19/03/2024 MÉXICO

¿Qué sabemos de la ISR o Inversión Socialmente Responsable?

sustainable stock exchange

A pesar de que la Inversión Socialmente Responsable (ISR) tiene una larga historia, recientemente se ha empezado a apreciar su potencialidad como motor de cambio y transformación en la gestión de las empresas y de la sociedad.

La definición de la ISR es un tema complejo que ha evolucionado a lo largo de los últimos años y que varía de un país a otro. Exactamente quién y cuando se empezó a hablar de inversiones socialmente responsables no está claro, pero en realidad se trata de un concepto que pretende ofrecer un incentivo a aquellos inversores que tienen una mayor sensibilización con el desarrollo social y medioambiental.

Pero, lo que para unos es socialmente responsable puede no serlo para otros. ¿Quién juzga, entonces, qué es una inversión socialmente responsable?

Algunos fondos de inversiones socialmente responsables utilizan criterios de selección basados en la exclusión, por ejemplo por su actividad empresarial, como es el caso de las tabacaleras o del sector armamentístico. No obstante, los motivos de exclusión pueden cambiar.

Durante los últimos diez años Eurosif ha sido una de las entidades que más ha dinamizado el debate para lograr un amplio consenso en la definición de la ISR. A finales de 2011 Eurosif abrió un proceso con expertos internacionales para actualizar la definición de la ISR. El resultado de este proceso fue la definición de siete estrategias que engloban todos los criterios utilizados por los gestores de activos que incorporan la sostenibilidad y la responsabilidad en sus decisiones de inversión o tienen en cuenta los aspectos ASG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo) de diversas maneras y formas. Estas son:

1. Inversión en fondos temáticos que invierten en temas o en activos vinculados al desarrollo de la sostenibilidad. Los fondos temáticos se centran en cuestiones relativas a los ASG, contribuyendo, así, a hacer frente a desafíos sociales y/o medioambientales como el cambio climático, la eficiencia ecológica y la salud.


2. Selección de las estrategias de inversión Best-in-Class. Enfoque en el que se seleccionan o ponderan las empresas o los activos con mejor rendimiento o los que han mejorado más con base en los criterios ASG.

3. Exclusión de valores del universo de inversión. Enfoque que excluye inversiones específicas o clases de inversión como empresas, sectores o países si están implicados en ciertas actividades como las armas, la pornografía, el tabaco y los ensayos con animales.

4. Filtro basado en normas internacionales ASG, esto es, filtro de inversiones basadas en normas o combinaciones de normas internacionales definidas por las instituciones internacionales como Naciones Unidas.

5. Integración de los factores ASG en el análisis financiero: inclusión explícita de los factores ASG por parte de los gestores de activos en el análisis financiero tradicional y en las decisiones de inversión.


6. Diálogo activo, activismo accionarial y votación sobre cuestiones de sostenibilidad y el compromiso con empresas sobre cuestiones ASG. Es un proceso a largo plazo que busca influir en los comportamientos o aumentar la transparencia.

7. Inversión de impacto: las inversiones de impacto son inversiones realizadas a empresas, organizaciones y fondos con la intención de generar impacto social y medioambiental junto con un retorno financiero. Su objetivo son rangos de retornos inferiores al tipo entre mercados. Las inversiones suelen ser específicas para cada proyecto y son distintas a la filantropía, ya que el inversor mantiene la titularidad sobre el activo y espera un retorno financiero positivo. La inversión de impacto incluye microfinanciación, inversión en la comunidad y los fondos de emprendimiento social.

El cumplimiento de estas estrategias de inversión se conoce como Inversión Responsable (IR), mientras que la suma de las estrategias 1, 2 y 4 componen la Inversión Socialmente Responsable (ISR).

El principal potencial de la ISR radica en la toma de conciencia ciudadana del concepto de desarrollo integral donde no sólo cuenta cuánto conseguimos invirtiendo sino cómo lo conseguimos y para qué fines. Se refuerza, asimismo, el concepto de “accountability”; cualquier ciudadano, mediante sus acciones, puede conseguir que las empresas y las instituciones públicas tengan un rol importante en el desarrollo sostenible y urbano mediante la exigencia de unos criterios responsables.

La ISR en España

Desde 2007 ha avanzado el conocimiento en la materia, a pesar de que todavía queda mucho por hacer. La crisis económica y la gestión de la misma ha desacreditado  a la banca y el ciudadano de hoy exige transparencia, respuestas y acciones concretas por parte de la Administración Pública y de las empresas. Esta preocupación por estar más informado ha aumentado en los últimos años. Aun así, España está muy por debajo respecto a sus colegas europeos en cuanto a ISR se refiere; se ha de mejorar la demanda (formando e informando sobre la rentabilidad de la ISR) pero también la oferta (grandes empresas, fondos de inversiones y de pensiones, Banca ética, etc.).


Fuente: Informe 2013 Spainsif
Fuente: Informe 2013 Spainsif

A pesar de una coyuntura económica complicada, el mercado de la inversión responsable sigue ganando terreno en España. En términos generales, y teniendo en cuenta toda la gama de estrategias de inversión responsable identificadas por Eurosif, el mercado ha crecido un 71% entre 2009 y 2011.

