16/04/2024 MÉXICO

La vida de un niño refugiado en un minuto y medio
Imagen: Save the Chidren España

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Después de comprobar por sí misma el terrible sufrimiento que padecían los niños y las niñas con las atrocidades cometidas en la Primera Guerra Mundial, Eglantyne Jebb, fundadora de Save the Children (1919), advirtió sobre la necesidad de proteger a los niños, y trabajar por el reconocimiento internacional de sus derechos.

Imagen: Eglantyne Jebb, profesora y sociologa, fundadora de Save the Children en Inglaterra en 1919.
Imagen: Eglantyne Jebb, profesora y sociologa, fundadora de Save the Children en Inglaterra en 1919.

El enorme talento de la activista británica para conseguir ayuda efectiva, acabaría desembocando en la promulgación de la Declaración de Ginebra de Naciones Unidas (NNUU) sobre los Derechos del Niño. Este primer texto histórico, que reconocía la existencia de derechos específicos de las niñas y los niños y la responsabilidad del adulto sobre su bienestar, contenía cinco artículos únicos. Entre ellos se contemplaba que:

El niño tenía derecho a vivir en unas condiciones que le permitieran desarrollarse, ser alimentado, atendido si caía enfermo, cobijado y protegido de cualquier explotación.

Apenas veinte años después, vistas las monstruosidades cometidas durante la Segunda Guerra Mundial, se realizó la Declaración Universal de los Derechos Humanos (principios y normas que los Estados crearon y se comprometieron a cumplir). Poco después, basándose en los principios establecidos por Eglantyne Jebb, comenzaron a abordarse los derechos del niño en un documento aparte. Sin embargo, hasta 1959 no se consolidaría la Declaración de los Derechos Humanos del Niño de las NN.UU y de los setenta y ocho Estados miembro que ya entonces la componían. Tendrían que pasar treinta años más para que se firmara la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989 (CDN), y se reconociera a las niñas y niños como sujetos de derecho. Al tratarse de una Convención, los Estados adheridos se comprometían a adecuar su marco normativo a los principios del texto y a destinar todos los esfuerzos que fueran necesarios para lograr que cada niño gozara plenamente de sus derechos: el derecho a participar activamente en la sociedad, a desarrollarse en medios seguros y a ser protegidos por la sociedad y por los gobiernos, entre otros.

La historia de los niños refugiados, ¿es otra historia?

Imagen: Save the Children España
Imagen: Niños refugiados en Serbia / Save the Children España

La historia del siglo pasado parece tener muy poco que ver con la del presente. Actualmente,  Europa está viviendo la peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.  Miles y miles de personas, entre las que se encuentra un elevado número de niñas y niños, se desplazan por tierra y por mar en condiciones inhumanas. En situaciones extremas que, si no logran acabar con su vida, les exponen a todo tipo de enfermedades, abusos y violencia. Pasar por circunstancias semejantes, impide que su desarrollo físico, mental, social, moral y espiritual se realice con libertad y dignidad, tal y como la Convención sobre los Derechos del Niño prometía.


Cinco años después del inicio de la crisis de Siria, más de un cuarto de millón de niños vive en estado de sitio, encogidos en los sótanos y con el miedo constante de ataques aéreos y bombardeos. El alto al fuego permite llegar con alimentos y otros suministros vitales a los niños y a las familias de pueblos y ciudades sitiadas, pero la comida es escasa y se están muriendo de hambre. Por si fuera poco, el impacto psicológico ocasionado por la muerte de familiares y amigos, las explosiones aterradoras y la inseguridad en la que viven, es difícil de reparar: los padres señalan que sus hijos están o más agresivos, o demasiado retraídos o muy deprimidos.

Hemos de encontrar métodos para dar a conocer los hechos de tal manera que despierten al mundo, escribiría Eglantyne Jebb.

