18/03/2024 MÉXICO

Las mujeres musulmanas destacan en el deporte a pesar de restricciones y estereotipos

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¿Sabes algo sobre el avance de las mujeres musulmanas en el deporte? United Explanations te lo explica.

El mundo del deporte está dominado por los hombres. Existe una brecha de género que perjudica la presencia femenina en el deporte, alimentada por el sexismo, la discriminación y la explotación de la imagen de la mujer en el marketing deportivo. Esta brecha contrasta con la falta de visibilidad y de espacios para que las mujeres reales se desarrollen en este ámbito. Cuando se trata de mujeres musulmanas, los estereotipos culturales y religiosos implican una dificultad extra a esta dinámica.

Las mujeres musulmanas en el deporte: rompiendo los estereotipos

Foto: Kulsoom Abdullah / CAIR
Foto: Kulsoom Abdullah / CAIR

Más allá de los prejuicios, las mujeres musulmanas han destacado en distintas disciplinas deportivas: la marroquí Nawal El Moutawakel fue una de las pioneras en abrir las puertas de las competiciones de alto nivel a las mujeres del mundo árabe-musulmán en las Olimpiadas de Los Ángeles en 1984. La siguieron la argelina Hassiba Boulmerka y la siria Ghada ShouaaEn los Juegos Olímpicos de Londres de 2012, las musulmanas tuvieron una enorme visibilidad. Wodjan Ali Seraj Abdulrahim Shahrkhani y Sarah Attar fueron las primeras atletas femeninas de Arabia Saudí en participar en este evento y, junto a Sarra Besbes de Túnez, las cataríes Nada Mohamed Wada Arkaji en natación, Bahya al Hamady en tiro y Amal Mohamed Awad en Baloncesto; la atleta Feta Ahamada, de las Islas Comores; y Mariam Hussein, jugadora de baloncesto de Somalia, han roto con los clichés, los estereotipos y las restricciones que limitaban su desempeño en el deporte.

Obstáculos: restricciones religiosas y prejuicios culturales

En general, el Islam promueve la buena salud y el deporte y anima a hombres y mujeres a participar en la actividad física para mantener estilos de vida saludables. Sin embargo, hay corrientes dentro del Islam que restringen la forma en la que las mujeres pueden practicar deporte en los espacios mixtos y establecen el código de vestimenta que deben usar para ello.

La mayoría de los gobiernos y de políticas de los países islámicos aducen ‘razones culturales y religiosas’ para mantener apartadas a las mujeres del mundo del deporte. Por ejemplo, en países como Arabia Saudita no fue hasta el 2012 que se autorizó la participación de deportistas femeninas en las Olimpiadas. No obstante, en este país todavía las piscinas, los gimnasios y el espacio público en general son exclusivamente masculinos.

Irán tienen fuertes restricciones en la práctica deportiva para las mujeres. Por ejemplo, está prohibido que un entrenador o preparador físico varón se desplace con una mujer y están restringidas las disciplinas deportivas que supongan el mínimo contacto físico con un árbitro. Los códigos de vestimenta pueden agotar más que un duro entrenamiento. Ello es lo que le ocurrió a la atleta iraní Nasim Hasampur, representante de tiro en Atenas 2004. A pesar de ser una reputada gimnasta, la imposibilidad de lucir mallas en público hizo que decidiera reconvertirse profesionalmente.


Pero los obstáculos no sólo se deben a motivos religiosos. De acuerdo al informe de Sporting Equals sobre mujeres musulmanas, un factor relevante que mantiene alejadas a las mujeres de la actividad deportiva es la aprensión a tomar parte por temor a la discriminación o a las actitudes negativas de los proveedores de servicios en relación a sus necesidades religiosas y culturales.

Un ejemplo de esta actitud ocurrió en el año 2011 cuando la FIFA decidió descalificar al equipo de fútbol femenino de Irán de los Juegos Olímpicos de Londres de 2012 porque las jugadoras usaban hiyab, lo cual iba “en contra del reglamento”. En el año 2011, a la levantadora de pesas estadounidense Kulsoom Abdullah se le prohibió competir a nivel nacional por las mismas razones. Recientemente, en junio de 2014, la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) prohibió a la musulmana Indira Kaljo  jugar por usar hiyab.

El Presidente del Consejo de Relaciones entre el Islam y la Sociedad Estadounidense (CAIR) , Yvan Mainini ha declarado: “Ninguna atleta debe ser forzada a elegir entre la fe y el deporte. Las mujeres musulmanas que tratan de participar en actividades deportivas no deben enfrentar barreras artificiales y arbitrarias para excluir su participación”.

Ellas no retroceden

Foto: Sarra Besbes / Dixi Media Digital
Foto: Sarra Besbes / Dixi Media Digital

A pesar de esta falta de fair play, proveniente de las restricciones y prejuicios de uno y otro lado, las mujeres musulmanas siguen abriéndose paso en la arena deportiva, ya sea a nivel competitivo o por ocio, tratando de compatibilizar la religión con sus aspiraciones personales, derribando el sexismo y los estereotipos.

Este es el caso de Ruqayya, una joven adolescente que vive en Estados Unidos, lleva el hiyab y juega al baloncesto. Ella no ve nada de malo en practicar actividades deportivas al aire libre con o sin esta prenda; o Stephanie, una estadounidense de 21 años que practica escalada en roca;  o de Sarah de 23 años, que vive en el Reino Unido y practica roller derby.


Entre estos casos destaca el de Shireen Ahmed, una musulmana canadiense de origen pakistaní, escribe para el Huffington Post y es una activista a favor de la participación de las mujeres musulmanas en el deporte. Es jugadora de fútbol profesional, una líder comunitaria y trabaja para “Juventud de Color” una organización social dirigida al empoderamiento de los y las jóvenes en la sociedad. Además es entrenadora y mentora deportiva. Para ella, la presencia de las mujeres musulmanas en el deporte es crucial, pues escribe:

El deporte refuerza el liderazgo, la construcción de la comunidad y el trabajo en equipo. Necesitamos estimular todo esto en las mujeres y ayudarlas a avanzar. Yo sé que no a todas las mujeres les gusta el deporte. Algunas prefieren el arte u otras prácticas, pero la idea es que tenemos que apoyar a las mujeres musulmanas en cualquier actividad que promueva la validación y el disfrute personal. Y que se respete la elección de las mujeres en este sentido, tanto en la manera de asumir la actividad como en la identidad religiosa

La presencia de las mujeres musulmanas en el deporte no sólo es beneficiosa a nivel personal, sino colectivo. Como dijo la atleta algerina Nawal El Moutawakel:

La participación de las mujeres en el deporte es un reflejo de su posición en la sociedad en general. Su entrada en estos espacios deportivos coincide a menudo con su entrada y participación activa en la sociedad civil y la política.

Y seguirán avanzando.

Foto de portada: Dos jugadoras de la selección iraní, celebran un gol frente a Malasia en el Mundial femenino de fútbol sala / Fuente: El Confidencial.

Esta es una explicación sin ánimo de lucro.


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Vanessa Rivera de la Fuente

Comunicadora social y Educadora socio-comunitaria: Periodista de género enfocada en temas de discriminación y derechos. Ha desarrollado Programas de Educación de Género e Interculturalidad en Ecuador, Perú, Argentina, Marruecos y el Reino Unido. Feminista Musulmana Latinoamericana. Sus tres ejes de investigación son: Mujeres, identidad y comunicación; sharia y ciudadanía; sexualidad, violencia de género y fundamentalismos. Escribe para The Huffington Post, Women News Network, Revista Furias de Argentina, El Quinto Poder y Feminist and Religion.


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