19/04/2024 MÉXICO

La tristeza portuguesa

Triste? [Supermariolxpt Flickr account]
Tras unas elecciones con una bajísima participación el pasado 5 de junio, los portugueses manifestaron a su manera, su inconformismo y preocupación por su futuro. Analizamos el por qué de su enfado y la situación en la que vive el país.

Melancólica y cabizbaja, Portugal camina en la ambigua senda en donde también deambulan los  demás países periféricos de la Eurozona. Tras haberse celebrado las elecciones anticipadas del pasado 5 de junio, la baja participación ha dejado muy claro el mensaje de su ciudadanía. No solamente se ha dado la espalda a José Sócrates, el presidente socialista que desde 2005 ha gobernado Portugal, sino también se ha manifestado el desencuentro y el malestar generalizado que tiene la sociedad lusa con su clase política.

Dicha abstención en las urnas, se ha situado por encima del 41%, una cifra que ha batido records en la historia de las elecciones legislativas. Quizá por una serie de razones que merece la pena analizar por guiones:

– Un nivel desempleo que va camino del 13%

– Un rescate económico dedicado a sanear la economía lusa que ha costado 78.000 millones de euros

– Déficit de las arcas de un 9,1% del PIB

– Deuda pública del 93%


– Recortes del gasto social.

Una herencia que Passos Cohelo, nuevo presidente nacido de estas elecciones silenciosas y que gobernará con los populares portugueses, deberá gestionar a través de un estricto programa de austeridad y obedeciendo las órdenes del FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo. Poco margen creativo y optimista para dedicar a una sociedad malhumorada que se considera no responsable de la mala gestión de sus dirigentes.

Dos realidades paralelas

No es el único país de la UE que vive contrariado por el día a día, ni sorprendido por las caras de la crisis. La brecha de la desigualdad social se va abriendo y cada vez más rápido. Los contrastes del país son tan notables, que parece como si se tratara de dos realidades bien diferentes. Lisboa es un claro ejemplo. Caminando por sus calles, nos damos cuenta de la disparidad de sus caras; la alegre, vista en el centro, repleto de turistas y resplandeciente por las lujosas tiendas de la Avenida da Liberdade con sus hoteles y restaurantes hasta la bandera . Si nos fijamos de esa manera, prácticamente no se percibe la miseria tan escandalosa de la que hablan las estadísticas. Esa es la cara triste, la misma de la que también se habla en España, y que intenta no salir de su escondite para pasar desapercibida. Parece como si el empobrecimiento estuviese oculto en la progresiva pérdida de efectivos de la clase media que emergió desde los 70 con la democratización y con el ingreso en la CEE.

Lo cierto es que el país, convive con una sanidad que no tiene donde sostenerse por falta de personal médico, con el cierre de varias escuelas y con la falta de oportunidades laborales para los más jóvenes, cuyo nivel de desempleo, por cierto,  está cercano al 30% en este sector de la población.


Miles de estudiantes universitarios, comienzan la carrera preguntándose si tendrán trabajo el día de mañana o si tendrán que irse a otro país a encontrarlo.  Son los jóvenes, uno de los sectores más castigados, los que protagonizan las protestas que tienen lugar a lo largo y ancho del país.

En un banco, Susana descansa en el regazo de su novio. Tiene 18 años, está empezando Psicología y confiesa tener mucho miedo a que al acabar los estudios no encuentre trabajo. Es el sentimiento en boga en Portugal, el del temor al futuro, el mismo que expresa Antonio, desempleado de larga duración del textil, que vive de los trapicheos (La Vanguardia).

La “Geracao á rasca”

En los últimos meses, hemos sido testigos de muchas formaciones surgidas a partir de las redes sociales, como respuesta o reacción a una situación límite. Este es un caso más, en donde un grupo joven de amigos se reunen y deciden organizar lo que en español se denominaría “la generación a dos velas“, “la de los quinientoseuristas” o “la desesperada”… algo que recuerda mucho a lo que se ha vivido en otros países Europeos recientemente.

Pues bien, la “Geracao á rasca“, un movimiento desvinculado de cualquier partido político o grupo sindicalista, concentró nada más y nada menos que a 200.000 personas en la manifestación que se celebró el pasado 12 de marzo y que denunció  la precariedad, el estrangulado acceso al mundo laboral, y el escandaloso precio que ha alcanzado la vivienda. Se sienten como los rehenes de una crisis de la que no son responsables y tienen que pagar.

Este vídeo ilustra muy bien en qué situación vive la juventud portuguesa. En una canción cabe un sentimiento compartido por toda una nación.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro


¿Quieres recibir más explicaciones como esta por email?

Suscríbete a nuestra Newsletter:


Cristina Buhigas Schubert

Madrid, España. Psicóloga de formación con Máster en Cooperación al Desarrollo, Acción Humanitaria y Migraciones. Mi experiencia laboral se ha ido desarrollando en departamentos de Recursos Humanos, RSC y Comunicación ¡Ahora atrapada por el Social Media! sin dejar de lado mi pasión por el tercer sector y las Relaciones Internacionales. He colaborando con varias ONGs, fundaciones, Organismos Internacionales y pequeñas asociaciones locales. Ilusión, creatividad y buen humor ¡mis grandes aliados!


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

thirteen + 13 =

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.