28/03/2024 MÉXICO

Europa diverge acerca de la energía nuclear

Imagen actual de la central nuclear de Chernóbil. [Photo: Timm Suess Flickr account]
En las últimas semanas numerosos anuncios han sacudido la opinión pública. Suiza, Alemania e Italia abandonarán la energía nuclear en las próximas dos décadas. Pero las noticias no han generado un efecto contagio ya que potencias como Francia y el Reino Unido aún siguen apostando fuerte por la energía nuclear.

Las consecuencias del segundo accidente nuclear más importante de la historia están empezando a pisar fuerte el terreno de la política energética en los países europeos. El accidente ha puesto sobre la mesa el debate acerca de la energía nuclear, un debate especialmente palpable en Europa, donde las posiciones de sus líderes tras el accidente japonés fueron un tanto ambiguas.

Pero tras más de tres meses de falta de control de la central de Fukushima son muchos los gobiernos que están revisando su política nuclear. Suiza se convirtió oficialmente en el primer país europeo en anunciar planes para eliminar la energía nuclear. Y a este le siguieron Alemania e Italia, pero no todos siguen el mismo camino.

La neutralidad suiza se pronuncia

La ministra de Energía y Medio Ambiente, Doris Leuthard, anunció el pasado 25 de mayo la decisión del gobierno helvético de abandonar los tres proyectos de construcción nuevos reactores nucleares así como el cierre de las cinco centrales nucleares actualmente en funcionamiento en el país. El paro está previsto para el año 2034, cuando las centrales lleguen al final de su vida útil. Actualmente la energía nuclear aporta el 39% de la electricidad que consume el país.

El Consejo Federal del Gobierno Suizo tomó la decisión de recomendar al Parlamento que legisle para el abandono de la energía nuclear en ese país. Y todo ello, sin comprometer la garantía de suministro de electricidad del país. El Consejo afirmó, además, que este proceso es técnicamente posible y económicamente sostenible.

Leuthard señaló que se invertirá más en energías renovables para sustituir la energía nuclear:

“Estamos entrando en la era post-Fukushima. El cambio es histórico (…) El desastre japonés lo ha cambiado todo, incluso en las mentes de muchos que pensaban que la renovación parcial de la energía nuclear era un mal necesario para evitar un incremento irresponsable de las emisiones de gases de efecto invernadero”, analizó Le Temps

La prensa suiza y grupos ecologistas calificaron como “histórica” la decisión del gobierno federal de abandonar de manera gradual la energía nuclear.

La locomotora alemana cambia de combustible

El pasado mes de mayo el se hizo público que el Ministerio de Medio Ambiente de Alemania estaba estudiando la posibilidad de un retiro gradual de la energía nuclear para el año 2017, sin causar cortes energéticos menores o alzas considerables de los precios, según se hacía eco en un documento obtenido por la agencia de noticias Reuters. El Ministerio de Medio Ambiente se negó a comentar el contenido del documento. Pero tan sólo unos días más tarde el Gobierno alemán lo hizo público, Alemania cerraría todos los reactores nucleares que tiene en funcionamiento antes del 2022, convirtiéndose así en la primera potencia industrial que renuncia a la energía atómica. Actualmente el país germano tiene 17 reactores, de los cuales 14 dejarán de funcionar de aquí al 2021 y los tres restantes, los de construcción más reciente, funcionarán hasta el 2022 como muy tarde.


Potencia nuclear alemana en abandono por motivación electoral

En marzo, la canciller Angela Merkel revirtió una decisión de extender la vida útil de las centrales de energía nuclear del país, operadas por RWE, E.ON, Vattenfall y EnBW, en respuesta al desastre nuclear en Japón. El cambio de postura de Merkel sobre política nuclear llega tras una serie de reveses electorales que favorecieron en gran parte a los Verdes antinucleares, y ahora apoya propuestas para cerrar la totalidad de las 17 centrales alemanas en el lapso de una década.

El pueblo italiano fuerza el abandono nuclear

Tras la celebración de un referéndum popular nacional convocado gracias a una iniciativa legislativa popular (en la que el gobierno italiano abogaba por la abstención) la respuesta fue rotunda: un 94,35% de la población en contra de la energía nuclear. El referéndum discutía la construcción de ocho nuevos reactores en Italia a partir del año 2013. La participación fue de un 57% del electorado, lo que permitió dar validez a una consulta que requería de un quórum superior al 50%. Una vez escrutado, el resultado antinuclear fue abrumador, casi la totalidad de los participantes se manifestaron a favor del “sí” a la derogación de la norma que establecía la vuelta a la energía nuclear en el país trasalpino.

