28/03/2024 MÉXICO

Anonymous: A de Activismo

Anonymous en la Iglesia de la Cienciología en Los Ángeles. [Photo: Vincent Diamante [CC-BY-SA-2.0 (www.creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0)], via Wikimedia Commons]
Carentes de naturaleza jurídica, pero no de organización. Con activistas diseminados desde Austria a Sierra Leona, aglutinan protestas tan dispares como la detención de Julian Assange, la ley Sinde y la caza del Psicópata Kanino. Pero, ¿Quiénes son los Anonymous?

Internet, el nuevo medio de lucha


La llegada de Internet a nuestras vidas ha cambiado muchas cosas, incluida la forma de hacer activismo: de las calles se ha pasado a los nodos de la Red. Anonymous –carente de naturaleza jurídica, pero no de organización- con activistas diseminados desde Austria a Sierra Leona, aglutina protestas tan dispares como la detención de Julian Assange, la ley Sinde y la caza del Psicópata Kanino, el torturador de cachorros que se desahoga en Youtube.

El 8 de diciembre del pasado año la Red se rebeló. La denuncia por una presunta agresión sexual cometida en Suecia, ponía a Julian Assange, fundador de Wikileaks, ante la justicia británica. La entidad que representa Assange se dedica a la publicación de material periodístico de “importancia ética, política y social”, garantizando el anonimato de las fuentes y la difusión masiva de “injusticias censuradas y suprimidas”. Antes, mucho antes de esto, el proyecto se había hecho famoso por sus impactantes filtraciones. Los 251.287 cables diplomáticos de las embajadas estadounidenses, entregados a cinco de los más prestigiosos diarios del mundo, se convirtió en el mayor acto de “revelación de documentos confidenciales en dominio público” con la intención de dar un punto de vista interno, sin precedentes, de la gestión de las Relaciones Internacionales de EEUU.

La detención de Assange daba luz verde a la Operación Payback (Venganza): bloqueo de la web de la fiscalía sueca, ataque a las páginas de Visa, de la gobernadora de Alaska, la ultraconservadora Sarah Pailin, y de Paypal, Mastercard y Post Finance, gestores de las cuentas de Wikileaks. Todos ellos fueron víctimas de los conocidos como ataques DDoS, que se ejecutan mediante redes de ordenadores cautivos que colapsan los servidores de las webs atacadas. Un grupo, denominado Anonymous, se atribuía la autoría de estos actos con la participación de 1.500 activistas pertenecientes a distintos foros.

El poder de la comunidad

Pero, ¿quién es Anomynous? En español anónimo, tiene dos significados, por lo que requiere desambiguación. El primero, como un meme o fenómeno de Internet, representa el concepto de muchos usuarios de la comunidad online, o la comunidad en sí misma, actuando anónimamente de forma coordinada, hacia un objetivo vagamente acordado. Pero  también es una etiqueta adoptada por grupos de personas, sin organización definida, que no pertenecen a ninguna asociación, pero que se unen a las protestas y otras acciones bajo el nombre de Anonymous, que se deriva del mismo meme.

Nacieron a mediados de octubre de 2010, al calor de la Operación Payback, y a raíz de su éxito decidieron dar soporte a lo que denominan “cualquier Operación Anónima”. Se definen como una red en constante movimiento; no animan, ni condenan ni controlan lo que sus usuarios discuten. Ese no es su objetivo, sino “proporcionar un servicio para cualquiera que quiera hablar libremente, siempre que respete las reglas de nuestra red”, asegura. Anonymous es un concepto, es ciberactivismo, no es ciberguerra.

Wikileaks, SGAE y Ley Sinde

Son personas conscientes del enorme poder de convocatoria de Internet, de su capacidad para colgar un vídeo en una web y prender la mecha en miles de ordenadores, que a su vez lo difunden a otros tantos. Reivindican el empoderamiento de los internautas, el uso democrático y liberador de la Red y eso los coloca, no sólo contra los enemigos de Wikileaks, sino contra aquellos que quieren controlar de una u otra forma Internet en beneficio propio. En España asaltaron la web de la SGAE, así como la de la Academia Española de Cine en protesta por la controvertida ley Sinde que permite cerrar sin autorización judicial webs sospechosas de permitir descargas de contenidos.


También aquellos que usan la Red para difundir aberraciones particulares, como el tristemente famoso Psicópata Kanino, que colgó en Youtube un terrible vídeo donde torturaba a dos cachorros de Pomerania durante 11 angustiosos minutos, y aquellos que no tienen reparos en difundir irresponsablemente  bulos y rumores en Internet, figuran entre sus objetivos.

Y como no, reivindican el uso de toda la potencialidad de la web 2.0 para ayudar durante las revueltas en el mundo árabe -en febrero las páginas web del Ministerio de Información egipcio y del partido del presidente Hosni Mubarak fueron atacadas por Anonymous como apoyo a los manifestantes- y después, pidiendo a la ONU ayuda para los refugiados.

En Estados Unidos y Canadá han dirigido algunas de sus acciones al locutor de radio Hal Turner, conocido supremacista blanco, la Iglesia de la Cienciología –que curiosamente también está en el punto de mira de Wikileaks- y a depredadores sexuales de menores. “Anonymous es la primera super-conciencia basada en Internet. Es un grupo, en el sentido de que una bandada de aves es un grupo. ¿Por qué sabes que son un grupo? Porque viajan en la misma dirección. En un momento dado, más aves podrían unirse, irse o cambiar completamente de rumbo”, así lo describe Chris Landers, en el Baltimore Cuty Paper.

V de Vendetta

Han saltado del ciberespacio a las calles, donde les hemos podido ver en concentraciones no muy numerosas, preservando su anonimato tras una careta de Guy Fawkes. Este  británico que conspiró contra el rey Jacobo e intentó volar el Parlamento en Londres en protesta por las persecuciones religiosas, inspiró el terrorista anarquista y nihilista que protagoniza V de Vendetta, de Alan Moore. Esta novela gráfica dibuja una Inglaterra convertida al fascismo bajo la excusa que brinda la necesidad de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, donde todos son controlados, espiados y anulados. Es una reflexión sobre la brutalidad del Estado policial y la vulnerabilidad de las personas, indefensas ante un poder absoluto; sobre una sociedad aborregada y sometida al yugo de la tecnología. Pero también deja abierta una puerta a la esperanza de que aparezca alguien que la obligue a reflexionar y actuar.


Parece que los miembros de Anonymous se han colado en esa viñeta donde V dice: “no se puede confiar en las mayorías silenciosas […] el silencio es algo muy frágil…un ruido fuerte y se acabó. […] El ruido es en relación al silencio que le precede. Cuanto más absoluto es el silencio, más impactante es el trueno.”

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro

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Esther Ortiz

Madrileña, periodista de Acción Social, RSC y Gestión Cultural. Especialista en diseño de proyectos culturales, sociales y comunicacionales, así como de relaciones entre empresa y ONL como socios de acción y conocimiento. Me encantan los perros y Berlín es mi ciudad favorita. Le sigo la pista al Inspector Wallander; me emociona la voz de Robert Smith y aún sigo esperando que Ilsa no se suba a ese avión y se quede con Rick. Y cada día libro pequeñas batallas, logro pequeñas conquistas que hacen que me sienta un poquito Wonder Woman.


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