29/03/2024 MÉXICO

La maldición del avión desaparecido de Egyptair

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El vuelo de Egyptair MS804 despegó del aeropuerto de Charles de Gaulle a las 23:09 el jueves 19 de mayo y sobrevoló Italia y Grecia antes de desaparecer en medio del Mediterráneo. Parece extraño pero no es la primera vez que pasa: el 31 de octubre de 2015 un ataque terrorista resultó en la muerte de 224 turistas rusos en la península de Sinaí (Egipto), cuando el avión abandonaba el aeropuerto de Sharm el-Sheikh. En este caso, el motivo fue un fallo en la seguridad el aeropuerto de salida, hecho que la compañía y el gobierno Egipcio pagaron muy caro.


Esta vez las causas no son tan claras: desde el primer momento, los investigadores intentan determinar si el avión airbus A320 de París fue derribado a causa de un acto de terrorismo o por un fallo técnico. Aunque las autoridades egipcias y francesas parecen estar de acuerdo en no sacar conclusiones precipitadas, los medios se apresuraron en llenar horas y horas de dudas y sospechas. El mismo presidente Francois Hollande ha dicho que «no se puede descartar ninguna hipótesis», incluso la posibilidad de que el avión fuera derribado por un ataque terrorista.

¿Ataque terrorista?

La primera hipótesis que se puede barajar es que la desaparición del avión se tratase de un acto de  terrorismo. Este ataque habría tenido lugar en una París militarizada en estado de alerta después de lo ocurrido en el aeropuerto de Bruselas. Además, la ciudad francesa ya estaba preparándose para la Eurocopa y parece complicado que un fallo de seguridad de este nivel se pudiese dar.

Ruta del avión Egyptair MS804 [Foto: Furfur vía WikimediaCommons]

Por otro lado, la mayoría de los pasajeros tenían nacionalidad egipcia o egipcia-francesa —como doble nacionalidad—. Por tanto, Egipto cuenta con el mayor número de pérdidas, ya que treinta de las personas abordo eran originarias de este país, seguidas por quince ciudadanos franceses, dos iraquíes, dos canadienses y un nacional de Reino Unido, Argelia, Bélgica, Chad, Kuwait, Portugal, Arabia Saudí y Sudán. Ninguna de estas personas estaba en las listas de vigilancia por terrorismo.

El ministro encargado del área de aviación de Egipto, bajo la fuerte presión de los medios internacionales, sugirió que la posibilidad de que el accidente fuera el resultado de un ataque terrorista era «más fuerte» que la teoría de un fallo técnico. Durante la misma rueda de prensa los medios egipcios mostraron su enfado y exigieron que, en este caso, París debía pagar por su fallo de seguridad al igual que el Cairo pagó por el ataque al avión ruso.

Si así fue, las investigaciones se centran en el último punto de salida y en cómo, si este es el caso, pudo haber un fallo que permitiera la entrada al avión de un dispositivo explosivo. En respuesta a la sospecha, la prensa internacional se apresuró a describir los cinco países en que el avión realizó una parada antes de París, incluyendo las capitales de Eritrea y Túnez y, finalmente, El Cairo. Incluso algunas teorías conspiratorias citan que el incidente del MS804 ocurría 804 días después del incidente con el avión MH370 de Malasyan Airlines, como para intentar vincular los dos acontecimientos.


El misterio del incidente de EgyptAir aumenta debido a la ausencia de una reivindicación de responsabilidad. Los grupos terroristas detrás de los ataques, por lo general, asumen la responsabilidad con bastante rapidez, pero hasta ahora nadie lo ha hecho. Ni Daesh ni al-Qaeda, ni ningún otro grupo terrorista, se han pronunciado al respecto.

¿Fallo técnico?

Si se trata de un error técnico, sería un golpe moral a la ya herida reputación de la aerolínea, dañada por el incidente en el Sinaí. Sin embargo, al igual que las sospechas de ataque terrorista, no hay nada claro.

Los investigadores franceses informaron que el avión envió una serie de alarmas que indicaban la detección de humo a bordo poco antes de la desaparición de aparato. El portavoz de la agencia de investigación de accidentes Francesa (la BEA) ha explicado que las señales no indican lo que causó el humo o incendio en el avión, sin embargo, ofrecieron las primeras pistas en cuanto a lo que sucedió en los momentos antes del accidente. Además, una fuente de la aviación ha asegurado que un incendio a bordo probablemente habría generado múltiples señales de alerta, mientras que una explosión repentina no puede haber generado alguna —aunque las autoridades insisten en que ningún escenario, entre ellas la explosión, se descarta—.