El programa nuclear italiano, aprobado por el parlamento en 2009, iba a ser abordado en una primera fase por Enel, que tenía previsto construir en colaboración con la francesa EDF cuatro centrales, cuya ubicación estaba por decidir. El partido de centro-izquierda Italia de los Valores había solicitado ante el Constitucional la celebración de un referéndum que, a raíz del desastre de Fukushima, Berslusconi intentó frustrar aprobando una moratoria de un año para el mismo.

El Gobierno británico y francés siguen a favor

A diferencia de los homólogos mencionados, el Gobierno británico ha confirmado su apuesta por la energía nuclear al publicar el pasado 23 de junio sus planes energéticos nacionales, que incluyen la construcción de ocho nuevas centrales para 2025 en sustitución de las que para entonces estarán obsoletas. Los planes, que además de la nuclear incluyen también la expansión de otras tecnologías como los combustibles fósiles, las energías renovables, el suministro de gas y gasoductos y oleoductos y las redes eléctricas, deben ahora pasar por el Parlamento.

El anuncio del Gobierno recibió la bienvenida de los principales grupos privados que proyectan poner en marcha las nuevas centrales, como EDF Energy, que posee y opera ya en ocho nucleares británicas, o E.on UK y RWE Power, que han formado el consorcio Horizon para construir dos de las nuevas plantas. Amigos de la Tierra, sin embargo, se opone a la construcción de nuevas centrales y al incremento del uso del gas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, porque considera que eso va a suponer un freno en las inversiones en energías renovables.


Por su lado, el país más nuclearizado del mundo también barre para casa. El pasado 8 de junio en el marco del proceso internacional de análisis de la catástrofe de Fukushima y de propuestas de más seguridad, París, como presidente del G-20, acogió un seminario con la participación de 35 países. Y blindó por completo los estudios futuros para garantizar que sólo los científicos autorizados por la industria nuclear podrán analizar los accidentes. Francia que preside el directorio mundial del G-8 y el G-20 el mismo año del accidente de Fukushima fue la sede del “seminario ministerial” que formuló las propuestas post-Fukushima para el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la crucial conferencia internacional que terminó hace apenas una semana, sin decisiones concretas pero con promesas de reforma del régimen internacional de seguridad atómica.

En el documento de conclusiones de la reunión preparatoria Francia mostró su interés de excluir de los futuros estudios, en particular, los ingenieros nucleares del laboratorio independiente francés CRII-RAD, y ello pese a que ese laboratorio sí es solicitado en Francia por su reconocida competencia. En su mayoría son expertos que abandonaron el Comisariado de la Energía Atómica (CEA) u otras instituciones nucleares galas después del desastre de Chernóbil, al constatar que el Gobierno había utilizado la apariencia de seriedad científica para afirmar que la nube de la central ucraniana se había parado en la frontera francesa.

Los vecinos, dudosos, ponen a prueba sus centrales

Rusia y otros seis países vecinos de la UE se comprometieron hace unos días realizar pruebas de resistencia a sus centrales nucleares similares a las que los europeos están llevando a cabo en sus plantas, informó hace unos día la Comisión Europea. Armenia, Croacia, Suiza, Turquía, Ucrania y Bielorrusia son los otros seis estados que procederán a revisar la seguridad de sus centrales tras lo ocurrido en Fukushima, según acordaron en una reunión técnica en Bruselas con representantes de la UE.

El pasado 7 de abril el Pleno del Parlamento Europeo rechazó una resolución que pedía detener la construcción y desarrollo de nuevos reactores nucleares hasta conocer los resultados de las pruebas de resistencia a las centrales que, además, debían ser “obligatorias”, según el borrador del documento.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro


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Lluis Torrent

Barcelona, España. Licenciado en Ciencias Ambientales, Máster en Intervención Ambiental, Máster en Relaciones Internacionales y Especialista en Ciencia Política. He trabajado como consultor ambiental para gobiernos locales y regionales y empresa privada. Socialmente comprometido, me apasiona explorar la fina línea que transcurre entre la política, la economía, la sociedad y el medio ambiente. Sígueme en Google+ Lluis Torrent


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