28/03/2024 MÉXICO

El mapa de Europa: del 1.000 DC hasta hoy en 3 minutos

Fronteras en Europa
Puede parecer que las fronteras de los países son absolutamente rígidas e inamovibles pero la verdad es que viven un proceso de transformación continua, combinando episodios de segregación y de integración. El caso de Europa es especialmente significativo, y aquí te lo explicamos.

¿Te has parado a pensar alguna vez en las fronteras de un país? Probablemente la mayoría de nosotros tengamos la imagen del funcionario embutido dentro de un pequeño habitáculo de un aeropuerto. En el momento en el que te estampa el sello (si es que realmente te hace falta) es que todo está en orden y ya puedes entrar en el país. Pero aunque una parte importante de la población entra y sale de un país vía aeropuerto las fronteras adoptan multiplicidad de formas, tanto por tierra, mar y aire. En algunos países, cómo entre Holanda y Bélgica, la frontera puede ser una simple línea pintada en el suelo en medio de una cafetería, mientras que en otros, como el borde entre Israel y Palestina, la frontera se compone de un más que discutido e impenetrable muro, constantemente vigilado.

La percepción de una frontera puede ser un tanto liviana para un europeo, que tan sólo requiere de su carné de identidad para poder cruzar los bordes de un total de 28 países. En realidad un europeo promedio puede llegar a visitar hasta 170 países sin tener que solicitar un visado, tan sólo asegurándose que lleva su pasaporte con una validez mínima de 6 meses. En el lado bien opuesto estaría China cuyo ciudadano medio tan sólo puede visitar 44 países sin necesidad de visado. Además, en China, se debe volver a la ciudad de nacimiento para solicitar el pasaporte, algo muy engorroso en un país cuyo número de días festivos y vacaciones está entre los más bajos del número. No sólo con eso la solicitud de un visado es un trámite burocrático que puede conllevar entre dos y tres semanas de papeleo (incluyendo compra de billetes de avión con antelación, demostración de solvencia económica, e incluso posibilidad de entrevista personal), tan sólo para optar a un visado de turista.

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Los países pareciera que fueran entidades rígidas e inamovibles pero la verdad es que viven un proceso de transformación continua, combinando tanto episodios de segregación (separación de entidades subnacionales) como de integración (adhesión a entidades supranacionales, como el caso de las sucesivas ampliaciones de la Unión Europea). De hecho la página web Policymic publicó hace un par de meses un listado de 5 regiones que en los próximos 12 años podrían llegar a convertirse en estados independientes y soberanos.

Europa: el continente de los eternos conflictos

Aunque a día de hoy Europa dejó atrás su pasado más bélico, el viejo continente ha sido escenario de cientos de conflictos bélicos a lo largo de su historia, lo que ha provocado que las líneas divisorias de sus estados tuvieran que redibujarse una y otra vez por parte de los cartógrafos. Así se puede observar en este más que interesante vídeo que se presenta en este artículo. Publicado en la página web liveleak.com, aunque originalmente elaborado por Centennia Historical Atlas, el vídeo presenta en poco más de 3 minutos (con algunos errores como nombrar estados inexistentes como “España Musulmana” o “Cataluña”) la evolución del mapa de Europa en los últimos 1.000 años, casi nada. Otros usuarios han intentado añadir al mapa la referencia a los años de un modo muy aproximado, aunque no resulta del todo fidedigna.

En la Europa de inicios del siglo XVII el orden feudal (que dividía a la sociedad en los tres estamentos -clero, nobleza y plebeyos-) era aún presente en la mayor parte de Europa (tal y como apunta Fernando en los comentarios, sobrevivió hasta principios del s. XIX en la mayor parte de Europa, pero se considera que como realidad social desapareció entre mediados del s. XIV y principios del s. XVI) en un período cuyo sistema socio-político imperante era el Antiguo Régimen. En el año 1648 y tras décadas de conflicto bélico en Alemania y entre España y los Países Bajos, se llegó a un acuerdo histórico: el Tratado de Westfalia. El Tratado o Paz de Westfalia se refiere a los dos tratados de paz de Osnabrück y Münster, firmados el 15 de mayo y 24 de octubre de 1648, respectivamente en la región histórica de Westfalia, por los cuales finalizó la Guerra de los Treinta Años en Alemania y la Guerra de los Ochenta Años entre la Monarquía Española y las Provincias Unidas. En los tratados participaron el emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico (Fernando III de Habsburgo), los Reinos de España, Francia y Suecia, las Provincias Unidas y sus respectivos aliados entre los príncipes del Sacro Imperio Romano-Germánico.

La importancia de la Paz de Westfalia radica en que dio lugar al primer congreso diplomático moderno e inició un nuevo orden en Europa. Los firmantes acordaron respetar el principio de soberanía estatal, léase como la no injerencia en asuntos de política interna de Estados ajenos, lo que estableció el principio de integridad territorial lo cual devino posteriormente el fundamento de la existencia de los Estados. El concepto patrimonial del Estado no se vio substituido por el de soberanía nacional hasta bien entrado el siglo XIX, con la implantación del modelo político liberal en Europa y América.

El concepto de Estado-nación ha perdurado hasta nuestros días aunque la descolonización y la creación de entidades supranacionales, que caracterizó la segunda mitad del siglo XX, significó un cuestionamiento de la utilidad de la escala nacional o imperial-colonial que había caracterizado al siglo XIX y la primera mitad del XX. A día de hoy, pues se trata de un concepto en proceso de revisión. Y es que tal y como podemos ver estos días y a pesar de la Paz de Westfalia y el concepto de soberanía nacional, las incursiones bélicas que acontecen en el mundo, los procesos de integración o segregación territorial provocan que el dibujo de las fronteras de los países se encuentren en continuo cambio.


