28/03/2024 MÉXICO

China es la segunda potencia económica del mundo. ¿La primera en 2020?

Apartment buildings in Shanghai. [Photo: Jakob Montrasio Flickr account]
El pasado mes de febrero se hacía oficial: China es la segunda mayor economía del mundo. La noticia llegó a los periódicos cuando se dio a conocer el producto interior bruto (PIB) de Japón del 2010, país que dominó el segundo puesto del ranking durante 42 años. Muchos predicen que en 2020 el gigante asiático será la primera potencia económica del mundo superando a Estados Unidos.

La economía y otras ciencias sociales no son ciencias exactas. Es habitual que la economía explique mejor las cosas a posteriori (por qué han ocurrido las cosas) que a priori (qué o cómo ocurrirán) debido a la multiplicidad de factores no previstos que pueden surgir. Son muchos los expertos que confirman la pregunta del título de este post. Aunque deberemos esperar para ver cómo ocurrirá. Mientras, intentemos entenderlo.

En China todo se reduce significativamente cuando se divide entre una población inmensa


La economía china ha crecido en los últimos años a tasas que superan el 9% anual, consolidando un PIB de 4.985.461 millones de dólares[i]. Suponiendo que las tendencias se mantengan, la reemergencia de China como potencia económica mundial es segura. Sin embargo, en China cualquier indicador que pareciera enormemente exagerado en términos absolutos se reduce significativamente cuando se divide entre sus más de 1.330 millones de habitantes.

El PIB per cápita de China está aún lejos de asemejarse al PIB per cápita de los países que ha dejado atrás en los rankings mundiales. El PIB per cápita de Japón, la ex segunda mayor economía del mundo, es 10 veces el de China. Es más, el PIB por habitante de China se asemeja al de Turkmenistán o El Salvador[ii]. El gigante asiático busca revertir este hecho. Si para el 2050 la mitad de la población mundial vivirá en India y China, se espera que la misma proporción del PIB mundial tenga el mismo origen.

El PIB

El PIB es la principal magnitud para medir el bienestar material de una sociedad. Este indicador económico mide la riqueza que genera una economía dentro de sus fronteras en un período determinado.

El PIB presenta algunas limitaciones. Algunas de ellas son que no mide adecuadamente los cambios que afectan al bienestar (es un indicador estrictamente económico) o que no tiene en cuenta la degradación del medio ambiente ni la desaparición de los recursos naturales en su medición.

El PIB a valores de paridad de poder adquisitivo (PPA), indicador que añade correcciones en la variación de los precios, permite comparar de manera realista el nivel de vida entre estados.

De una economía planificada a competir con los campeones del capitalismo

En 1978, Deng Xiaoping, reconocido líder por el alto grado de pragmatismo con el que guiaba su toma de decisiones, inició la política de reformas que debía convertir la República Popular China (RPCh) en una economía de mercado que generara un fuerte crecimiento económico, todo ello promoviendo un mayor bienestar para sus ciudadanos.

La reforma económica se dirigió primero hacia la agricultura y la industria, se crearon zonas económicas especiales abiertas a la inversión extranjera que se convirtieron en motores de crecimiento para todo el país, se privatizaron parte de las empresas del Estado, se reformó el sistema bancario y se redujeron aranceles y otras barreras comerciales, produciéndose así una paulatina apertura al comercio internacional (proceso que culminó el 2001 con la entrada de la RPCh en la Organización Mundial del Comercio). Todo ello mientras se mantenía la moneda, el Yuan, devaluada para favorecer a sus exportaciones.

Vista a una de las calles más comerciales de Shanghai. [Photo: Jakob Montrasio, cuenta Flickr]

Los últimos 30 años la RPCh ha experimentando un crecimiento económico sin precedentes reduciendo la pobreza[iii] a un ritmo sin precedentes, al mismo tiempo que ha aumentado la desigualdad socioeconómica y se ha alterado profundamente el orden geopolítico global[iv], por ejemplo en la competición por las materias primas.


Uno de los motivos por el cual la crisis financiera no ha afectado tanto a China como a otros países es debido a la compensación de la reducción de sus exportaciones con el aumento del consumo interno, cambio de enfoque a través del cual China quiere basar su actual modelo de crecimiento. El objetivo primordial para seguir desarrollándose es seguir esta tendencia: crecer consolidando un mercado de consumo doméstico atendiendo la creciente “clase media” china con productos chinos.

Los límites al crecimiento chino

La RPCh tiene un crecimiento desigual. La costa este del país, que concentra la mayoría de población, presenta un estadio mucho más avanzado de desarrollo mientras que la región interior (centro y oeste del país) se encuentran aún en fase de desarrollo con una población eminentemente agrícola. Al mismo tiempo, sigue habiendo una gran diferencia de riqueza entre la población rural y la urbana. Esta desigualdad resulta una importante amenaza hacia la estabilidad del país (y una de las mayores críticas de los escépticos con las reformas introducidas).

