28/03/2024 MÉXICO

El peligroso sarampión: el movimiento anti-vacunas da fuerza al virus

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La realidad actual es simple, concreta y tajante: el sarampión así como las demás enfermedades virales de características similares, tales como, la rubeola y la poliomielitis, afectan hoy en día a un gran número de personas en el mundo. Son enfermedades altamente contagiosas, mortales en un porcentaje elevado y sin ninguna cura ni tratamiento específico conocido.

Olivia Dahl, una niña de Buckinghamshire, Inglaterra de solo siete años de edad, de dulce y profunda mirada, muy curiosa e inteligente, era la mayor de tres hermanos y favorita de su padre. Olivia llegó un día a su casa con una nota de su escuela en la cual advertía a la comunidad sobre un nuevo brote de sarampión. Todo lo sucedido luego se desencadenó rápidamente.

Olivia Twenty Dahl vía Fabulantes.com
Olivia Twenty Dahl vía Fabulantes.com

Al tercer día de la llegada de aquella nota, Olivia estaba cubierta por manchas rojas y con fiebre muy alta, al cuarto día la fiebre había cedido y parecía mejorar considerablemente, tanto que su padre, el célebre escritor Roald Dahl, dejó de lado la revisión de su próximo libro “Charlie y la Fábrica de Chocolate” y se abocó a la tarea de enseñar ajedrez a la pequeña Olivia. Sin embargo, al día siguiente Olivia empeoró, fue encontrada inconsciente y llevada en una ambulancia a un hospital mientras Roald la seguía en su automóvil.

Los siguientes hechos ocurridos tan velozmente como los días anteriores, son relatados de forma desgarradora en una nota escrita por Roald Dahl, encontrada 28 años después por casualidad.

Olivia Dahl murió el 17 de noviembre de 1962. En menos de una semana esa mirada profunda y curiosa que inundaba de amor el corazón de su padre desapareció víctima de una encefalitis causada por el sarampión.

Quizás el desenlace de esta historia para muchos es algo inesperado, pero efectivamente es así, el sarampión a veces mata y lo hace de una forma rápida y brutal


Como lo describe la OMS el sarampión es una enfermedad vírica contagiosa que afecta sobre todo a los niños. Si bien la mayoría de los pacientes se recuperan, el sarampión puede causar complicaciones graves, tales como ceguera, encefalitis, diarrea intensa, infecciones del oído y neumonía.

Roald Dahl murió en el año 1990. La irrecuperable perdida de Olivia lo convirtió en una persona melancólica y ensimismada. Se dedicó el resto de su vida a escribir libros infantiles, todos celebres y famosos, así como a la ayuda de los más necesitados creando una fundación para niños con problemas de aprendizaje y fue hasta su muerte un ferviente difusor de los peligros del sarampión y su prevención.

La lucha de Roald Dahl: “Es casi un crimen no vacunar a tus hijos”

Probablemente para la mayoría de nosotros hablar del sarampión nos evoca acontecimientos de tiempos remotos como el fatídico desenlace de Olivia ocurrido hace más de 50 años, padecimientos que como no vemos a diario y que seguramente no han afectado a nuestros familiares ni cercanos, creemos que no existen, pero lamentablemente la situación real es muy diferente a esta percepción.

La realidad es concreta y tajante, el sarampión así como otras enfermedades virales de características similares, tales como, la rubeola y la poliomielitis, afectan hoy en día a un gran número de personas en el mundo. Son enfermedades altamente contagiosas, mortales en un porcentaje elevado y sin ninguna cura ni tratamiento específico conocido, siendo la única manera efectiva de combatirlas la prevención a través de la vacunación.

El mismo Roald Dahl consciente de esto, escribió en el año 1986, 24 años después de la muerte de Olivia, una carta sobre la importancia de la vacunación en la prevención del sarampión, contada desde su dolor, ya que a la fecha de la muerte de Olivia no existía ninguna vacuna efectiva que pudiese haberle salvado la vida.


Esta es la primera parte de aquella conmovedora carta:

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La situación actual del sarampión y el movimiento anti-vacunas 

Tal como lo relata Roald el sarampión no puede ser atacado y solo puede ser prevenido a través de la vacunación. La falta de ésta explica la prevalencia de estas enfermedades en la actualidad.  

