19/03/2024 MÉXICO

La estirpe del zorro

Detalle de la portada de la versión española del libro, publicada por Impedimenta.
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¿Cómo se escriben los cuentos? Ésta es la pregunta basica sobre la que gira 'Zorro', de la maravillosa Dubravka Ugrešić. Con la realidad y la ficción arrinconadas en la frontera, ¿cuáles son los mecanismos de los que se sirve la autora para construir su texto? ¿Por qué funciona? Te lo contamos en este artículo.

Zorro. Dubravka Ugrešić. Madrid: Impedimenta, 2019.

Traducción de Luisa Fernanda Garrido y Tihomir Pištelek.

El zorro es el dios de la astucia y de la traición. Si el espíritu del zorro penetra en un hombre, la estirpe de este individuo está maldita. ¡El zorro es el dios de los escritores!

El zorro, la astucia y la traición. Sin lugar a dudas estos son los tres elementos principales de la novela Zorro. Aunque no lo son porque aparezcan constantemente zorros, traiciones o actos de astucia extraordinarios. Es más bien porque Ugrešić en esta magnífica novela se marca como objetivo demostrar de manera sutil pero deliciosa que los escritores, que el arte de escribir, es un arte basado en la traición y la astucia. Y esta voluntad está explícita des del mismo inicio de la novela.

Portada de la versión castellana del libro, publicada por Impedimenta.

La primera de las seis partes de la novela se titula “Un cuento sobre cómo se crean lo cuentos” y funciona a la perfección como apertura: sitúa la figura cambiante y ladina del zorro en las diferentes mitologías –casi como un estudio antropológico–. Y la mejor manera de conseguirlo es explicando el cuento de Borís Pilniak “Un cuento sobre cómo se cuentan los cuentos”. Éste convierte la novela en una matrioshka: en algo que se explica repitiéndose e intrincando los diferentes pero idénticos significados de la misma frase.

La inclusión del cuento de Pilniak resulta clave: en él se plantea cómo el protagonsita del cuento escribe una gran novela contando la vida de su mujer –sin su permiso, por supuesto–. Pero este detalle no es el que resulta importante, o no es el más importante. Para Ugrešić lo que es importante es cómo la ficción se sirve de la realidad, cómo asumimos –la mayoría de las veces– que los personajes sobre los que leemos tienen alguna cosa de verdad, que han existido y que lo que se cuenta es, a lo sumo, una adaptación. Y, con el cuento de Pilniak, Ugrešić nos pregunta si realmente importa la veracidad de los personajes y de la historia. La respuesta parece clara: «El zorro es el dios de la astucia y de la traición. Si el espíritu del zorro penetra en un hombre, la estirpe de este individuo está maldita. ¡El zorro es el dios de los escritores!»


La escritura es astucia y traición: traicionar las historias y los personajes; usarlos con astucia en una ficción.

La novela, –¿novela?–, de Ugrešić se contruye sobre un motivo que da pocas dudas a su veraciad: la misma Dubravka Ugrešić. Son sus memorias, sus experiencias, sus desventuras y sus intereses. Las abundantes páginas dedicadas a rastrear y explicar la vida de algunos de los autores rusos que le interesan a Ugrešić, como Pilniak, pero también el escritor vanguardista Doĭvber Levin o incluso Vladímir Nabókov, no son más que tretas, sutiles engaños del zorro que vive dentro de la escritora. No importa en absoluto si lo que se cuenta de ellos es real, solamente importa que dentro de la ficción que es Zorro funcionen bien, que se conviertan en personajes de la novela. Y aunque he hablado de escritores, el punto de atención de Ugrešić no se basa en ellos, en los hombres, digo, sino en las mujeres que pasaron a un segundo plano, las dota de nombre y les da la verdadera importancia. Zorro es una novela que da voz a las mujeres que tuvieron la mala suerte de acercarse a la estirpe de un hombre poseído por el espíritu de un zorro: Emil Ferris, Sofia Gnedy-Tagaki, Dorothy Leuthold. Y la misma Dubravka Ugrešić, que también venera al zorro como dios. Pero como ya he dicho, todos estos personajes, se convierten en maravillosos personajes de ficción dentro de la novela de Ugrešić, en la que ella misma se vuelve personaje.

Como se dice abundantemente a lo largo de la obra, su objetivo es el de descubrir cómo se crean los cuentos. Por eso mismo la estructura de la novela es engañosa, traidora: parece una mezcla entre autobiografía y estudio literario, pero en verdad es una matrioshka metaliteraria. Cada una de las seis partes de la novela explica lo mismo con diferentes ejemplos, cada capítulo es la aplicación de la astucia del zorro. La autobiografía se convierte en ficción, la investigación literaria es la excusa para atrapar el lector en un personaje ficcional, la entrevista, los detalles, las citas literarias, etc., son una excusa, una treta. Pero funcionan a la perfección. Se convierten en elementos imprescindibles para la novela.

Zorro es en cierta manera una metanovela que hay que leer previendo la trampa: tras una autobiografía convertida en ficción, la investigación literaria atrapa al lector en un personaje ficcional

Otro de los elementos más interesantes de la novela es sin duda el uso de las repeticiones, a lo largo de la novela hay ciertos elementos, ciertas frases, como la que abre esta crítica, que se repiten con insistencia. Pero estas repeticiones no son en absoluto reiterativas, es decir innecesarias, sino que son todo lo contrario, son agarradores, son las marcas de la matrioshka. Cada vez que se repite una frase o un motivo todo el peso de la novela se concentra en esa frase, cada vez la frase cambia y al mismo tiempo se convierte es la misma. Cierra el círculo. Y lo enlaza con otro. 

Zorro es en cierta manera una metanovela, aunque su forma sea la de una autobiografía novelada. ¿Aunque bien pensado, no todas las autobiografías son metanovelas? ¿No está en el espíritu del escritor ser astuto y traicionero?


Estar alerta, saborear las repeticiones, adentrarse en personajes perfectamente construidos, caminar de la mano de la escritora en sus vivencias. La última novela de Ugrešić se erige como una de las mejores publicadas actualmente. Y aunque no es una lectura demasiado exigente, requiere cierto grado de perspicacia: hay que leer previendo la trampa.  

Esta es una explicación sin ánimo de lucro.

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Marc Senabre Camarasa

Editor de 'Gargots Revista Literària', crítico en la revista de reseñas 'Caràcters', graduado en Filologia Catalana por la Universidat de València y actualmente cursando el máster de Teoria de la Literatura i Literatura Comparada en la Universidat de Barcelona. Ferviente defensor en la materialidad de los libros, es decir: pugna constante entre la bibliofilia y el síndrome de Diógenes.


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