28/03/2024 MÉXICO

El auge de la extrema derecha en Europa

En los últimos años, nuevos partidos conservadores o ultraconservadores han irrumpido con fuerza en los parlamentos de diferentes países europeos. La mayoría de estos partidos culpan a los refugiados y a los estragos de la globalización de la situación de parte de la población europea. ¿Es este un fenómeno continental? ¿Cuáles son las causas de tal cambio?

En los últimos años, nuevos partidos conservadores o ultraconservadores han irrumpido con fuerza en los parlamentos de diferentes países europeos como Alemania, Reino Unido, Francia, Países Bajos o Dinamarca. La mayoría de estos partidos culpan a los refugiados y a los estragos de la globalización de la situación de parte de la población europea. Esperan que se produzca un giro ideológico histórico, donde renazca el conservadurismo en Europa. ¿Es este un fenómeno continental? ¿Cuáles son las causas de un cambio así?

Además de su rechazo a los refugiados y a la inmigración en general, los programas de estos partidos políticos proponen ambiciosos programas económicos basados en los subsidios a las familias y a los pequeños empresarios, así como programas de nacionalización del sector privado que están atrayendo al voto tradicional de izquierdas. De esta manera, el resurgimiento de la derecha radical y populista no se traduce únicamente en discursos racistas, sino que también incluye políticas localistas que se enfrentan al internacionalismo. Abogan por la soberanía estatal en contra de la globalización y, por ello, la mayoría de estos partidos son antieuropeístas. En el siguiente mapa, podemos observar el incremento que se ha producido de los partidos de la extrema derecha en los diferentes parlamentos europeos. Así, podemos ver como el mayor auge se ha producido en los países centroeuropeos.

Foto vía Real Instituto Elcano

A continuación se ofrece un análisis, país por país, de los partidos de extrema derecha que han surgido y que han aumentado en votos y en qué se ha basado su programa.

Alemania

Las elecciones alemanas del 2017 fueron un gran éxito para el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD por sus siglas en alemán). Este partido, con el 12,6% de los votos, consiguió posicionarse como tercera fuerza en el parlamento alemán.

Su programa se basó en un discurso antiinmigración y anti-islam aprovechándose de la impopular política migratoria del partido de Ángela Merkel. Además, la aparición de este partido en el panorama político provocó un aumento de los ataques xenófobos, principalmente contra los refugiados que había aceptado este país.


Austria

En Austria, los partidos de extrema derecha llevan tiempo presentándose a las elecciones. Consiguiendo que, en las últimas elecciones legislativas del 2017, el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ por sus siglas en alemán) obtuviese 32% de los votos. En diciembre, el FPÖ llegó a un acuerdo de coalición con el Partido Popular Austríaco (ÖVP), consiguiendo ministerios tan importantes como el de Interior, el de Asuntos Exteriores o el de Defensa.

A diferencia de otros partidos de extrema derecha europeos de reciente creación, el FPÖ tiene un recorrido más largo. Fue fundado en los años 50 y, en la actualidad, pese a renegar del nazismo, basan su programa en posiciones ultranacionalistas.

Foto vía Flickr

Aunque en las elecciones legislativas de 2017 sus resultados fuesen buenos, en las posteriores votaciones regionales no han conseguido el mismo éxito. Así quedó demostrado en los resultados que obtuvieron en las elecciones regionales de Carintia, donde no alcanzaron su objetivo de lograr más del 25% del voto total.


Francia

En las elecciones francesas del 2017, el partido ultraderechista de Marine Le Pen consiguió aumentar en 8 diputados los 57 que ostentaba hasta el momento en la Asamblea Nacional. De hecho, el 13% de la población francesa votó al partido de Le Pen, un 10% más que en las elecciones legislativas del 2012 (3,66%).

Hungría

Quizás uno de los países donde más se ha notado la presencia de los partidos de la ultraderecha es en Hungría. De hecho, las declaraciones de su líder y primer ministro, Viktor Orban, han hecho que el Alto Comisario para los Derechos Humanos de la ONU, Zeid Raad Al Hussein, mostrase su preocupación.

Es más, el gobierno rechaza la acogida de personas que solicitan asilo en este país.

Su postura llega hasta el extremo de manifestar que los inmigrantes buscan invadir Europa para destruir la cultura europea. Esta denominada “cultura europea” se basaría en unos “valores cristianos”.

