19/03/2024 MÉXICO

Elecciones en Angola: ¿Nuevo presidente, mismo sistema?

Mujer angoleña vota en un colegio electoral en Luanda [Foto: Paulo Novais vía EPA].
Mujer angoleña vota en un colegio electoral en Luanda,
Angola ha cambiado de presidente: tras la retirada de Dos Santos, después de más de 25 años en el poder, João Lourenço es el presidente continuista del MPLA. Lourenço deberá enfrentarse a la división heredada de la guerra civil, una economía deprimida centrada en el petróleo y los diamantes, y una corrupción endémica arraigada en el Estado. ¡Analizamos el escenario angoleño!

La República de Angola celebró elecciones el pasado 23 de agosto, pero con una novedad que hace excepcionales estos comicios: José Dos Santos, Presidente de dicho país desde el año 1979 no participó de estas elecciones por motivos de salud y dejó como su sucesor a João Lourenço, nuevo y actual presidente de Angola. Después de décadas de gobierno del MPLA con José Dos Santos al frente, Lourenço tiene varios obstáculos que superar.

Angola: su nacimiento desde la guerra civil

La República de Angola estableció su independencia de Portugal en el año 1975 y muy poco tiempo después, ante la falta de un liderazgo político posterior a la descolonización, el país se dividió en dos y se sumió en un conflicto armado: por una parte estaba el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) que se asentaba en la capital, Luanda, así como en el territorio norte del país; y por el otro lado, la Unidad Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), que dominaba los territorios del sur y era dirigido por Jonas Savimbi. La guerra civil se prolongó por 25 años, y por sus características, se insiere totalmente en el período de la Guerra Fría. En este sentido, los distintos bandos recibieron ayuda internacional de las potencias mundiales.

Por una parte, la UNITA recibió ayuda de Estados Unidos, Reino Unido y China, y el MPLA de la Unión Soviética y, particularmente, de un país: Cuba. Fidel Castro, no satisfecho con vender armamento a Angola, también envió ingenieros y médicos a través de la Operación Carlota. Si bien la UNITA recibía ayuda (no constante), la mano tendida por Fidel Castro hizo que la balanza —a mediados de los noventa— se inclinara a favor del MPLA y su líder, José Eduardo Dos Santos.

Jonas Savimbi saluda a miembros del Parlamento Europeo en 1989 [Foto: Emmuhl vía WikimediaCommons].

Aparte de liderar el MPLA durante la guerra civil, Dos Santos también desempeñaba sus funciones como presidente e intentaba construir un país con la ayuda internacional y la venta de diamantes. Los ingenieros cubanos desarrollaron un programa de agricultura que fracasó debido al tipo de suelo del país, que no era apto para los cultivos planificados. Además, el desgaste de la propia guerra civil hacía muy difícil el éxito de un proyecto de tal nivel. Esto ocasionó que casi toda la economía angoleña siguiera dependiendo de la explotación de diamantes, principal fuente de riqueza para el país.

En el año 2002, las prospecciones petrolíferas encontraron crudo en las costas de Angola y, desde entonces, su explotación no ha parado de aumentar. Con un crecimiento económico muy acelerado, pero a la vez fuertemente desigual, Angola atrajo la entrada de empresas petroleras extranjeras en el mercado y, con ello, la de trabajadores expatriados. Este hecho ocasionó la subida estrepitosa de la demanda de bienes en su capital, Luanda. Dada la poca oferta existente, convirtió a la capital angoleña en la ciudad más cara del mundo.


Durante todo este período, la principal figura política ha sido José Eduardo Dos Santos, quien asumió las funciones como presidente desde la independencia de Angola. Al mismo tiempo,  lidiaba con la guerra civil de fuerte injerencia extranjera, con el objetivo de expandir la influencia soviética en África. A la caída de la URSS, se celebraron elecciones por primera vez en la historia con supervisión de las Naciones Unidas. La UNITA, al no reconocer los resultados electorales, retomó la guerra civil que concluyó finalmente en el año 2002 con el asesinato de Jonas Savimbi; a partir de la unificación del país y el debilitamiento del grupo, el MPLA no ha tenido ningún rival político que le pudiera hacer frente hasta el día de hoy.

