19/03/2024 MÉXICO

Las movilizaciones por el derecho al aborto en Brasil, claves en el movimiento #EleNao

Imagen de portada: [Hireli vía Flickr].
Hireli EleNao
La movilización feminista por el derecho al aborto ha coincidido en el tiempo e influido en la movilización de las mujeres contra el peligro que supone la posible victoria de Jair Bolsonaro en la segunda vuelta el 28 de octubre en Brasil.

¿Cuál es la actual regulación del aborto en Brasil?


En Brasil el aborto inducido o interrupción voluntaria del embarazo es considerado delito contra la vida humana previsto en el Código Penal Brasileño. Este delito está castigado con una pena de prisión de uno a tres años para la mujer que cause el aborto o que dé permiso para que otra persona lo cometa. En este último caso, a la persona que realizó el procedimiento se le castiga con una pena que va de uno hasta diez años de prisión, dependiendo de si hubo o no consentimiento de la mujer.

El aborto inducido solo está permitido en tres situaciones:

  1.  Cuando supone un riesgo para la vida de la gestante.
  2. Cuando el embarazo es resultado de una violación.
  3. Cuando el feto fuera anencefálico, es decir, no tenga cerebro.

Las gestantes que se encuadren en una de esas tres situaciones tienen el respaldo del Gobierno para obtener gratuitamente el aborto legal a través del Sistema Único de Salud.

¿Cuál es la realidad social?

Flash Mob 28 DE SETEMBRO

Imagen de Midia Inja /Flickr

En este país de casi 210 millones de personas se estima que una de cada cinco mujeres ha intentado poner fin a un embarazo no deseado. Según la última Investigación Nacional del Aborto, divulgada en 2016, último año del que existen cifras oficiales, cerca de 500.000 mujeres realizaron un aborto clandestino en el año anterior, de las cuales 203 fallecieron debido a procedimientos mal hechos.

El Ministerio de Sanidad Brasileño habla de 9,5 a 12 millones de abortos inseguros –a través de medicamentos, tés abortivos o procedimientos en clínicas clandestinas- entre 2008 y 2017. El cuidado médico de estas mujeres le ha costado más de 130 millones de dolares al Gobierno en la última década.

Son las mujeres pobres, negras y con baja escolaridad las que más mueren –al menos cuatro por día según datos de 2015 y 2016 del Ministerio de Sanidad- debido a los procedimientos inseguros. Estas mujeres no pueden asumir los altos costes de las clínicas abortivas con buenas condiciones.

En los últimos años en Brasil, dado el aumento del poder político de los evangélicos y el carácter más conservador del Congreso, los legisladores han presentado medidas para prohibir por completo el aborto. Existen pocas políticas que apuesten por la legalización o la despenalización.


¿Cómo ha influido el movimiento argentino en Brasil?

Este año una marea verde llena de esperanza tomó las calles de Argentina. Cientos de mujeres pedían “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”. La despenalización del aborto en Argentina ya fue discutida en el ámbito parlamentario hace once años y el Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo ha sido presentado siete veces en el Congreso Nacional Argentino. Solo esta última vez, este mismo año, el proyecto ha conseguido llegar al plenario aunque finalmente el Senado argentino rechazó la nueva ley.

Pañuelazo en Ciudad de México por el aborto legal en Argentina

Imagen de Protoplasma K /Unsplash

Para Sônia Corrêa, investigado y co-coordinadora del Observatorio de Sexualidad y Política en Brasil, esa “inspiración” llegada de Argentina también está asociada a una fuerte señal de que hay un movimiento para garantizar los derechos en America Latina. “Si la movilización de países que cambiaron su legislación sobre el aborto como Chile y Bolivia, aún pequeña, no se hubiese mantenido viva, no tendríamos el resultado que vimos ahora en Argentina. Es en eso en lo que Brasil necesita inspirarse”.