Según datos de la OMS en el año 2013 hubo 145.700 muertes por sarampión en todo el mundo. Si bien nunca ha podido ser erradicada totalmente de algunos sectores, como en algunas regiones de África, hemos visto en los últimos meses brotes de sarampión en Estados Unidos, Europa, y recientemente nos ha conmovido la noticia de la muerte de un niño por sarampión en Alemania.

Si bien, en algunas regiones- principalmente en África- la prevalencia del sarampión se debe a la falta de vacunación producto de la desigualdad, la pobreza y la consecuente falta de acceso a la salud,  los nuevos brotes de sarampión se han originado en países que no poseen un problema de acceso a la salud y que muy por el contrario, cuentan con un plan de vacunación establecido. Es aquí donde la causa de estos nuevos brotes apunta a un solo nombre: “los movimientos anti-vacunas”.

El actual “movimiento anti-vacunas” no es un movimiento propiamente tal, sino que corresponde a grupúsculos aislados de personas que empoderadas por la velocidad y penetración de las redes sociales han difundido sus apreciaciones, todas ellas alarmistas, sobre los peligros de la vacunación. Además, el actual movimiento anti-vacunas basa sus fundamentos en una investigación realizada en 1998 por  Andrew Wakefield, y publicada en la revista médica Lancent, la cual relaciona la vacuna triple vírica (contra el sarampión, paperas y rubeola) con la aparición de autismo en los niños vacunados con ésta, debido a la presencia de “timerosal” en su fórmula, un compuesto de origen organomercúrico con propiedades antisépticas.


BFG o Big Friendly Giant - Por WillPetrey vía deviantart.com
BFG o Big Friendly Giant – Por WillPetrey vía deviantart.com

Sin embargo, dicha investigación fue realizada con solo 12 niños, con evidente falta de rigurosidad científica y seguido de un escándalo por los conflictos de interés del autor, ya que según investigaciones, Wakefield, pretendía ganar 33 millones de dólares anuales en Estados Unidos y en el Reino Unido con la comercialización de un “test” para la detección de la “enterocolitis autística”, enfermedad que fue descrita en dicha investigación y que nunca pudo ser comprobada. La revista Lancent eliminó en el 2010 dicha publicación por falta de seriedad y rigurosidad. Por su parte, la licencia médica de Wakefield fue revocada el mismo año, tras un juicio en que se probaron más de 30 cargos en su contra.

La OMS ha sido categórica, ya en el año 2006 descartó de plano la relación entre timerosal y autismo. En el mismo sentido, un grupo de epidemiólogos presentaron en el año 2014 un estudio entre 1,3 millones de niños que trataba de encontrar alguna relación entre las vacunas y el autismo. Los resultados son irrefutables. No existe ninguna relación de causalidad entre las vacunas y el autismo.

La verdad es concluyente: está científicamente comprobado que el timerosal tiene una vida media muy corta, no se acumula en el cuerpo, no es tóxico y, por lo tanto, no implica ningún riesgo como compuesto de una determinada vacuna. Asimismo, en aquellos países en donde se ha eliminado el timerosal de la formulación de vacunas los casos de autismo no han disminuido.

En consonancia con éste análisis, la carta de Dahl en defensa de la vacunación continua:

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Otra posible causa

La falta de acceso a la salud explica la falta de vacunación en algunas regiones, principalmente en África. Sin embargo, es importante tener en consideración que en aquellos lugares de nuevos brotes, como Estados Unidos, el movimiento anti-vacunas puede no ser la única causa. La exclusión social, la desigualdad y la falta de acceso es una realidad para un determinado grupo de la población, generalmente de escasos recursos, indigentes o en desigualdad de condiciones jurídicas, como por ejemplo, inmigrantes indocumentados, para quienes es complejo acceder a una atención primaria y preventiva de salud, aun cuando esté garantizada a toda la población.

Tener este hecho en consideración puede ser más importante de lo que parece ya que al elaborar políticas públicas de incentivo de la vacunación, éstas deben por una parte informar a la población contrarrestando directamente el mensaje del movimiento anti-vacunas, sin olvidar la aplicación de planes específicos dirigidos a ir en ayuda de ese porcentaje de la población que aún en países como Estados Unidos no vacunan a sus hijos por una falta de acceso a la atención primaria de salud.