El diario Al-Ahram publicó un escáner del registro de estos mensajes. Fueron mandados un total de once «mensajes electrónicos» a partir de las 21:09 horas del 18 de mayo, unas tres horas y media antes de desaparecer


Caja negra [Foto: Desconocido vía WikemediaCommons]

de los radares.  El primer mensaje fue enviado en 21:13 GMT, poco antes del despegue, lo que indica que los motores funcionaron sin problemas tal y como el piloto había indicado antes del despegue. Sin embargo, no fue hasta las 12:26 horas del 19 de mayo cuando el avión envió un mensaje indicando que había un cambio en la temperatura de la ventana derecha de la cabina del piloto, al lado del copiloto, a lo que siguieron una sucesión de mensajes hasta la desaparación de los radares.

Las autoridades francesas han confirmado que los detectores de humo se activaron a bordo del vuelo unos minutos antes de desaparecer, pero el análisis de los mensajes automáticos ha indicado que la causa del accidente sigue sin estar clara. El registro del avión indica que también realizaron «virajes bruscos»: realizó un giro a la izquierda de 90 grados y pasó de 37.000 pies a 15.000 pies antes de desviarse 360 grados a la derecha; aunque tampoco son indicativos de la causa, sino de que hubo algún problema. Fue entonces cuando las autoridades egipcias perdieron contacto con el vuelo en torno a las 2:30 horas (1:30 am BST), cuarenta y cinco minutos antes de la hora prevista de aterrizaje en el aeropuerto internacional de El Cairo.

No se descarta ningún escenario

Una vez analizada la caja negra del avión que se ha encontrado esta semana pasada, los investigadores tendrán una idea más clara de lo que causó el accidente. En ella esperan encontrar el detalle de todo lo que ocurrió en los momentos finales antes de que el avión se desplomara en el Mediterráneo. Parece que se ha tenido suerte al encontrarla tan pronto ya que, por ejemplo, se necesitaron dos años para encontrar las cajas negras pertenecientes al vuelo 447 de Air France, que se hundió en el Atlántico matando a 228 personas.

Otra indicación para sacar conclusiones de lo que ocurrió es el estado del fuselaje. Si el accidente fue causado por una bomba se esperan encontrar algunos residuos de explosivos. De momento, solo queda esperar para ver en qué concluyen las investigaciones. Seguramente ocurrirá después de finalizar la Eurocopa de Francia, pero no antes de que el turismo en Egipto se recupere.


El impacto del accidente en el frágil sector turístico de Egipto

El avión desaparecido se fabricó en 2003 y llevaba 48.000 horas de vuelo y, después de trece años operando con normalidad, desapareció sin dejar rastro. Esto supone el tercer golpe a la industria turística de la tierra de los faraones, todavía aturdida por la agitación política tras la revolución de 2011 que derrocó a Hosni Mubarak.

La dañada industria del turismo en Egipto [Foto: Mstyslav Chernov vía WikimediaCommons]

Un «desafortunado incidente» resultó en la muerte de ocho turistas mexicanos en el desierto occidental el 13 de septiembre de 2015. Este incidente fue catastrófico para un país que estaba —y está— sufriendo los estragos por el descenso continuado de su principal fuente de ingresos: el turismo. Un mes después, el 31 de octubre de 2015, un ataque terrorista resultó en la muerte de 224 turistas rusos y la tripulación del avión cuando abandonaban el aeropuerto de Sharm el-Sheikh. Como consecuencia, todos los vuelos con Rusia y el Reino Unido fueron cancelados y el ministro de Turismo del país se vio obligado a reconocer, poco después del incidente en Sinaí, que se esperaba una caída en el  turismo de 13% para 2016.

Aquellos supersticiosos, que sufren de triscaidecafobia o fobia al  número 13, han empezado a teorizar sobre la relación de este número con estos incidentes: 13 años operando, 13 de septiembre, 31 de octubre (13 al revés) y el 13%. Es como si el mal de ojo se hubiera apoderado del futuro de Egipto. Sin embargo, la historia no termina aquí. ¿Has escuchado hablar del virus Zika? No, no te preocupes, no ha llegado [todavía] a Egipto o a la región, pero el mosquito que propaga el virus —también responsable de la fiebre amarilla o el dengue, entre otros— se llama «Aedes Aegypti». Aegypti es la forma latina para Egipto. La mala suerte de este país es caldo de cultivo para supersticiones y teorías conspiranoicas.

Como intento desesperado de recuperación, el ministerio de Turismo ha desarrollado la campaña #ThisIsEgypt y, además, cuenta con el nuevo descubrimiento de una cámara oculta en la tumba del rey Tut. El gobierno está convencido de que es una nueva oportunidad para impulsar el turismo de la zona; sin embargo, hay quienes se preguntan si la maldición de los faraones ha resurgido al perturbar a la momia del faraón del antiguo Egipto.

Esta es una explicación sin ánimo de lucro.

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Olinta Lopez

Vive en Cairo (Egipto) desde 2014, donde ha hecho crecer a la familia. Con un perfil algo dispar, pero a su vez enriquecido por la variedad, es ingeniera técnica multimedia de base complementado con un MA en Relaciones internacionales. Actualmente trabaja como relaciones externas (comunicación y fundraising) en una pequeña ONG en el corazón de Cairo.


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