Según especialistas, el proceso argentino puede tener impacto en los países vecinos. “Brasil está en un proceso político, democrático e histórico similar a Argentina. Diría que hay un enorme potencial, si no de impacto, de reconocimiento mutuo de que este es el momento de la historia y de que Brasil forma parte de ese proceso” afirma Debora Diniz, antropóloga y miembro de Anis–Instituto de Bioética, Derechos Humanos y Género, de Brasilia. El instituto al que Diniz representa es autor, junto al Partido Socialismo y Libertad (PSOL), de una ADPF (acusación de violación del precepto fundamental) inédita en Brasil, presentada ante el Supremo Tribunal Federal (STF).

¿En qué consiste la Acusación presentada ante el Supremo Tribunal Federal de Brasil?

Presentada en marzo de 2017, esta ADPF (acusación de violación del precepto fundamental) pide que al Supremo Tribunal Federal (STF) la despenalización del aborto hasta la semana 12 de gestación. Esto significa afirmar que la interrupción del embarazo realizada por voluntad de la mujer hasta las 12 semanas no es delito, es un derecho de las mujeres.


El documento sostiene que los artículos 124 y 126 del Código Penal Brasileño (que tipifican el aborto como delito, salvo en los tres casos mencionados), redactado en 1940, están en conflicto con la Constitución brasileña, que entró en vigor en 1988. Según el documento, los derechos de las mujeres a la vida, la dignidad, la libertad, la igualdad, la no discriminación, la salud y la planificación familiar, entre otros, establecidos en la Constitución, han sido violados por la penalización de la interrupción voluntaria de la gestación en su primer trimestre. El tema fue debatido los días 3 y 6 de agosto en audiencia pública del STF, convocada por la jueza Rosa Weber, relatora de la Acción.

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Imagen de Marino Sondek / Flickr

¿Por qué se debate la despenalización del aborto ante el poder judicial?

Entre los seleccionados para participar en el debate hubo organizaciones de salud (como la Federación Brasileña de las Asociaciones de Ginecología y Obstetricia), religiosas (como la Conferencia Nacional de Obispos), entidades que ayudan a mujeres a abortar (como Women on Waves), además del Frente Parlamentario en Defensa de la Vida.

En Brasil el proceso está en manos del Supremo (STF), (poder judicial), a diferencia de Argentina, donde el debate tuvo lugar en parlamento (poder legislativo). En Brasil, el Congreso, predominantemente conservador, no ha llevado adelante proyectos de ley sobre esta materia. Por el contrario, en 2015, el grupo parlamentario evangelista consiguió aprobar un Proyecto de Ley que dificulta el servicio médico de las mujeres víctimas de violación.

Los contrarios a la interrupción voluntaria del embarazo se basan en cuestiones morales y religiosas y argumentan que la vida comienza en la concepción y que hay que protegerla. También argumentan que la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo podría aumentar el número de abortos, a pesar de que los datos de los países que legalizan el aborto muestran justamente lo contrario.

Sin embargo, el Supremo (STF) viene siendo progresista en decisiones de este tipo. Permitió las investigaciones con células madre embrionarias en 2008, permitió las uniones entre personas del mismo sexo en 2011 y legalizó el aborto de fetos acéfalos en 2012.

¿Qué fue debatido ante el Supremo Tribunal Federal?

Entre los días 3 y 6 de agosto más de 60 personas expusieron investigaciones, experiencias, opiniones y datos ante el STF. En algunos momentos del debate hubo conmoción, como cuando el médico Sergio Tavares reveló, emocionado, que cuando su mujer quedó embarazada por segunda vez decidieron abortar para poder dedicarse integralmente a su primer hijo, de un año de edad y con una discapacidad.


En contra de la despenalización, Lenise Aparecida, del Movimiento Nacional de la Ciudadanía por la Vida–Brasil sin aborto, llevó un feto de goma de 12 semanas a la audiencia para ilustrar su punto de vista: “Es arbitraria la definición de 12 semanas. Yo no puedo menospreciar el valor de una persona porque sea tan pequeña. Tiene padre y madre. Es una de nosotros.”