El mensaje para el futuro del Gran Gigante Bonachón   

Roald Dahl termina su carta en defensa de la vacunación contra el sarampión con el siguiente mensaje:

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El Gigante Bonachón cuenta la historia de una niña que vive en un orfanato. Un día ve por su ventana a un gigante, quien se detiene en cada casa y sopla un polvo a su interior. El Gigante está encargado de una maravillosa misión, cada noche a través de sus “polvos mágicos” selecciona y embotella los sueños más hermosos de los niños, y los comparte con aquellos que tienen pesadillas, haciendo desaparecer estas últimas.

20-50 | Bookcase by Willem van de Kerkhof vía Flickr

Al percatarse que la niña lo observaba, el Gigante decide secuestrarla para siempre, ya que no puede exponerse a dar a conocer su existencia a los humanos, por lo que la niña tendrá que vivir con él para siempre en el país de los Gigantes, desde donde lo ayudará en su loable misión. El Gigante quiere garantizar a todos los niños, con independencia de su raza, origen y condición, bellos sueños. El mensaje del Roald es un llamado al cambio de las condiciones sociales y vitales de los niños, para que no sufran, sabiendo que Olivia, desde el país de los Gigantes, hace todo lo posible para que ese cambio se haga realidad.

Para que la muerte de Olivia y de muchos otros niños víctimas del sarampión no sea en vano y sirva para evitar el contagio y sufrimiento innecesario de muchos otros niños, tenemos que hacernos cargo, concientizarnos y concientizar a nuestros cercanos sobre la importancia de la vacunación oportuna a nuestros hijos, sin olvidar el rol que compete a cada Estado o Gigante Bonachón de mejorar sus programas de vacunación de una forma efectiva con información clara y oportuna, teniendo especial consideración por aquellos que por su condición escapan de su alero, y se hacen invisibles a los beneficios de los programas básicos de salud.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro

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Catherine Munoz

Magíster en Derecho Internacional, Inversiones y Comercio por la Universidad de Chile y Master of Laws in International Law (LL.M.) por la Universidad de Heidelberg. Cuenta con un Diplomado en Política Comercial por la Universidad de Chile y cursos profundizados sobre propiedad intelectual. Especializada desde hace más de 10 años en el área de propiedad intelectual y regulación de tecnologías digitales.


7 comments

  • Aurelio

    10/03/2015 at

    Desde ya, tu título es Alarmista!, lo que escribes es tan delicado como ofrecer tomar una cola porque es refrescante sin que importen sus consecuencias total es paleativo, es como si escribieras acerca del hambre e hicieras referencia a los transgénicos como única de las posibles soluciones viables y enmascarada en las mejores intenciones de una economía, sitúas el dolor como potenciador de un acuerdo colectivo sin saber si las intenciones de una vacuna patentada es subsanarla, dices saber cual es el grado de eficacia de una vacuna que se debería entender no está programada para sanar la enfermedad, por lo tanto no podrás comprender como una minoría a la que tu describes como causa, se transforma en un modelo para exigir que se revelen dichas intenciones y quizás se optimicen sus componentes a la altura de nuestros tiempos y no comprenderlo al revés, anda tu a creer que un montoncito de loquitos se ponen a gritar en todas las redes que las vacunas son malas y como película yanqui uno de ellos no vacuna a su hijo, mueren y luego comienza la pandemia y la lucha en favor de la Vida, y aparecen personitas como tu con su carita brillando de salvadores y con el sentido común muy cerquita de la Ética a profesar Salusita económica política. Me parece peligrosa tu columna y sobre todo siendo Especialista en Propiedad Intelectual, Gracias.

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    • unitedexplanations

      10/03/2015 at

      Agradecemos tu aportación Aurelio, pero no la podemos compartir de ninguna manera. El título no nos parece alarmista. Se han observado repuntes del virus en áreas en las que el movimiento anti-vacunas ha ganado protagonismo, y muchos científicos apuntan a una clara relación: http://www.huffingtonpost.es/jennifer-raff/queridos-padres-os-estan-_b_5159548.html. Creemos que el peligro de contagio que esto supone es suficientemente relevante como para señalarlo. Como señala el artículo, esta no es la única causa de los casos de sarampión a nivel mundial: la falta de acceso a la sanidad y la exclusión social son otros de los motivos.

      Sobre las consecuencias de la vacuna, el artículo es claro al respecto: “el timerosal tiene una vida media muy corta, no se acumula en el cuerpo, no es tóxico y, por lo tanto, no implica ningún riesgo como compuesto de una determinada vacuna”. Y su relación con el autismo creemos que ya ha sido sobradamente refutada.