En 2014, tercer aniversario de la guerra civil de Siria, Save the Children lanzó un vídeo viral de minuto y medio de duración, en el que denunciaba la dramática situación por la que más de un cuarto de millón de niños estaba sufriendo. Un video que planteaba cómo podría llegar a ser la vida de los niños británicos si estallara en Londres una guerra civil, tal y como estaba sucediendo a millones de niños de todo el mundo en sus países. En las imágenes se mostraba la realidad vivida por estos niños a través de los ojos de Lily, una niña de once años.

El poderoso e inquietante vídeo, además de invitar a ponerse en la piel y en la realidad de una niña refugiada, consiguió despertar muchas conciencias y, en última instancia, llevar a la recogida de firmas y movilizar a los gobiernos para que pasaran a la acción. El vídeo alcanzó 50 millones de visualizaciones en menos de una semana.

Vistos los resultados del primer vídeo, Save the Children ha vuelto a lanzar recientemente otro vídeo de sensibilización ante el drama de los que optan por la travesía marítima y consiguen llegar a un campo de refugiados. También en esta ocasión, el mensaje va dirigido al público occidental y continúa inspirándose en la historia de los niños refugiados a los que la ONG ha venido ayudando en Europa y Oriente Próximo. Tal y como denuncia Save the Children, más de 325.000 niños han cruzado el Mediterráneo y el Egeo huyendo de conflictos bélicos. Una arriesgada travesía en la que se estima han perdido la vida por lo menos 340 menores de septiembre de 2015 a febrero de 2016, una media de dos niños al día.


Salvar vidas y salvar el futuro de esas vidas

Queremos un nuevo acuerdo para los refugiados, para asegurar que cada niño reciba una educación, protección y una oportunidad para comenzar una nueva vida. Andrés Conde, Director General de Save the Children.

An Iraqi woman and her child look out over the sea between Greece and Turkey from the Greek island of Lesvos. Sept 4th, 2015 So far in 2015 more than 350,000 desperate people have made the perilous journey across the Mediterranean Sea. For those who do survive the treacherous journey, the terrifying ordeal is not over. Children often arrive in Europe scared and exhausted.Many have seen and experienced untold horrors during their journey.The physical impact of travelling is also clear. The children our teams have met have had severe sunburns and blisters from their journey. Many have lost their toenails from the huge distances they had walked. Save the Children has worked on these issues for decades and we work along the whole route that refugees take. We work in the countries they are fleeing â countries like Syria, where brutal war has ripped apart the lives of millions. We work in countries en route, like Turkey, Egypt, Greece and Italy â making sure children are protected wherever possible. We also work in countries like Germany, to ensure that that families understand their rights and have access to care and support.
Imagen: Refugiados en la frontera entre Turquía y Grecia / Save the Children España

En el plan de acción de Save the Children lo más importante es salvar vidas y futuros. Salvar vidas, con operaciones de búsqueda y rescate; y salvar el futuro de esas vidas con la creación y el refuerzo de unos sistemas de acogida y de re-asentamiento adecuados. Porque la crisis de refugiados, más que de recursos, es una cuestión de voluntades. Son los gobiernos de la Unión Europea los que deben y tienen que salvaguardar los derechos de los niños de acuerdo a los compromisos que adquirieron en la Convención de los Derechos del Niño. Y no lo están haciendo. No están respetando ni estos principios fundamentales, ni el derecho a la supervivencia y al máximo desarrollo, ni el derecho a la protección contra el abuso, la explotación y las influencias nocivas. Y, aunque en un minuto y medio de vídeo se perciba el drama en la vida de un niño refugiado, cabe preguntarse si hay derecho a que los gobiernos eludan la magnitud de la emergencia para cambiarla definitivamente.

Si quieres realizar una donación para apoyar los programas de Save the Children (España – Especial Refugiados), pincha aquí.

Esta es una explicación sin ánimo de lucro.

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Cuca Cabezon


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