 2011 queda autorizada la compraventa de coches [Photo: Joseba M. Arginzoniz Flickr account]

La estructura económica, según expertos, no dará un gran cambio. Existe y funciona al margen de la ley toda una economía sumergida. Por ejemplo, el sector servicios (plomería, carpintería, electricidad, mecánica…), dado que el Estado no cuenta con recursos, lo realizan particular es de forma legal e ilegal. Desde hace años, muchas de las empresas estatales funcionan como cooperativas privadas usando el inmueble y las maquinarias para hacer trabajos particulares cobrando precios de mercado negro.

Algo similar ocurre en la agricultura donde la productividad se halla en función del tipo de propiedad sobre la tierra. Así, los campesinos privados son el sector más productivo mientras que las granjas estatales, como los productores de tabaco, los menos. Raúl Castro ya ha dado los primeros pasos para mejorar la relación con los campesinos saldando lasdeudas del Estado con el sector y aumentando el precio pagado por la leche y la carne de res.

Las grandes empresas cubanas están casi paralizadas ya que cada inversión debe ser aprobada por el Banco Central. Asimismo, el turismo está centralizado, reduciendo la autonomía empresarial. Esta centralización financiera y operativa fue el centro de los ataques de los empresarios cubanos en los 1.500 informes enviados a Raúl Castro.


La apertura económica llevada por la “vieja guardia”

En abril de este año tuvo lugar el VI Congreso del PCC. Allí,  Raúl Castro estableció que serían necesarios quince años para poner en marcha la actualización del modeloy abrir el país a la iniciativa privada y al mercado[2].. De apertura política no se habló, pero sí se remarcó que los militares ocuparán un papel relevante en el futuro. No obstante, Raúl no estaba del todo de acuerdo en la composición, en su mayoría generales o históricos, del Buró Político y anunció que en enero de 2012  se cambiarán los métodos de trabajo de la organización partidista, su estructura y renovación.

Los temas debatidos en el Congreso:

  • La entrega de tierras del Estado a los campesinos privados (se han repartido ya a 143.000 solicita ntes unas 1.191.000 hectáreas, el 63% de las tierras ociosas en manos del Estado). Parece, sin embargo, que las trabas burocráticas y el exceso de control, limitan los resultados.
  • La reforma tributaria, la unificación monetaria o la política crediticia de los bancos estatales hacia los trabajadores por cuenta propia.
  • La reparación de las ollas arroceras y eléctricas repartidas a la población.
  • La venta liberada del queroseno y otros combustibles domésticos a los cubanos.
  • La necesidad de incrementar la producción de fertilizantes y herb icidas, así como de la modernización de las capacidades de cloro y sal.
  • La autorización para la libre compraventa de casas y coches, una medida reclamada des de hace tiempo y que se pondrá en marcha antes de fin de año, aunque todavía se mantienen restricciones
  • La eliminación de la cartilla de racionamiento.

En resumidas cuentas, existirá mayor autonomía para las empresas estatales y mayor promoción de la inversión extranjera, de cooperativas, de agricultores pequeños, de arrendatarios y de trabajadores por cuenta propia (cuyo número se ha triplicado en los últimos meses). Sin embargo, el Estado, que dedica un 35% de su presupuesto en educación y salud, anuncia que muchas gratuidades sociales quedarán afectadas y el ajuste laboral significará la eliminación de uno de cada cuatro empleos estatales en tres años.

“La historia me absolverá”

Trinidad, Cuba [Photo: maryaben Flickr account]

Las reformas comienzan a tomar forma, y se han efectuado bajo la dirección y la supervisión de Fidel. Ello nos llevaría a deducir que su muerte no es condición necesaria para que el sistema político cambie.  Es más, podría deducirse que serían más sencillos bajo su mandato dada su legitimidad y poder. Según Fidel, la permanencia del régimen está asegurada, y es que sin continuidad, el sistema político no podrá preservar los logros alcanzados en la consecución de sus objetivos históricos. Pero, sin cambios, no podrá realizarlos plenamente.


[1] Gracias a la reforma constitucional aprobada en 1992 donde se reconoció la posibilidad de la propiedad privada, se fomentó la IED y se legalizó la circulación del dólar. Ello implicó un cambio social importante, pues la desigualdad en el acceso a la divisa ha aumentado la desigualdad en una sociedad relativamente homogénea.

[2] También aprobaron los Lineamientos de la Política Económica y Social, el documento programático de más de 300 puntos que servirá de plataforma para la transformación del modelo económico en Cuba.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro

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Marta Pérez

Vive en Barcelona, donde estudia un Posgrado en migraciones contemporáneas. Licenciada en Economía, se especializó con un Máster en Relaciones Internacionales – Políticas y programas de Desarrollo. Ha trabajado en consultorías de España y Londres en gestión y evaluación de proyectos europeos durante 4 años. Además ha realizado voluntariados con refugiados en Londres, con la British Red Cross y otras ONGs. Interesada en migraciones, asilo y la protección de los más vulnerables. Le gusta la buena comida, viajar y aprender, siempre.


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