19/03/2024 MÉXICO

¿Por qué se encuentra la vaquita marina al borde de la extinción?

Ejemplar de vaquita marina en peligro de extinción [Foto de Paula Olson vía NOAA].
Ejemplar de vaquita marina en peligro de extinción (Foto de Paula Olson vía NOAA)
La vaquita marina no sólo es conocida como el cetáceo más pequeño del mundo, sino como el mamífero marino en mayor peligro de extinción. Su población es crítica, sólo 30 ejemplares que desaparecerán si no se frena la pesca ilegal.

La vaquita marina no sólo es conocida como el cetáceo más pequeño del mundo, sino como el mamífero marino en mayor peligro de extinción. La población de vaquita marina ha disminuido vertiginosamente en los últimos cinco años y recientemente su población ha descendido a la mitad, pasando de 60 individuos a 30 según el informe CIRVA publicado en 2017. 

¿Qué es la vaquita marina?

El Alto Golfo de California es el único hábitat de la vaquita marina en el mundo, es por eso que es considerada una especie endémica de México [Foto vía edgeofexistence.org].

La vaquita marina (Phocoena sinus) es un pequeño cetáceo de la familia de las marsopas. Esta especie es endémica del Alto Golfo de California (México), es decir, sólo se encuentra en un lugar en el mundo. Fue descubierta y descrita por primera vez a finales de los años 50 y a finales de los 80 se catalogó como especie vulnerable. En cuanto a la biología de la vaquita marina, cada individuo mide aproximadamente 1’5 metros de largo, es por ello que es conocida como uno de los cetáceos más pequeños del mundo (el tamaño medio de los cetáceos es de 16 metros). La vaquita marina se identifica por sus característicos círculos oscuros alrededor de los ojos y la boca.

Las vaquitas se diferencian de otros cetáceos por ser individuos solitarios: suelen vivir en pequeños grupos de hasta tres individuos, usualmente una hembra adulta con sus dos crías, aunque se han observado vaquitas en grupos de hasta ocho individuos. La vida media de esta especie es de 20 años. La vaquita marina se encuentra desde 2007 en peligro crítico de extinción, último grado de clasificación antes de convertirse en especie extinta en la naturaleza.  La acción del ser humano ha llevado a esta especie al borde de la extinción: en 1997 se estimaba una población de 567 individuos sin embargo, a día de hoy sólo quedan 30 especímenes.

 Pero, ¿cuál es la principal amenaza?

Gráfico que representa el declive de la población de vaquitas a lo largo de los últimos años [Foto vía CIRVA].

En la década de los 90, cuando se catalogó como especie en peligro, los expertos alertaban de la alarmante situación en la que se encontraba esta especie marina.  En 2017, la vaquita marina ya es considerada como el mamífero marino más amenazado de las 129 especies de mamíferos marinos conocidos. Análisis genéticos han demostrado una variabilidad genética muy baja, esto quiere decir que la especie puede considerarse históricamente como especie rara o poco común. Debido a esto y a su crítico estado de extinción, la vaquita marina se encuentra en el top 100 de especies más amenazadas con gran importancia en la historia evolutiva


Revisando la bibliografía de las últimas décadas, nos encontramos con lo siguiente: aunque ya en 1999 se alertaba de su declive, los científicos no llegaban a un acuerdo sobre qué factor o factores estaban llevando a esta especie a la extinción; lo cual se ha traducido en una gestión deficiente de la población de vaquita marina a lo largo del tiempo.

Hoy en día, los científicos lo tienen finalmente muy claro: la alta mortalidad de la vaquita marina se debe a la pesca ilegal del pez totoaba, también en peligro crítico de extinción. La razón es que la vejiga de la totoaba es altamente codiciada en Asia. Una sopa que contenga la vejiga de la totoaba puede llegar a costar más de 25.000$ al ser considerado un alimento de lujo. Por ello las vejigas de este pez endémico son traficadas de México a China por un precio de hasta 14.000$ por vejiga. El pez totoaba convive con la vaquita, por lo que su pesca se traduce en la captura accidental de la última en redes colocadas para capturar ilegalmente a este pez. La consecuencia para la vaquita es clara: cuando se quedan atrapadas en estas redes, no pueden subir a la superficie para respirar.