La investigadora Débora Diniz, de la Universidad de Brasilia y del Instituto Anis, expuso datos que muestran que una de cada cinco mujeres brasileñas de hasta 40 años ya han practicado un aborto. “Si todas las mujeres que han abortado estuvieran en la cárcel hoy, tendríamos un contingente de 4,7 millones de mujeres, por lo menos cinco veces el sistema de prisiones, que ya es el cuarto del mundo. ¿Por qué ser tan poco razonables en este debate? El aborto no es un asunto de prisión, es un asunto de cuidado, de protección y prenvencion”, defendió.

Después de la audiencia, la jueza Rosa Weber deberá preparar un relatorio del caso. No hay plazo para ello. En un juicio en 2016, la jueza se posicionó favorablemente a que el aborto deje de ser delito. Por eso hay expectativa de que Weber se manifieste a favor.
El proceso debe ser votado e incluido en la agenda de procesos del plenario del Supremo. Se espera que la decisión no llegue hasta el próximo año ya que este año Brasil tiene elecciones generales y el plenario tiene otros procesos pendientes.

¿Cuál ha sido el último movimiento de mujeres en Brasil?

La campaña de redes sociales llamada #EleNão (Él no) es el ejemplo más reciente de la nueva ola feminista. Así millones de mujeres rechazan al candidato de ultraderecha Jair Bolsonaro. El político ha llamado, en público, a las mujeres ignorantes, indignas de un salario igualitario al de los hombres, ha manifestado que algunas son demasiado feas para ser violadas, e incluso llegó a decir que el nacimiento de su única hija (mujer) fue “un momento de debilidad”. Además de denigrar a las mujeres ha ofendido a la población afrobrasileña y ha sugerido que preferiría que un hijo suyo muera a que sea homosexual.

Bolsonaro, un ex capitán del Ejército de 63 años, ha sido el vencedor, con el 46,03% de los votos, de la primera vuelta de las elecciones, celebrada el 7 de octubrelidera con 27% la intención de voto para la primera vuelta de la elecciones, que tendrá lugar el 7 de octubre, seguido del candidato del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), Fernando Haddad, con 29,28%.

El megaescándalo de corrupción investigado por la Operación Lava Jato que ha golpeado a los principales partidos políticos ha disparado a Bolsonaro hasta arriba de las encuestas para las elecciones generales del próximo 7 de octubre. Bolsonaro ha visto, además, impulsado su liderazgo tras ser apuñalado en el abdomen durante un mitin.

29.09.2018: Rosemberg participou do ELE NÃO

Imagen de Deputado Rosenberg / Flickr

Más de 3 millones de mujeres forman parte del grupo de Facebook “Mujeres unidas en contra de Bolsonaro”. El grupo denuncia “el avance y el fortalecimiento del machismo, la misoginia, el racismo, la homofobia y otros tipos de prejuicios”, y asegura que el candidato amenaza las conquistas y derechos femeninos.

El pasado 29 de septiembre hubo manifestaciones en 41 ciudades brasileñas bajo el lema #EleNão. La Policia Militar de Brasil no divulgó cálculos de los asistentes. Las organizadoras del evento estiman que 150 mil personas participaron en la manifestación de São Paulo y 30 mil personas en la de Rio de Janeiro. Se afirma que fue la mayor manifestación de mujeres de la historia de Brasil.
Anitta, la mayor estrella pop internacional de Brasil, publicó en Instagram: “Quiero dejar claro, de una vez por todas, que no respaldo al candidato Bolsonaro”. Artistas internacionales como Madonna y Cher se posicionaron contra el candidato en sus redes sociales, usando en sus publicaciones el hashtag #EleNão.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro.

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Sandra Montañana Boza

Valencia, España. Residente en Brasil. Licenciada en Derecho. Apasionada por los derechos humanos y los asuntos internacionales.


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