      Evidentemente las vacunas no curan, previenen. El artículo no defiende que sean la única opción, pero sí la mejor. Entendemos que siempre es mejor prevenir que curar.

      Reply

  • Catherine Muñoz

    10/03/2015 at

    Hola Aurelio,

    Soy la autora de este artículo. He leído tus comentarios. Todos los puntos de vistas son importantes para generar un debate con contenido y que sea un aporte, siempre en el marco del respeto.

    Entiendo tus aprehensiones, pero creo que en primer lugar no se debe generalizar temas variados de salud o necesidades, ya que cada caso tiene sus características y circunstancias especiales lo que se traduce en análisis y puntos de vista diferentes y particulares, que no pueden ser puestos como un mismo asunto ya que sería improductivo, no se llega a nada haciéndolo.

    Concentrándonos en este tema específicamente, en el sarampión, los nuevos brotes, sus consecuencias y como hacemos para enfrentarlo, si bien existen otros puntos de vistas yo considero que la postura que se debe tomar debe ser la más objetiva posible y en ese sentido el artículo no pretende ser alarmista sino dar cuenta de una realidad concreta que es científicamente comprobable y claro tiene consecuencias graves y evitables.

    El artículo habla sobre las posibles consecuencias de una enfermedad subestimada en cuanto a su existencia, contagio y consecuencias, como el sarampión, que afecta principalmente a niños haciendo hincapié en que en algunos casos puede causar la muerte. Este hecho es desconocido para mucha gente.

    No es un relato alarmista es un hecho real sobre el cual debemos hacernos cargo.

    Entonces los hechos son objetivos, concretos y científicamente comprobados: el sarampión es una enfermedad sin tratamiento ni cura específica, que es capaz de provocar la muerte y que la única vía actual para enfrentarlo es la vacunación y que en particular respecto de la vacuna tripe viral para el sarampión
    esta no posee ningún peligro para la persona que lo recibe, aun cuando contenga timerosal ya que éste no es toxico y ha sido más que comprobado que no tiene ninguna relación directa con el autismo.

    Siguiendo tus comentarios, perfectamente puede existir un movimiento que exija una cura para el sarampión o un nuevo y moderno tratamiento de vacunación, pero es diferente eso a que un grupo llame derechamente a no vacunar a los niños en base a supuestos que han sido desestimados, científicamente desestimados, poniendo en riesgo -en vano – la vida de un hijo y los hijos de otros, porque por
    ejemplo en el caso de esta vacuna se administra generalmente a bebes de 12 a 15 meses, por lo que cualquier niño menor de 12 meses podría contraer sarampión contagiado por un niño mayor no vacunado.

    Creo es que es un tema muy serio que debe ser tomado sin eufemismos si involucra la salud de los niños
    con consecuencias insospechada, por lo que no se puede caer tampoco en especulaciones sin fundamento.

    Ciertamente no es posible extenderse en este artículo sobre el mecanismo especifico de acción de la vacuna y como produce inmunidad y sobre los estudios científicos pormenorizados, pero contiene links de fuentes directas y la mayoría de toda esta información está disponible en internet para ser consultado por cualquier persona. El articulo se basa en estos antecedentes concretos y comprobables.

    Finalmente, solo hacer mención a que este artículo está escrito bajo un criterio estrictamente objetivo y serio para que sea un aporte para generar conciencia a cualquier persona que se sienta interesada, no en base a un interés privado. Actuar bajo este tipo de interés para mí es éticamente improcedente en cualquier caso y respecto de cualquier persona. También creo importante aclarar, aunque no se relaciona con este tema, que ser especialista de propiedad intelectual no significa ser especialista de una materia que involucra un ámbito comercial exclusivamente, muy por el contrario, la propiedad intelectual es un campo muy amplio y variado, y uno de los más importantes es el uso de la misma como una herramienta para el desarrollo de un país en beneficio de sus propios habitantes, que es un campo en sí mismo y uno de mis principales intereses sobre el cual he enfocado mis últimos estudios académicos. Caty Muñoz.

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  • Jaime

    06/06/2015 at

    Solo diré esto, mi hijito perfectamente normal, se coloca la vacuna correspondiente a su edad, a los pocos días presenta cambios en su personalidad, hoy el es diagnosticado con Asperger, bien lo único que cambio fue la vacuna, con el componente Timerosal….. Nada mas que agregar.

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