Pero la desigualdad no es la única limitación interna para que la RPCh siga creciendo:

1) El crecimiento demográfico

Contar con 1.330 millones de habitantes ha permitido crecer a partir de una mano de obra barata. Pero otros países están ya ofreciendo mano de obra aún más económica. Es el caso de Vietnam. Para el gigante asiático es fundamental gestionar adecuadamente las consecuencias de la política de control de la natalidad de “un solo hijo por familia” iniciada tras la muerte de Mao Zedong.  Se ha dicho de China que será el primer país del mundo que se volverá viejo antes de volverse rico.  En 2050 más del 30% de la población será mayor de 60 años en un país en el que la inmensa mayoría de su población no es beneficiaria de ningún tipo de pensión[v] de jubilación.


2) Las materias primas  y el consumo de energía son necesarias para crecer… Y el medio ambiente que se resiente de ello

El crecimiento ha provenido sobre todo del sector de la industria. China se ha convertido en la fábrica del mundo y con ello ha aumentado su consumo de materias primas y energía (la mayor parte de la cual proviene del carbón, más contaminante y barato que las energías renovables) tanto para abastecer sus exportaciones como su creciente mercado doméstico: enchufar los electrodomésticos u otros productos electrónicos o alumbrar las clases ya no tan pobres.

3) ¿Se puede crecer sin democracia?

En otro artículo de United Explanations analizamos esta cuestión. El crecimiento económico mantiene el poder político en la medida en que las necesidades básicas de la población quedan cubiertas. Es probable que a mayor riqueza, la desigualdad aumente y con ello los conflictos se agudicen. Una economía poco inclusiva puede dejar de lado a minorías étnicas y puede restringir la libertad de los medios de comunicación, elementos que pueden dificultar a medio y largo plazo el crecimiento económico.

Valores culturales: ¿estabilidad o desorden?, ¿sociedad o individuo?, ¿largo plazo o inmediatez?… autarquía, ahorro, autoformación y la promesa de un futuro mejor

La cultura china tiene algunos aspectos que han favorecido su crecimiento económico. Uno de ellos es la preferencia por la estabilidad y la continuidad antes que el desorden. Y es lo que defiende la teoría del ascenso pacífico. En los últimos 30 años (exceptuando 1989) China ha gozado de un crecimiento sostenido y de una estabilidad que no habían tenido lugar en períodos anteriores. Del mismo modo, en la cultura china el concepto de individuo carece de importancia fuera del conjunto social. Siempre será más importante el grupo y las obligaciones para con la sociedad que el individuo. Todo ello encuentra sus raíces en una sociedad tradicionalmente autárquica que no tuvo en sus orígenes una necesidad comercial y en la que la alta densidad de población se ha organizado siempre de forma funcional.

Las influencias confucianas a la cultura china otorgan un elevado valor tanto a la educación como a la autoeducación continua; también al largo plazo por encima de la inmediatez, por lo que hay una mayor tendencia al ahorro (y con ello a la inversión, que asegura el crecimiento futuro).

Todo ello ligado a un sentimiento de que es “la hora de China” fortalecido por las mejoras generalizadas de los últimos años hacen que exista lugar para la voluntad de prosperar de la población que también redunda en un mayor crecimiento.


En definitiva: sostenibilidad

En las últimas décadas, la RPCh ha tenido un crecimiento sostenido en un contexto de mayor estabilidad respecto a otras épocas del pasado. Para seguir creciendo, los líderes de la RPCh, insisten en que es necesario reorientar los esfuerzos hacia un crecimiento sostenible en todos los ámbitos, desde la estabilidad social hasta en lo referente al medio ambiente. En esta línea, en recientes declaraciones del primer ministro, Wen Jibao, ha recalcado que el Gobierno invierte esfuerzos para mantener la estabilidad del país manteniendo la estabilidad de los precios como una prioridad absoluta (se ha fijado como máximo no sobrepasar el 4% de inflación[vi]) o anunciando la reducción de la tasa de crecimiento económico al 7% en el período 2011-2015 debido al reajuste de la industria por las obligaciones medioambientales.

Para más información:

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M. Jacques (2010), “Entendiendo el ascenso de China”.

Eugeni Bregolat (2007) “La segunda revolución china”.

El autor ocupa actualmente el puesto de embajador en la República Popular de China. También ostentó el mismo cargo en los períodos 1987-1991, 1999-2003. Este libro, publicado el 2007, se centra en la Reforma Económica de Deng Xiaoping, los disturbios de Tianannmen, así como la reforma política de la RPCh.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro


[i] Valor a precios corrientes US $. Datos del 2009 según el Banco Mundial.

[ii] Datos del 2009 según el Banco Mundial.

[iii] A pesar de ello y según cálculos de la ONU, sigue habiendo 150 millones de pobres.

[iv] Bregolat, Eugenio. 2007. “La segunda revolución china”. Barcelona: Destino.

[v] Ríos, Xulio. 2010. “China ¿arriba o abajo?

[vi] Cabe recordar que la inflación fue uno de los desencadenantes de las primeras revueltas en el mundo árabe de los últimos meses, además de desigualdades sociales, el precio de los alimentos, el desempleo y la corrupción. También fue uno de los desencadenantes de las protestas a favor de la democracia en las protestas de Tiananmen el 1989.

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Anna Martinez Codina

Igualada (Barcelona). Licenciada en Administración y Dirección de Empresas (UAB) y máster en Relaciones Internacionales (IBEI), con especialización en Economía Política del Desarrollo y Paz y Seguridad Internacional. Debido a trabajo o estudios he vivido en lugares como Italia, Irlanda, Senegal o Bélgica, dónde resido actualmente.


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