18/03/2024 MÉXICO

La realidad de Burundi: caos político y una población desesperada

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Burundi, un pequeño país ubicado en África que se encuentra entre los diez países más pobres del mundo, lleva décadas sumido en el caos y la inestabilidad política. Te contamos cuál es la situación actual, cómo afecta el conflicto interno a la población civil y los escenarios futuros que plantea el presente clima de violencia que se vive en el país.

Burundi es un pequeño país ubicado en África, más específicamente en la región de los grandes lagos. Limita con Ruanda, Tanzania y la República Democrática del Congo y, si bien no tiene salida al mar, limita con el lago Tanganica.

Burundi [Foto: CIA vía Wikipedia]

Es uno de los diez países más pobres del mundo, con una esperanza de vida de tan solo 54 años según datos del Banco Mundial. Obtuvo su independencia en 1962 -anteriormente formaba parte, junto con Ruanda, de un único territorio controlado por Bélgica. Tras la independencia se intentó imponer una monarquía para mantener un equilibrio entre las dos etnias mayoritarias: los Hutus y los Tutsis. Sin embargo, tras el inicio de los conflictos en Ruanda los Tutsis intentaron tomar el poder. Por ello se sucedieron una serie de golpes de estado y grandes matanzas entre los dos grupos.

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En 1993 se realizaron las primeras elecciones multipartidarias en las que un miembro de los Hutus se erigió vencedor. La paz duró poco. El grupo rival asesinó al presidente electo, dando comienzo a una guerra civil que se cobró más de 300 mil vidas, en su mayoría civiles.

Tras muchas reuniones y negociaciones de paz, y con la mediación de Sudáfrica, se creó en 2001 un gobierno en el que ambas facciones compartían el poder. Los diferentes grupos armados accedieron a un alto al fuego y, cuatro años más tarde, tuvieron lugar las primeras elecciones legislativas dando comienzo, así, a una relativa situación de estabilidad. Pierre Nkurunziza, nuevo mandatario, resultó electo gracias a la victoria del principal movimiento rebelde hutu.


Gracias a la ayuda de las Naciones Unidas se logró desmilitarizar a los diversos grupos rebeldes. Por su parte, el nuevo presidente tuvo que enfrentar la grave situación económica que asolaba al país. La política de Nkurunziza se centró en conseguir inversión extranjera para invertir en la agricultura. Sin embargo, muchas de estas políticas se vieron opacadas por las constantes acusaciones de violaciones a los derechos humanos y a la libertad de prensa por parte del gobierno, especialmente en contra de los medios opositores.

Pierre Nkurunziza y Bingu Wa Mutharika en el Foro Económico Mundial [Foto: World Economic Forum vía Flickr]

En el año 2010, el presidente fue reelegido por el 90% de los votos. A pesar de ello, la campaña estuvo plagada de denuncias de fraude y algunos levantamientos violentos por parte de la población. De esta manera llegamos al 2015: el contexto político aún se mantenía tenso cuando el 26 de abril el presidente decidió anunciar que se presentaría para un nuevo mandato. Esto desató una serie de protestas que han ido escalando en el nivel de violencia.

Los detractores denuncian que un tercer mandato violaría la constitución y el acuerdo de Arusha, que puso fin a la cruel guerra civil que desangró el país. Por otro lado, aquellos que apoyan al gobierno, e incluso el mismo presidente, declaran que su primer mandato se produjo por elección directa del congreso -un congreso  elegido por el pueblo para poner fin a los conflictos- y que, por tanto, su primer mandato no debería contarse como tal ya que no fue la población la que lo eligió como presidente.


¿Cuál es la repercusión en la población civil?

Las protestas, que comenzaron en abril cuando se hizo pública esta noticia, ya se han cobrado la vida de 30 personas, sin contar a los cientos de heridos.

A comienzos de junio, Cruz Roja contabilizaba 21 muertos, entre ellos al menos un líder opositor (Zedi Feruzi), y más de 500 heridos. Otras fuentes doblan esas cifras. Además, hay un número indeterminado de detenidos, algunos de los cuales son acusados de “terrorismo” por las autoridades.

La población, en su gran mayoría de escasos recursos, cansada por los enfrentamientos ha comenzado a escapar del país. Se calcula que ya son más de cien mil los refugiados y desplazados en Tanzania, mientras que unos setenta mil están a la espera para poder cruzar el lago Tanganica y llegar así a los campamentos de refugiados.

Uno de estos campos se encuentra en Nyarugusu, en el interior de Tanzania. Las personas que van llegando son ubicadas en el estadio de fútbol, que se encuentra desbordado ya que las autoridades no pueden lidiar con el ritmo de llegada y los recursos comienzan a escasear.

“Hay muchas personas en situación desesperada. Estoy preocupado por los niños y niñas. Muchos han perdido a sus padres y están solos aquí”. Steve Williams, gerente de Respuesta a Emergencias de Plan Internacional Tanzania

Protestas en Burundi [Foto: Goran Tomasevic vía Reuters]

La Comunidad Africana Oriental (formada por Uganda, Tanzania, Kenia, Burundi y Ruanda) se reunió a finales de mayo para debatir sobre la situación que se vive en el país. Sin embargo, sus observaciones no fueron muy bien recibidas ya que solo se solicitó al presidente Nkurunziza que retrasará las elecciones legislativas y presidenciales -programadas para el 5 y el 26 de junio respectivamente. El portavoz del gobierno anunció que las elecciones serían pospuestas, para el 29 de junio y 15 de julio respectivamente,  pero no hubo mención a la posibilidad de que el presidente abandone sus pretensiones. Naciones Unidas, por su parte, pidió que se continúe con las negociaciones y se reduzca la violencia, sin embargo el enviado de esta organización para la región ha decidido abandonar su puesto de mediador sin dar demasiadas explicaciones pero solicitando tanto al gobierno como a la oposición que busquen fomentar el dialogo para que las elecciones se celebren en condiciones de paz. Desde la oposición se solicita que se los incluya a la hora de reprogramar las elecciones.


Por el momento la situación en Burundi sigue sumida en el caos. A mediados de mayo hubo un intento de golpe de estado que resultó infructuoso y que solo consiguió avivar aún más las protestas y la represión por parte del gobierno. A lo que a los países vecinos concierne, no se espera mucha acción ya que sus presidentes también llevan muchos años en el poder. Bélgica, que solía ser el principal aliado del gobierno, ha decidido rescindir la financiación para la campaña. A pesar de todo, la situación sigue en una especie de limbo en el que los únicos verdaderamente afectados son los civiles, en especial los niños.

Esta es una explicación sin ánimo de lucro

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Belen Aguero

Argentina/España. Soy licenciada en Relaciones Internacionales y tengo un máster en Cooperación internacional y gestión de políticas públicas, actualmente me encuentro realizando un doctorado. Me interesa profundamente el análisis de fenómenos internacionales, en especial lo relacionado a las agendas globales de desarrollo y lo referente a gobiernos locales y regionales.


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