La inversión socialmente responsable gana en madurez y sofisticación en España según el estudio de Spainif de 2012:

• La exclusión de valores con criterios ASG sigue siendo la estrategia más común en España, con 56,2 € mil millones gestionados bajo esta estrategia.

• La integración de los factores ASG en el análisis financiero, así como el activismo accionarial y el ejercicio de derechos de voto en cuestiones de sostenibilidad, han crecido exponencialmente, aumentando cada estrategia en un porcentaje superior al 250 %.

• El uso de exclusiones basadas en normas internacionales ha crecido moderadamente en España. Sin embargo, se usa menos los filtros de exclusión más tradicionales.

No obstante, el mercado español de la inversión responsable sigue estando dominado por grandes inversores institucionales que representan el 97 % de los activos gestionados con criterios ASG. Entre ellos, los participantes más activos son los planes de pensiones de empleo que son los principales impulsores del mercado de la ISR en España.

La presencia de fondos minoristas ISR sigue siendo  marginal debido tanto a una escasa oferta disponible  por parte de las principales entidades financieras, como a una falta de conocimiento por parte de los inversores particulares. A corto plazo, el reto pasa por superar la barrera del mercado minorista, debido al perfil conservador que históricamente ha caracterizado al pequeño inversor español así como a la desconfianza que se ha generado ante los recientes escándalos financieros.

Otros retos son la divulgación y mayor presencia en redes y medios de comunicación, tanto de organismos como Spainsif como de  las Comisiones de Control de los planes de pensiones de empleo que ya están aplicando estrategias ISR, a fin de que otros puedan aprender de su experiencia y replicarla. Asimismo, las principales entidades financieras deben afrontar el reto de diseñar productos ISR atractivos que se adecuan a un perfil de riesgo conservador así como hacer un esfuerzo en formación a la plantilla en sus redes de oficinas. Se debe, también, concienciar a las administraciones públicas sobre su deber de gestionar e invertir el dinero público con criterios de sostenibilidad.

Y, sobre todo, fomentar la educación financiera entre la población. Del mismo modo que se ha conseguido que términos como “reciclar” o “cambio climático” calen en la sociedad, conceptos como invertir nuestros ahorros de un modo responsable deberían formar parte del sentido común general.

Hacia un Desarrollo Sostenible

En el contexto de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), una empresa puede hacer todo lo que esté en su poder para ser considerada como socialmente responsable, pero debe ser el inversor quien juzgue si su inversión en una determinada empresa reúne los criterios adecuados para ser considerada una inversión socialmente responsable. Como tal, el inversor cumple su rol como grupo de interés, con el que la empresa tiene que comprometerse si quiere obtener su apoyo.

Triple cuenta de resultados. Fuente: Wikipedia
Triple cuenta de resultados. Fuente: Wikipedia

La inversión con criterios de sostenibilidad, de responsabilidad social o éticos es una de las palancas para avanzar hacia un modelo de economía más sostenible, algo que se ha visto necesario para minimizar el impacto de crisis económicas como la actual.

Como señala Naciones Unidas en su declaración de Principios para la Inversión Responsable, un aspecto clave para fomentar la adopción por parte de las empresas de políticas de RSC es que éstas reciban claras señales por parte de sus inversores.

Así que hay deberes para todos; desde la oferta, se debe incentivar que los gestores de inversiones incorporen criterios de responsabilidad social, económica y ambiental en la definición de sus productos financieros. Desde la demanda, los inversores deben incorporar criterios de responsabilidad social, económica y ambiental en sus decisiones de inversión. Cualquiera de nosotros puede ser un inversor (seguro que tienes un plazo fijo por ahí) y tenemos que ser conscientes que somos un incentivo básico para mejorar las prácticas de gestión y garantizar la sostenibilidad de los mercados financieros.

La creencia de que la ISR es menos rentable no es cierta, las carteras que asumen en su selección criterios sociales, medioambientales y éticos son (al menos) tan rentables como aquellas que no adoptan estos criterios.

Prácticamente todos los bancos comerciales españoles tienen productos financieros que siguen criterios de responsabilidad social (Santander, BBVA o La Caixa). Sin embargo ni están lo suficientemente publicitados, ni son fáciles de encontrar y, curiosamente, ni los empleados de éstos bancos conocen de su existencia en muchos casos. Empecemos por la barrera de la desinformación. Mejorar nuestro entorno gracias al efecto que el dinero puede tener sobre el comportamiento de las empresas es la idea que deberíamos ser capaces de transmitir.

Foto de portada:  Sustainable Stock Exchanges Initiative [Fuente: Flickr UN Global Compact]

Esta es una explicación sin ánimo de lucro.

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Marta Pérez

Vive en Barcelona, donde estudia un Posgrado en migraciones contemporáneas. Licenciada en Economía, se especializó con un Máster en Relaciones Internacionales – Políticas y programas de Desarrollo. Ha trabajado en consultorías de España y Londres en gestión y evaluación de proyectos europeos durante 4 años. Además ha realizado voluntariados con refugiados en Londres, con la British Red Cross y otras ONGs. Interesada en migraciones, asilo y la protección de los más vulnerables. Le gusta la buena comida, viajar y aprender, siempre.


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