Las elecciones en Angola sin Dos Santos

Las elecciones celebradas el pasado 23 de agosto tuvieron como ganador a João Lourenço, quien sin sorpresas también se lleva la mayoría parlamentaria necesaria para gobernar, dejando nuevamente a la oposición, la UNITA, en minoría.

Cabe destacar que los procesos electorales en Angola dejan muchas dudas sin resolver. Los partidos de la oposición denunciaron que la Comisión Nacional de Elecciones ejerció favoritismos hacia el gobierno de Dos Santos, lo que pone en entredicho su posición favorable acerca de los resultados electorales. Del mismo modo, la Unión Europea no pudo enviar observadores electorales a dicho país pues no se llegó a un acuerdo sobre los puntos exigidos por la UE para un buen desarrollo de las observaciones. El gobierno angoleño dio como justificación que era peligroso tener acceso total a todas las mesas de votación.

A pesar de las limitaciones, se enviaron observadores electorales por parte de la Unión Africana y de la Comunidad de países de habla portuguesa (CPLP) con acceso limitado y regulado por las leyes electorales locales, dando muy poco margen de efectividad al trabajo de campo, al contrario de lo usualmente requerido en una observación electoral estándar.


Los desafíos de Angola

Avenida Amilcar Cabral, Luanda, marzo de 2013 [Foto: Fabio Vanin vía WikimediaCommons].

João Lourenço tiene como desafío encarar la grave situación económica, reducir la enquistada corrupción, y crear un sistema democrático real.

Angola exporta diamantes y petróleo, lo que sumado alcanza el 97% de sus exportaciones, siendo otras actividades económicas casi inexistentes; y hoy en día, debido a la bajada de los precios del petróleo, el país se encuentra en grandes aprietos económicos. Tal y como indica FocusEconomics, la economía no ha dejado de desacelerarse desde 2012, cuando la variación anual del PIB se situaba en el 8’5%. En cambio, en 2016, este mismo porcentaje se situó en un 1’1%. Por otro lado, la deuda pública no deja de aumentar; y costará solucionarlo debido a otra de las acuciantes preocupaciones, la corrupción.

Según Transparencia Internacional, Angola se posiciona en el puesto 164 de una lista de 176 países, dejando al país africano como uno de los más corruptos del mundo. En Angola, un caso tipo de corrupción tiene como principal protagonista al gobierno y a distintos cuerpos del Estado que, en todos los sectores, se acaba quedando con parte de fondos o inversiones destinados al desarrollo y al bienestar de la población. Otras veces, el gobierno o el aparato estatal exige su participación en estas partidas presupuestarias o inversiones privadas para permitir la implementación de tales fondos. De esta forma, el Estado angoleño saca un rédito económico sistemático de cualquier actividad económica que suceda en el país.

Por ejemplo, un caso mediático por la singularidad de sus protagonistas es el de la empresa Sonangol, con una participación activa en la extracción de recursos petrolíferos. Sonangol tiene como su principal ejecutiva a Isabel Dos Santos, hija del expresidente Dos Santos. Irónicamente, el nombramiento de la hija de Dos Santos al frente de la compañía fue —en palabras de la misma— para asegurar la transparencia de la empresa.


Relacionado con estas dos problemáticas está el pobre sistema democrático de Angola. El débil Estado de derecho es la herramienta perfecta para favorecer al partido en el poder. Para poner nuevamente como ejemplo a las elecciones recientes, se ha denunciado la compra de herramientas de recuento de votos manipuladas para llevar a cabo las elecciones. Según la oposición, INDRA (España) y Sinfic (Portugal), quienes fueron adjudicados como asesores tecnológicos para las elecciones bajo normas ambiguas y poco claras, ya habrían sido acusados de manipulaciones en las pasadas elecciones.

Por una parte, INDRAsegún las denuncias— produjo en el año 2008 más boletines de lo que la Comisión Nacional de Elecciones alega haber recibido, y también de entregó un sistema tecnológico para la transmisión de resultados que no respetaba las leyes electorales. Por su parte, Sinfic entregó los documentos electorales incorrectamente en varios centros de votación. Esta clase de denuncias ya se habían hecho en años anteriores pero sin que se esclarecieran los hechos.

