28/03/2024 MÉXICO

Camboya: ¿una democracia sospechosamente estable?

Participant - World Economic Forum on East Asia 2010

La situación política actual de Camboya, igual que su pasado como colonia francesa y la difícil negociación de su descolonización, son posiblemente hechos históricos poco conocidos. Puede que incluso sea desconocido que se trata de una monarquía constitucional parlamentaria cuyo Primer Ministro, Hun Sen, fue militante de los Jemeres Rojos, la guerrilla que en 1975 puso las bases de un régimen autoritario que orquestó el genocidio camboyano. Sorprenderá además que alguien que fue partícipe de tal barbaridad sea, a la vez y bajo una democracia parlamentaria, el Primer Ministro que más años ha sostenido ese título en sus manos.

La política camboyana del siglo XX

Norodom Sihanouk. Rey de Camboya entre 1941-1955 y entre 1993-2005
Norodom Sihanouk. Rey de Camboya entre 1941-1955 y entre 1993-2005

Para entender el presente de Camboya son necesarias unas pinceladas de su historia reciente. En 1863, se convirtió en protectorado francés y recuperó su independencia en 1953 bajo el reinado de Norodom Sihanouk, quien dejó a su padre el papel de jefe de Estado para presentarse en las elecciones. Su padre, como rey, definió a Camboya como país neutral en la guerra de Vietnam (aun dejando que sus tierras fueran parte de la ruta para que las armas llegasen al Vietcong). Tras liderar un golpe de Estado al escogido Primer Ministro Norodom Sihanouk, el militar Lon Nol proclama la República Jemer[1] que resulta en una guerra civil que enfrenta a Lon Nol, su gobierno y su ejército, con los grupos pro-comunistas liderados por Pol Pot y el partido de los Jemeres Rojos.

Pol Pot, quien sea probablemente el personaje de la historia camboyana más famoso (por su crueldad), tomó la capital en 1975 e inició un periodo terriblemente sangriento en el país asiático, que él bautizó como Kampuchea Democrática. En su carrera por eliminar al “enemigo oculto” (básicamente, aquel que supusiera un obstáculo al plan de construir una Camboya maoísta), se estima que cerca de dos millones de camboyanos fueron exterminados. La persecución política dirigida por los Jemeres Rojos vio su freno con la invasión vietnamita de 1979, cuando Vietnam hizo de Camboya su país satélite en manos del Partido Revolucionario de la Gente Kampucheana (formado por antiguos Jemeres Rojos que habían huido de Pol Pot hacia Vietnam). Esto supuso conflictos constantes entre el nuevo gobierno y los Jemeres Rojos. Pol Pot y su gente pasaron a vivir en el exilio. Como respuesta a la invasión, en 1981 surgió un “gobierno en el exilio” formado por antiguos Jemeres Rojos y otros grupos, reconocido por la ONU como representante camboyano.

Estabilidad y paz brevemente

Entre 1991 y 1997 Camboya disfrutó de lo que en su caso podemos calificar de poco corriente: un periodo de paz y democracia estable. El origen de esta situación está en el proceso de paz impulsado por la ONU, quien consiguió el acuerdo del que hasta el momento era el gobierno (vietnamita) para que el poder ejecutivo del país fuera cedido a la Autoridad Transicional de las Naciones Unidas en Camboya (UNTAC -United Nations Transitional Authority of Cambodia). Esta autoridad, formada por representantes de la ONU, tenía el mandato de forzar un alto al fuego, lidiar con el problema de los refugiados y promover el desarme. Esta operación fue, de hecho, la primera en la que la ONU no sólo se ocupó de la administración de un país independiente, sino que además organizó e implementó unas elecciones (yendo más allá de su tradicional rol de observador). Aun habiendo triunfado en muchos de los frentes que tenía abiertos, la UNTAC no consiguió el desarme efectivo de los Jemeres Rojos.

En 1993, el partido monárquico FUNCINPEC ganó las elecciones. El nuevo gobierno ratificó una constitución, restituyendo la monarquía y estableciendo el Reino de Camboya, bajo el reinado del que ya había sido rey y ministro: Norodom Sihanouk. Tras estas elecciones, ningún país reconoció al gobierno en el exilio de Pol Pot y éste perdió su asiento en la ONU.


La estabilidad que tanto costó conseguir se vio truncada por el Golpe de Estado de 1997, dirigido por Hun Sen (líder del Partido de la Gente Camboyana, antes de ideología comunista). Hun Sen ostentaba entonces el curioso cargo de co-Primer Ministro (junto a Norodom Ranariddh, hermano del entonces rey y líder del FUNCINPEC) gracias a su astuta negociación con el partido ganador de las elecciones. Oficialmente, el golpe lo motivaron discrepancias entre los co-jefes de gobierno y supuso el enfrentamiento violento entre facciones de los partidos gobernantes. A día de hoy, siguen sin estar claras las circunstancias de este golpe de estado. Aproximadamente 40 oficiales del partido FUNCINPEC murieron en la disputa.

El prolongado gobierno de Hun Sen

Fachada de la Asamblea Nacional de Camboya
Fachada de la Asamblea Nacional de Camboya

Hun Sen, personaje guerrillero-militar-político cuanto menos interesante, consolidó su golpe de Estado remplazando el co-Primer Ministro por alguien de su partido (Ung Hout) y organizó elecciones en 1998, de las que salió triunfador. A día de hoy, 16 años después, sigue siendo el Jefe de Gobierno camboyano. ¡Ha sido parte del gobierno, con distintos roles y en distinta coaliciones, desde 1985!

Su figura ha inspirado varias obras biográficas que intentan dar a conocer las múltiples facetas de este político camboyano. Su actividad “política” se inició como miembro de los Jemeres Rojos, cuando era un joven con aspiración de vivir en un país de talante soviético. Cuando el estilo de liderazgo y gobierno de Pol Pot le repugnaron, huyó a Vietnam y participó en la creación del Partido Revolucionario de la Gente Kampucheana; de ideología marxista-leninista. De su época como jemer rojo, se cuestiona el nivel de liderazgo que pudo llegar a tener en la guerrilla, pero él siempre ha sostenido haber sido un simple militar.


Formalmente, Camboya es una democracia parlamentaria pero la polémica no se aleja del actual Presidente. Acusaciones de corrupción, control de los medios, persecución de opositores políticos y estilo dictatorial son las más recurrentes. La calidad democrática del régimen camboyana es puesta en tela de juicio reiteradamente. Las elecciones de 2013 son el más reciente ejemplo del poder que Hun Sen abarca, aunque en su campaña asomó la posibilidad de cambio entre el electorado. El partido en la oposición (Partido para el Rescate Nacional de Camboya) junto a la organización Transparencia Internacional denunciaron irregularidades en el desarrollo de los comicios. La victoria se quedó del lado de Hun Sen y su gobierno pero registraron un descenso importante del apoyo electoral frente a las últimas elecciones. Esta reducción del sustento electoral (también plasmada en las redes sociales, que hacen de contrapunto a la televisión controlada por el gobierno) y las sospechas de falta de transparencia parecen ser indicadores de un cambio, más o menos grande, en la opinión pública camboyana respecto su “sansón”.

[1] Jemer hace referencia a la etnia mayoritaria presente en Camboya.

 

Foto de portada: Hun Sen, Primer Ministro de Camboya

 

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Miriam Tellado

Politóloga e investigadora social de formación, dedicando (parte de) mi tiempo a la investigación de mercados. Trabajo para viajar y me nutren las conversaciones con amigos tan intensas como si arreglar el mundo dependiera de ellas. mtelladoperez@gmail.com


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