La pesca ilegal y la captura accidental son la principal amenaza para la vaquita [Foto vía eldiario.net].

Aunque la gran causa de la mortalidad es la pesca accidental, la reducida tasa de reproducción de la vaquita no juega en su favor, haciendo que el restablecimiento de la población sea más complicado. Con un número menor de individuos, se produce menor contacto entre sexos y consecuentemente una disminución en la reproducción. Esto es seguido por el aumento de la tan peligrosa endogamia (fecundación entre individuos emparentados genéticamente) y la reducción de la variabilidad genética, lo cual se conoce genéticamente como efecto cuello de botella.


Medidas para conservar a la vaquita marina

En 2005, el gobierno de México, emprendió la primera medida para la conservación de la vaquita y estableció el Área de Refugio de la Vaquita en el Alto Golfo de California, así como el Programa de Protección de la Vaquita. Sin embargo, la gran demanda de la totoaba en Asia siguió ejerciendo presión en los pescadores y la pesca accidental de esta especie siguió ocurriendo incluso en el área de refugio.

Diez años después, en 2015, comenzó la Estrategia Integral para la Recuperación de la Vaquita Marina y la Totoaba por la que se destinaron más de 1.000 millones de pesos mexicanos para actividades asociadas a la conservación de ambas especies, como por ejemplo:

  1. Se realizó la ampliación del área de protección en el Golfo de California, acorde a la distribución de la vaquita.
  2. Se suspendió la pesca comercial mediante redes de enmalle durante dos años y se ofrecieron compensaciones económicas a los pescadores locales.
  3. Se fortaleció la patrulla y vigilancia en la zona.

En 2016, México consiguió que todos los países que forman parte de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) aunaran esfuerzos y cooperaran juntos para reducir la demanda y luchar contra el tráfico internacional del pez totoaba.

Además, durante 2016 el gobierno ha trabajado para retirar hasta 105 redes fantasma (aparejos de pesca abandonados, perdidos o descartados) en el Alto Golfo de California, para esto han colaborado organizaciones como WWF-México, Sea Shepherd Conservation Society y diversas organizaciones de pescadores.

Así son las típicas redes utilizadas para la pesca ilegal del pez totoaba [Foto vía Gobierno de México].


A principios de 2017 el gobierno mexicano, junto a un grupo de científicos especializados, ha  lanzado el plan VaquitaCPR: Conservación, Protección y Recuperación. Un plan bastante arriesgado, que consistirá en trasladar ciertos individuos a un santuario para su protección y recuperación. Sin embargo, existe bastante incertidumbre sobre el éxito de este plan ya que, por un lado, la búsqueda de vaquitas resulta bastante complicada y, por otro lado, la supervivencia de estos cetáceos en un santuario no está asegurada.

Pese a todos estos esfuerzos, los expertos están de acuerdo en que la extinción de la vaquita es inminente a no ser que la pesca accidental, también conocida como bycatch, sea controlada y eliminada.

¿Qué futuro le espera a la vaquita marina?

La pesca y captura accidental han llevado a la vaquita prácticamente a su extinción, esto afecta particularmente a individuos juveniles, lo cual se traduce en una rápida disminución de adultos reproductivos, planteando un futuro nada esperanzador. Además, la vulnerabilidad de la vaquita, debida a su rareza y limitada distribución, no ofrece esperanzas para su recuperación en un futuro cercano. La clave de la recuperación de la vaquita marina, este cetáceo tan singular, se encuentra en la total eliminación de la pesca con redes de enmalle, la extrema protección de su hábitat, el impulso de programas de sensibilización y educación a comunidades pesqueras locales, y compensaciones económicas para las mismas.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro.

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Alicia Mateos

(Zamora, España). Tiene experiencia en investigación marina, campañas ambientales y el uso de redes sociales para la divulgación científica. Ha colaborado en la conservación de tortugas marinas en Cabo Verde e Islas Galápagos, así como en campañas ambientales sobre basuras marinas en Inglaterra.


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