28/03/2024 MÉXICO

¿Ha dejado de ser Internet una herramienta disruptiva?

Mark Zuckerberg en una convención de nuevas tecnologías en Estados Unidos.
Mark-Zuckenberg en una convención de nuevas tecnologías en Estados Unidos
A principios de siglo, antes de que muchos nacieramos, no pocos presagiaron que Internet se constituiría, más pronto que tarde, como una herramienta de empoderamiento y emancipación en tanto que permitiría a personas de todo el mundo comunicarse e intercambiar información. Se podría decir que se vivió un ánimo pre-revolucionario. Razones no les faltaban.

De la imprenta a la televisión


A mediados del siglo XV nace la imprenta y se daba un paso adelante para democratizar el acceso a la información. Toda persona que pudiera leer, comenzaba a tener acceso a copias de los libros más importantes y a los primeros periódicos, que entonces consistían en una sola página, sin portada ni titulares.

Se tuvo que esperar hasta mediados del siglo XX para que la radio y el uso de los transistores se masificara de manera universal. La radio o las transmisiones radiales fueron hechas realidad por primera vez en Rusia por Aleksandr Stepánovich Popov; en EE.UU. por Nikola Tesla; en el Reino Unido por Guillermo Marconi y en España por Julio Cervera, para que, finalmente, los 20 y los 30 sean las décadas en que se pusieran en marcha las primeras estaciones de radio en Europa y el continente americano. En 2012, según la EFA Global Monitoring Report, el 75% de los hogares en los países en vías de desarrollo tienen acceso a la radio.

Casi en paralelo, las primeras emisiones públicas de televisión las efectuó la BBC en Inglaterra en 1927. Sin embargo, la penetración de la televisión en nuestros hogares, demoraría mucho más tiempo debido al alto precio de esta máquina en relación al transistor. En 2017, el porcentaje de hogares estadounidenses con acceso a la televisión ya sea por vía digital, cable o conexión a internet ascendió al 96%.

El cerebro ya no tenía que hacer el esfuerzo de saber leer códigos e imaginar los sucesos, sus contextos y a sus personajes. La radio acortó el esfuerzo, y debido a su vocación de constituirse como medio de masas, simplificó el lenguaje y emocionó con tan solo la melodía de una canción. Por su parte, la televisión lo incluyó casi todo: audio y vídeo, nada podía ser más real. Aún en blanco y negro, transmitía las imágenes de una novela o partido de fútbol en una forma en que parecía más cercana a la realidad. No obstante, a pesar de ser un derecho humano*, el “intercambio de información” mantenía solo una dirección, de empresas de la comunicación hacia la población. Con internet, esto dejó de ser así.

[Vía GIPHY].

El mundo en red: el nuevo horizonte desde internet

Si bien decíamos que la imprenta hizo posible la difusión de información y textos a gran escala, aunque todavía, a una minoría leyente, y que la radio y la televisión masificaron este fenómeno hasta niveles insospechados. El internet dio un salto cualitativo muy importante, abrió la posibilidad a que las personas con un computador delante pudieran publicar su propia información a todo el mundo.


Aaron Swatz proyecta muy bien el ánimo que se vivía a mediados de los 2000, diciendo: “en la televisión normal tienes acceso a un canal, en la televisión por cable, quizá, 500; en internet todo el mundo puede tener su canal”. Así que todo el mundo decidió a abrir su propio canal, una cuenta de myspace, su propia web o blog. La apertura de blogs creció exponencialmente, especialmente, gracias a personas como Hossein Dearkshan.

El  5 de noviembre de 2001, este bloguero iraní con tan sólo 26 años publica una guía sobre cómo abrir un blog, provocando que Irán, en unos meses, se convirtiera en uno de los cinco países con más blogs del mundo. Por lo que se ganó el sobrenombre de “el blogfather” cuando era un veinteañero. Hossein Derakshan, al igual que Swartz, estaba obsesionado en facilitar la interconexión entre personas, de juntar a la gente en la web por la afinidad de los temas. De ahí que se creara RSS en 2007. Swartz acababa de inventar una sencilla forma de suscribirse a fuentes de información y tener acceso a ella o una síntesis de ella automáticamente. La base del hipertexto moderno dice Peter Echersley, ex compañero de piso de Aaron.

Con la proliferación de blogs y webs, la pregunta a finales de los 2000, apunta Swartz, no era quién tiene acceso a la web, sino quién controla la manera de encontrar a la gente, cómo ordenar, y, por tanto, decidir qué aparece y que no en las primeras opciones de búsqueda. En internet, a diferencia de la televisión, todo el mundo hace ejercicio de su libertad de expresión, sin embargo, no todo el mundo consigue ser escuchado. Esto bien lo supo ver Google, y de una manera más personalizada, Facebook.

Del internet-libro al internet-televisión

Facebook, a medio camino entre myspace y un blog, con una estética sencilla e introduciendo los “news feed”, explota y se viraliza su uso. En 2010, tras 6 años de su lanzamiento, Facebook (antes The Facebook) alcanza los 500 millones de usuarios. A diferencia de los blogs, Facebook eliminó los hipervínculos y la RSS. La gente no se juntaría con otras personas por temas, sino por “amistad”.