Italia

El nuevo gobierno italiano está considerado como el más derechista desde la caída del régimen fascista de Mussolini. A pesar de que la Liga recibiera un 17% del voto en las elecciones parlamentarias, consiguió colarse en el nuevo gobierno y, su líder, Matteo Salvani, es primer ministro adjunto y ministro del Interior.

Sus políticas se están basando en la deportación (medio millón de refugiados) y en reforzar la policía, como se ha acordado en el pacto del gobierno de coalición entre la Liga y el M5S. De hecho, Salvini no oculta su visión fascista y su apoyo a diferentes líderes de la extrema derecha.


Los discursos de Salvini sus discursos están plagados de ataques contra los refugiados y los musulmanes.

Además del pacto entre el M5S y la Liga para estar en el gobierno, se han incluido varias políticas que afectan a aquellos sectores poblacionales italianos más pudientes a través del impuesto fijo de dos etapas.

Polonia

El auge de la ideología ultraconservadora en Polonia se ejemplificaba en la marcha anual de la independencia del 2017. Durante ese día, los manifestantes recorrieron las calles de Varsovia posicionándose contrarios a la política de acogida de refugiados de la UE y al avance del islam. De hecho, el gobierno polaco no se adhiere a dicha política.

En los últimos meses, ciertos temas controvertidos referentes al Holocausto se han reabierto. La controversia proviene de la implementación de la ley del Holocausto que ilegaliza acusar a polacos o al Estado polaco de complicidad en el Holocausto y atribuye penas de hasta tres años de prisión por el uso de la expresión “campos de exterminio polacos”. Los hechos han provocado profundas tensiones con Israel.

República Checa

En lo referente a este país, el euroescéptico Milos Zeman renovó su mandato como presidente de la República Checa en 2018. Además de su rechazo a la Unión Europea, mantiene una buena relación con el presidente ruso, Vladímir Putin, llegando a oponerse a las sanciones que le imponía la UE.

Igual que el presidente húngaro, Zeman ha definido a la inmigración musulmana como una “invasión organizada” imposible de integrar en Europa.

Reino Unido

Mención especial merece el Reino Unido que, con el Brexit, culmina una política antieuropeísta. Las campañas para votar a favor de la salida de Reino Unido de Europa se escudaron en el rechazo a la política de fronteras abiertas. De esta manera, se culpó a los inmigrantes de “quitar” el empleo a los británicos, del aumento de la criminalidad y de disolver la esencia de la nación.

Además, se argumentó estar pagando por los problemas económicos de otras naciones como Grecia o España.

Los factores del auge

En el siguiente gráfico se muestra la evolución detallada de la extrema derecha en Europa. Tal y como se ha descrito, todos los partidos de extrema derecha europeos se basan en unas políticas similares que son las que les ha permitido obtener este incremento de votos, pese a que cada país presenta sus particularidades. De hecho, uno de los aciertos de la actual extrema derecha europea es haber constituido el Movimiento Europa de Naciones y Libertades (MENL) donde ponen en común su agenda, experiencia, la estrategia que siguen y sus líneas discursivas.

Foto vía eldiario.es

Hay que considerar que la crisis económica internacional, la inmigración hacia Europa y la corrupción de las instituciones facilitan la aparición de un discurso del que se aprovechan estos partidos de extrema derecha.

Además, exaltan los sentimientos nacionalistas, se aprovechan del miedo que provoca la inmigración a la población y de unas instituciones europeas alejadas de la ciudadanía.

También vuelven a unas políticas económicas proteccionistas. Todos estos factores los convierten en partidos antieuropeos y antiglobalización. Por último, con su discurso populista intentan identificarse con la población, entender cuáles son sus intereses y buscar y remarcar quiénes son los culpables de esos males que acechan a la mayoría de los ciudadanos.

 

Esta es una explicación sin ánimo de lucro.

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Laura Sánchez Fernández

I hold a degree in Political Science and I studied a master in European Integration. Particularly, I had interest for the area of study of the international security. Even my Master's dissertation was about WMD. Later on, I had the chance to made an internship in the framework of the Leonardo's grants in Belfast. After few specialization courses, I’ve decided to study again and I just finished a master in Corporate Communication, Protocol and Events. But, during all these years I was not only studying. In fact, I am working since I was 19 years old in many different fields. Specially, events management, culture and business promotion. Interested in International Relations, European Policy, Foreign Affairs and Security, Diplomacy, Protocol, Communication, Business, International Trade and International Economy.


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