También la empresa Odebrecht estuvo involucrada en el financiamiento político del MPLA en años anteriores. Según denuncias hechas por los publicistas João Santana y Monica Moura, Odebrecht financió con recursos no declarados y depósitos en el exterior la campaña electoral del MPLA y, por ende, de Dos Santos en el año 2012 por un valor de 20 millones de dólares. Estos términos fueron aceptados —siguiendo el relato de la denuncia— en una reunión en Río de Janeiro con representantes de Angola y el director de Odebrecht en Venezuela, Ernesto Baiardi y el expresidente de Brasil, Luis Inácio “Lula” Da Silva.

La misma empresa brasileña, mediante préstamos concedidos en el país con bajos intereses, invertía en Angola en la construcción de apartamentos y viviendas. Para tal fin, empleó mano de obra esclava tanto del país como brasileña, por lo que fue condenada en marzo de 2017 a pagar casi 10 millones de dólares.

João Lourenço en Washington D.C., mayo de 2017 [Foto: Jim Mattis vía Flickr].

En el ámbito internacional, Lourenço dejó en claro que Estados Unidos será su principal aliado en cuanto al desarrollo geopolítico. Esto fue confirmado con la firma sobre cooperación estratégica hecha con su par, Jim Mattis, el 17 de mayo del 2017, en Washington D.C. Dentro de este plan se prevé la compra de armamento y asesoramiento militar para el Estado angoleño. También adelantó que intentará frenar la expansión estatal en infraestructura y limitarla a la reconstrucción de su país.

Durante la Guerra Fría, Angola formó parte de las alianzas establecidas con la Unión Soviética. Después de la caída del Muro de Berlín, empezó rápidamente a mostrar un gobierno mucho más liberal con el objeto de iniciar alianzas con los Estados Unidos. A día de hoy, Estados Unidos reconoce a dicho país como un aliado estratégico y vienen realizando tareas conjuntas para combatir enfermedades y proyectos para eliminar las minas anti-persona del país.

Conclusión

Angola tendrá tiempos muy difíciles tanto económica como políticamente. Políticamente, la retirada de Dos Santos de la escena política significará replantear el escenario político del país y equilibrar los distintos grupos políticos dentro de su propio partido antes de que lo haga la oposición. En el plano económico, Lourenço deberá buscar una salida económica a corto y largo plazo; a corto plazo para frenar las necesidades económicas que actualmente tiene su país y, a largo plazo, buscando nuevas fuentes de inversión que de una forma u otra, se empiecen a convertir en el contrapeso de la principal actividad económica: la exportación de hidrocarburos y diamantes.

Será clave para su gobierno el control de Sonangol, ya que la misma proporciona los principales ingresos en el país, pero tiene a la dirección a la hija de su antiguo compañero político. Aunque aparentemente el nuevo presidente dice no preocuparse por la caída de los recursos petrolíferos, a medio plazo puede afectar seriamente su desempeño como mandatario.

La corrupción es otro de los temas que deberá encarar Lourenço. Además del expolio que viven las arcas públicas del país a manos de figuras políticas y empresas privadas, Angola recibe el nombre de laundromat en su antigua metrópolis, Portugal, en alusión a una sofisticada máquina de lavar dinero. Según ha informado The New York Times, cerca de 189.000 millones de dólares salieron de Angola entre 2002 y 2015 en operaciones no muy claras, teniendo como protagonistas a la élite política del país, incluida la hija del entonces presidente Dos Santos.

Angola tiene caminos muy espinosos que debe superar. La violencia, como una forma de llegar al gobierno, ha dejado de ser un camino viable; el legado del expresidente Dos Santos se irá moldeando en los próximos años mientras que la oposición deberá organizarse mucho mejor si desea convertirse en una alternativa política al gobierno y el MPLA.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro.

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Nelson David Cardozo

Licenciado en RRII. Especializaciones en Mediación, Derecho Electoral y Marketing Digital. Docente. Trabajo -parcialmente- en el marketing político digital y asesoría de campañas electorales. Tuiteame y hablamos @nelsondcg1


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