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Lluis Torrent

Barcelona, España. Licenciado en Ciencias Ambientales, Máster en Intervención Ambiental, Máster en Relaciones Internacionales y Especialista en Ciencia Política. He trabajado como consultor ambiental para gobiernos locales y regionales y empresa privada. Socialmente comprometido, me apasiona explorar la fina línea que transcurre entre la política, la economía, la sociedad y el medio ambiente. Sígueme en Google+ Lluis Torrent


7 comments

  • Carlos Buso

    27/09/2013 at

    excelente, muy bueno el video!

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  • Jordi

    09/12/2013 at

    CATALUÑA NUNCA HA SIDO UN PAÍS. QUE QUEDE CLARO CLARO CLARO.

    catalonia have never been a country.

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    • Sil

      03/01/2014 at

      No sé porque lo dices, en ningún momento el texto dice que sea un país. Que quede claro también eso.
      si te refieres al video porque aparece su nombre (y ves tu sensibilidad herida)….. Navarra y León tampoco lo han sido nunca, y salen igualmente, asi que te quejas sin motivo…

      Reply

      • Fernando J. Padilla

        04/01/2014 at

        Estimado Jordi, a diferencia de Cataluña, León y Navarra sí fueron reinos (Estados) independientes. Saludos

        Reply

  • Fernando J. Padilla

    04/01/2014 at

    Dejando a un lado los errores del vídeo (se nombran Estados inexistentes como “España Musulmana” o “Cataluña”), el artículo contiene algunas imprecisiones.

    En primer lugar, se confunde orden feudal con Antiguo Régimen, y se les desubica en el tiempo. Si bien de manera formal el orden feudal (que dividía a la sociedad en los tres estamentos de oratores (clero), bellatores (nobleza) y laboratores (plebeyos) sobrevivió hasta principios del s. XIX en la mayor parte de Europa, se considera que como realidad social desapareció entre mediados del s. XIV y principios del s. XVI, con el auge de la burguesía como protagonista de la revolución económica de signo precapitalista, que empezando por el mercantilismo de los ss. XVI y XVII acabaría desarrollándose en el capitalismo propio de la Revolución Industrial, a partir de finales del s. XVIII en la Europa septentrional.

    En segundo lugar, el Antiguo Régimen no fue un período, sino un sistema socio-político, enmarcado grosso modo durante la Edad Moderna (según una convención académica ampliamente aceptada, el período comprendido entre la llegada de los españoles a América y la Revolución Francesa), dando sus estertores en la Europa Occidental en la década de 1830.

    En tercer lugar, modelo de Estado que vino a suceder al Antiguo Régimen es el identificado con el liberalismo político y económico, es decir, el Estado liberal (en ningún caso llamado “Nuevo Régimen”). Contrariamente a lo que dice el autor del artículo, el Estado liberal se fue implantando en Europa de manera lenta y progresiva a partir de la Revolución Francesa, pero en ningún caso con la Revolución Francesa, que no acabó con la Monarquía hasta 1791 (recordemos que el primer empuje revolucionario se proponía acabar con la división estamental de la sociedad, no implantar una República).

    En cuarto lugar, se emplea de manera anacrónica “España” y “Países Bajos” al referirse a la Guerra de los Ochenta Años, cuando lo más correcto sería utilizar “Monarquía Española” (España era tan solo una parte del imperio de los Habsburgo españoles) y las Provincias Unidas. Recordemos que los Países Bajos católicos (grosso modo la actual Valonia belga más Luxemburgo) se mantuvieron leales a la Monarquía Española, contrariamente a los Países Bajos protestantes (aprox. act. Holanda).

    En quinto y último lugar, se asegura equivocadamente que los tratados de la Paz de Westfalia sancionaron el nacimiento del concepto de soberanía nacional. Las potencias reunidas en Münster y Osnabrük acordaron respetar el principio de soberanía estatal, es decir, la no injerencia en asuntos de política interna de Estados ajenos. El concepto patrimonial del Estado no se vio substituido por el de soberanía nacional hasta bien entrado el siglo XIX, con la implantación del modelo político liberal en Europa y América. Del mismo modo, es muy aceptada la idea de que el Estado-Nación es una creación liberal, por tanto muy alejada temporalmente de mediados del siglo XVII, tal y como se puede leer en el artículo.

    Por todo ello, considero que el texto confunde términos y principios básicos de historia y filosofía política, no tocando de manera rigurosa el tema de fondo que a vuelapluma trata el autor: las actuales pulsiones nacionalistas en algunas regiones europeas (principalmente Cataluña y Escocia) que buscan redibujar el mapa político europeo.

    Reply

    • Lluís

      04/01/2014 at

      Hola Fernando, muchas gracias por tu comentario y por tus oportunas aclaraciones. Tras revisarlas he optado por realizar algunas modificaciones en el artículo. Gracias por la molestia de redactar tan elaborado comentario.

      Reply

  • Oscar

    12/07/2018 at

    Lo cierto es que el mapa es bastante inexacto con respecto a España, en el año 1000 era basicamente Al-Andalus, y ni aparece Aragon, Castilla o Navarra… tampoco detalles como la anexion de Portugal en 1580…

    Reply

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