28/03/2024 MÉXICO

Emprendimiento social: inspiración, innovación y sentido de responsabilidad

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El emprendimiento social busca construir y/o transformar una situación subóptima de determinada parte de la humanidad en un mejor entorno, un entorno con las condiciones viables para el mayor bienestar de las personas involucradas en él.”

Muhammad Yunus en el discurso de aceptación de Doctor Honoris Causa de la Universitat Jaume I en 2006 dijo:

“En 1976 había prestado 27 dólares a 42 personas para ayudarlas a salir de sus injustas situaciones. La gente que recibió el dinero se mostró muy feliz. Cuando comprobé lo fácil que resultaba conseguir hacer feliz a tanta gente con una cantidad de dinero tan pequeña, pensé que debía idear la manera de encontrar dinero para ellos de una forma regular.”

Posteriormente, en el artículo “Social Business Entrepreneurs Are the Solution” (2006), Yunus escribió que las personas que están comprometidas con hacer una diferencia en el mundo, con brindar una mejor oportunidad de vida a otras personas, y quienes logran sus objetivos a través de la creación de iniciativas de negocios sostenibles, son lo que él llama “Do-gooders” o emprendedores sociales. Los go-dooders son hombres y mujeres que se dirigen hacia un objetivo social, y para quienes la maximización de la ganancia financiera se encuentra en los últimos peldaños de su escala valorativa personal.

Muhammad Yunus nació en Bangladesh, fundó Grameen Bank: el mayor banco de microcréditos a nivel mundial, es autor del libro Banquero de los pobres y Hacia un mundo sin pobreza, ganador del Premio Nobel de la Paz en 2006, y ante todo, uno de los mayores ejemplos del impacto de un do-gooder.

Historias de personas como Muhammad Yunus podemos encontrar alrededor del mundo, debido que cada vez más personas (jóvenes y adultos) se suman a la lucha contra uno de los principales flagelos mundiales: la pobreza.

Pero, ¿cómo combaten la pobreza?, ¿qué significa ser un do-gooder?, ¿qué es un emprendedor social? Estas preguntas las respondemos mediante la explicación de una tendencia que emerge, movida por la necesidad interna de cada do-gooder por brindar mejor calidad de vida a miles de personas mediante la inspiración, creatividad e innovación. Esta tendencia es denominada emprendimiento social.

¿Qué es el emprendimiento social?

El emprendimiento social es un proceso por el cual las personas construyen situaciones o transforman las ya existentes –pobreza, analfabetismo, enfermedades, destrucción ambiental, abusos a los derechos humanos, y corrupción-, con el objetivo de mejorar el bienestar de las personas que se encuentran en ellas. El emprendimiento social busca construir y/o transformar una situación subóptima de determinada parte de la humanidad en un mejor entorno, un entorno con las condiciones viables para el mayor bienestar de las personas involucradas en él.


Para Martin y Osberg (2007), el emprendimiento social posee tres componentes: a) identifica un desequilibrio que causa exclusión, marginalidad, o sufrimiento de un segmento de la humanidad que ha perdido los medios económicos, políticos y/o sociales; b) identifica una oportunidad en este desequilibrio, desarrolla una propuesta de valor social, y reta cada obstáculo con inspiración, creatividad, acción directa, coraje y determinación; y, c) establece un nuevo equilibrio que libera todo el potencial atrapado de un determinado grupo, asegurando un mejor futuro para el grupo en cuestión e incluso para la sociedad en general.

¿Quién es el emprendedor social?

Muhammad Yunus – World Economic Forum Annual Meeting Davos 2010 [Fuente: Flickr – World Economic Forum]

El economista francés Jean-Baptiste Say (1767-1832) describió al emprendedor como aquella persona que cambia los recursos económicos de un lugar de bajo rendimiento a otro de alta productividad y mayor retorno. Años más tarde, el economista austríaco Joseph Schumpeter (1883-1950) etiquetó al emprendedor como la fuerza requerida para el progreso económico, puesto que identifica una oportunidad de negocio y crea una empresa en dicha oportunidad.

Schumpeter fue el creador del concepto de la “destrucción creativa”, la cual explica el estado en el que la nueva empresa y las actividades relacionadas a ésta, trasladan modelos de negocios, productos y/o servicios obsoletos a otros más eficientes y modernos. La heurística de los negocios.