La supresión del hipertexto o el hipervínculo, según Derakshan, se explica porque la empresa busca maximizar las ganancias al mantener cautivos a los usuarios y exponerlos a más y más publicidad. El hipervínculo, señala el iraní, representaba el espíritu abierto e interconectado de la red mundial, una visión que comenzó con su inventor, Tim Berners-Lee. El hipervínculo era una manera de destruir la centralización, lo lineal y las jerarquías, para reemplazarlos por algo más interconectado, un sistema de nodos y redes.

Lo propio pasa con Twitter, lanzado en 2006, no sólo eliminaron la posibilidad de utilizar hipervínculos y dirigirnos a la fuente con un click, sino que también limitaron el número de caracteres que iban a aparecer por post/tweet. Sólo 140. En 2010 se lanza Instagram -cuyo propietario actual es Facebook-  y el intercambio de imágenes, especialmente en los selfies, toma la centralidad. No obstante, estas imágenes ni sus descripciones permitirían siquiera introducir links, y mucho menos hipertexto. Instagram es la red social que definitivamente sustituye el fin de intercambio de la información por el fin de la entretención.

Cada vez que iniciamos sesión en Facebook, Instagram, y en menor medida, Twitter, dice la ex estrella del blog,  comienza mi televisión personal. Todo lo que tengo que hacer es desplazarme: nuevas imágenes de perfil de amigos, pequeños fragmentos de opinión sobre temas de actualidad, enlaces a nuevas historias con subtítulos cortos, publicidad y, por supuesto, videos de autoaprendizaje. Facebook continúa transmitiendo lo que me gustaría. Esta no es la red que conocí cuando fui a la cárcel. Este no es el futuro de la web. Pronto, Internet será una colección de aplicaciones móviles en lugar de sitios web.

La civilización del espectáculo que llamara Vargas Llosa, cuyo eje vertebrador ha sido la televisión, sigue perenne y su nuevo eje es internet, o la intertelevisión.

¿Es el fin de Internet pensado como herramienta de transformación?

Los teléfonos celulares (y las redes sociales) ayudan a estar conectados a los que están a distancia. Los celulares permiten a los que se conectan mantenerse a distancia. – Zygmunt Bauman.

Queda evidenciado que los canales de comunicación se vuelven más estrechos. Los espacios para lo escrito se reducen, mientras que el espacio para la imagen comienza a ser el central y más importante. ¿Cuánto análisis y reflexión cabe en una fotografía? Una buena fotografía puede ser hecha desde un punto de vista crítico, e incluso puede emocionar, pero ¿nos estamos acostumbrando una atomización y sin fin de imágenes que apuntan a todas direcciones que no permite ver más allá que la imagen? ¿no es el terreno de lo audiovisual uno más fértil para la captura del internet por el entretenimiento?


Bajo esta perspectiva, Snapchat lanzado en 2012 podría ser considerado una forma de no-comunicación casi en su totalidad, ya que consigue que uno esté más pendiente de quiénes y cuántos observan tus imágenes, y, sobre todo, quiénes realizan una captura de pantalla que de intercambiar mensajes. Además, las imágenes se autodestruyen. Las imágenes no dejan rastro. Se trata de la muerte del mensaje en tanto que lo que importa ya no es el contenido de la imagen, sino el hacerle o no captura de pantalla a la misma, y saber “quién te está siguiendo”.

Probablemente, internet se aleja mucho de lo que Aaron Swartz, Derakshan y muchos otros millones de personas esperaban: información libre, interconectividad con otros ciudadanos, influir en las decisiones públicas, recuperar cierto poder, etc. Internet destruyó casi por completo la industria de la prensa escrita en EE.UU., como bien demuestra el documental “Page One: un año en el New York Times”. Pero, ¿qué fue lo que lo desactivó como herramienta de transformación?, ¿la penetración de las empresas, la propia gente, un uso irresponsable o simplemente, era cuestión de tiempo que tal cantidad de información no organizada, lo fuera a través de plataformas como Google o Facebook, -multinacionales que siempre ganarán más dinero entreteniéndonos que contribuyendo a “la revolución”?

*Para las Naciones Unidas, la libertad de información es un derecho fundamental y la piedra angular de todas las libertades a las que están consagradas las Naciones Unidas.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro.

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Andy Philipps Zeballos

Migrante, politólogo y mestizo ch'ixi. Seremos millones.


2 comments

  • Ricardo

    23/02/2018 at

    Internet es como la filosofía. Me la pone tiesa

    Reply

  • RMJ

    03/05/2019 at

    Creo que es una herramienta muy importante para los cambios que se están dando ahora, pero la situación es casi la misma que antes respecto al uso de información. Antes, si alguien quería informarse sobre algún tema en específico iba hacia alguna biblioteca o lugar donde pueda encontrar lo que necesite. Pero la información estaba ahí y solo había que buscarla. Ahora, la información llega más rápido pero no todas estarán interesadas, se perderán entre las miles de selfies, propagandas sútiles que nos muestra google , facebook( intereses obtenidos desde el micrófono de nuestros celulares), instagram y entre otras redes. La internet, sí es una herramienta que puede ser usada para una transformación, la cuestión es depende de quién lo use pues hay información para el que quiera informarse y aprender sobre cualquier tema ; huelga decir que una transformación no les conviene a todos, y solo aquellos con el poder necesario pueden censurar lo que quieran pisoteando así el derecho a la libre información.

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