Peter Drucker (1909-2005), el padre del Management, veía al emprendedor como un explotador astuto determinado de cualquier oportunidad; y el economista estadounidense Israel Kirzner (1930-) identificó el sentido de alerta con respecto a las oportunidades de negocio como la habilidad más importante del emprendedor.

Aunque no exista una definición universal acerca del emprendedor, es claro que siempre estará asociado a una oportunidad. Sin embargo, no es lo mismo hablar de emprendedor social (social entrepreneur) y de emprendedor (business entrepreneur). Es claro que ambos tipos de emprendedores poseen la habilidad de encontrar oportunidades donde los demás no las ven, tienden a pensar “fuera-de-la-caja”, tienen una coraza muy fuerte construida por determinación y valentía, y la visión de una iniciativa creada para la oportunidad que han descubierto. Pero la principal diferencia radica en la propuesta de valor social.

Kickul y Lyons (2012) definen como propuesta de valor social para un emprendedor social,

La descripción de la organización que tendrá la iniciativa, el valor que proporcionará, y el impacto que tendrá en el segmento de personas al cual va dirigido. La propuesta de valor social de un emprendedor social va dirigida a una población en desventaja e infravalorada.

Por el contrario, la propuesta de valor social de un emprendedor (business entrepreneur) está dirigida a un mercado que puede pagar por la innovación.

El Profesor de Emprendimiento Social en la Universidad de Duke, Gregory Dees, escribió que lo que distingue al emprendimiento social (social entrepreneur) del emprendimiento (business entrepreneur) es la primacía del beneficio social sobre el beneficio personal mediante la acción directa en la oportunidad.


La juventud y el emprendimiento social

La revista Forbes publica anualmente a los 30 emprendedores sociales menores de 30 años, y la edad promedio de estos 30 emprendedores para 2015 es de 26 años. Todo parece indicar que además de las características personales de un emprendedor (inspiración, creatividad, innovación, acción directa, coraje y determinación), los y las jóvenes son menos aversos al riesgo, han nacido en una época en que la tecnología tiene un rol importante en la sociedad y en la economía, y donde cierta parte de ellos posee mayor educación. Sin embargo, uno de los factores que más se repiten en la mayoría de historias de jóvenes emprendedores es el haber salido de su zona de confort a través de viajes a países en vías de desarrollo. Esto los ha llevado a experimentar de primera mano la pobreza, la desigualdad, la violencia, el cambio climático, entre otros problemas sociales. Estas experiencias los han marcado y les ha llevado a emprender iniciativas para mejorar el nivel de vida de las personas de estos países.

Kerstin Forsberg (28 años) organizó Planeta Océano en Perú, dicha organización se dedica a la preservación del ambiente costero mediante la enseñanza mejores prácticas de pesca y del manejo del agua; Eric Glustrom (28 años) es cofundador de Educate! dedicada a desarrollar habilidades de liderazgo en jóvenes de Uganda; Greg Spencer (27 años) fundó The Paradigm Project que brinda estufas mejoradas en países subdesarrollados; Curt Bowen (26 años) fundó Semilla Nueva en Guatemala, que brinda mejores soluciones sostenibles y tecnológicas a agricultores; y, Juan Aristizábal (23 años) fundó Buena Nota en Colombia, una organización que conecta a emprendedores con inversionistas potenciales.

Las historias de emprendedores sociales continúan, porque así como el emprendimiento es vital para el progreso de las economías, el emprendimiento social es vital para el progreso de la sociedad.

Foto de portada: Fent Pinya. Castellers [Autora Ester Villata Cuenta de Flickr: Esvica]

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro

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Karen Lopez

Salamá, Guatemala. De niña odiaba leer, hasta que mi tía me leyó una y otra vez, a petición mía, un libro de cuentos el cual desapareció misteriosamente. En honor a ese libro, decidí que iba a leer cuanto libro se cruzará en mi camino intentando encontrar sus historias en las fragantes páginas de otros libros. Empedernida buscadora de las pequeñas maravillas de la vida, intentando encontrarlas con una visión ecléctica. Soy Licenciada en Economía y me interesa todo lo relacionado a desarrollo económico, antropología social, emprendimiento social y sus soluciones a la pobreza. Con eventual frecuencia escribo en mi blog “Hálito de Reencuentro”. En cuanto al libro de cuentos, aún no lo encuentro… pero no pierdo las esperanzas de algún día leerlo yo misma.


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