28/03/2024 MÉXICO

El acuerdo histórico de nuestra época: Serbia y Kosovo (II)
Cartelera de Ivica Dacic

Ivica Dacic
Después de que los soldados de la OTAN pusieran fin al sangriento conflicto de Kosovo en el 1999, el destino de este territorio ha estado colgado de un hilo. Durante trece años Kosovo ha estado bajo el control de las fuerzas de paz y de los diplomáticos extranjeros, mientras varias propuestas para la determinación de su estatus final han sido debatidos y rechazados ante la consternación de la mayoría de los involucrado. Sin embargo, el 27 de abril de 2013, la situación pareció cambiar drásticamente.

Un acuerdo inesperado


A pesar de que Serbia sigue negando la independencia de Kosovo, un diálogo mediado por la UE fue lanzado entre Prístina y Belgrado en el marzo de 2011. Serbia y Kosovo aspiran a ingresar en la Unión Europea, un hecho que la UE utiliza como palanca para influir en la situación en los Balcanes. Desde el 2011 muchas cuestiones prácticas han sido resueltas. Soluciones que permiten el comercio entre Kosovo y sus vecinos y facilitan el reconocimiento de los diplomas universitarios de Kosovo han sido confirmadas como casos de éxito. Sin embargo, el mayor retroceso ha  sido el hecho de que Serbia se niega a ceder el control sobre el norte. A través de la financiación de la policía local, el poder judicial y los servicios públicos como los servicios de salud y los ayuntamientos, Serbia ha mantenido un control completo sobre el norte de Kosovo, lo que garantiza que los líderes  Serbios de la región son totalmente dependientes de Belgrado.

Sin embargo, el líder menos esperado ha encabezado los últimos compromisos y ha cambiado la dinámica de las negociaciones por completo. El primer ministro de Serbia, Ivica Dacic, es el líder del Partido Socialista de Serbia, el partido fundado por el ex presidente nacionalista Slobodan Milosevic. También se desempeñó como portavoz de Milosevic durante las guerras yugoslavas. A pesar de esto, Dacic ha demostrado que está más que dispuesto a reunirse con el primer ministro Kosovar Hashim Thaci, y ha demostrado su compromiso con el acuerdo celebrado. Mientras muchos temían de que el socialista sería un político de línea dura en comparación con sus predecesores democráticos, Serbia bajo el presidente actual Tomisalv Nikolic y el primer ministro Dacic ha cambiado desde el rechazo total de la legitimidad de Prístina en Kosovo, a pedir la autonomía para las áreas pobladas serbias dentro de la provincia. La postura comparativamente moderada de los políticos nacionalistas de Serbia ha llegado  como una sorpresa para la comunidad internacional.

Bajo los términos del nuevo acuerdo, Belgrado reconoce que el gobierno central de Prístina ejerce  autoridad  legítima en Kosovo. El acuerdo también prevé que la comunidad serbia local será capaz de elegir a sus propios comandantes de la policía, mientras que la composición de la fuerza de policía reflejará la diversidad étnica de la zona. Prístina, por su parte, se ha comprometido a no enviar fuerzas albanesas a las zonas donde reside una mayoría serbia, y otorgará la autonomía a la población serbia de Kosovo, siempre y cuando se reconoce que residen en una parte de Kosovo. Esto, sin embargo, es donde la dificultad puede surgir.  Mientras que los políticos parecen ser capaces de llegar a un acuerdo, muchos serbios en Kosovo no parecen tan dispuestos. Desde que se alcanzó el acuerdo, tanto el primer ministro Dacic como su Adjunto Aleksandar Vucic han recibido amenazas de muerte por parte de las facciones nacionalistas en Serbia, y Marko Jaksic, líder de los serbios del norte de Kosovo, acusó al gobierno serbio de traición. Jaksic prometió que los serbios del norte de Kosovo intentarán a evitar que la aplicación del acuerdo se haga realidad a través de protestas, bloqueos de carreteras, y otros medios. En una encuesta realizada hace unos meses, el 99% de los serbios del norte de Kosovo declaró que no reconoce la legitimidad del gobierno en Prístina. Si eso no cambia pronto, podría garantizar que el acuerdo no se puede implementar.

¿Convertirá Kosovo en otra Bosnia? Un futuro inseguro

Cartel en un barrio multiétnico en el norte de Kosovo.
Cartel en un barrio multiétnico en el norte de Kosovo.

Mientras los políticos han favorecido claramente el pragmatismo, para que sus planes se materialicen deben de convencer a los ciudadanos a cooperar. Muchos creen que el control que Belgrado tenía sobre los líderes serbios de Kosovo ha aflojado por culpa de la buena voluntad que éste mostró hacia Prístina. Serbios en Kosovo ahora se encuentran en una posición difícil, ya que han dependido de Belgrado por completo para el apoyo político y económico. Ahora que parece que han sido abandonados por Belgrado, necesitarán demostrar si son capaces o no de resistirse a ser asimilados en los pliegues políticos de Prístina sin apoyo externo. Aunque Prístina ha comprometido a no desplegar fuerzas albanesas en la zona, esto puede resultar imposible si estalla la violencia. El día que se alcanzó el acuerdo, un chico serbio de quince años de edad fue apuñalado en la espalda por un grupo de albaneses mientras iba en bicicleta por el barrio multiétnico de Kosovo Mitrovica. La gente en el norte de Kosovo temen que este acto podría ser un precursor de la violencia y animosidad por venir. Queda por ver cómo reaccionaría Belgrado si el gobierno en Prístina se vio obligado a renegar de esta parte del trato.

Sin embargo, otros observadores internacionales se preguntan si el acuerdo no es demasiado similar a otros acuerdos hechos previamente en los Balcanes que han estado lejos de lo ideal. El establecimiento de una policía multiétnica que refleja la composición étnica en el territorio ya fue comprobado en Bosnia y Herzegovina, y resultó ser ineficaz debido a su propensión a fomentar la corrupción, el amiguismo y la colocación arbitraria de las personas en puestos para los cuales no estaban cualificados. Además, otros temen que el norte de Kosovo puede transformarse en otra versión de la Republika Srpska, la entidad serbia de Bosnia y Herzegovina que sigue queriendo su independencia de éste estado multiétnico. De hecho, los dirigentes de la República Srpska han declarado recientemente que si la mitad de los miembros de la ONU reconocen la independencia de Kosovo, se entenderá como la aprobación a nivel internacional del secesionismo lo que desencadenaría el inicio de la secesión de la República Srpska de Bosnia.


Si bien el potencial de Kosovo para funcionar como un estado multiétnico es innegable, hace falta mucho más que conversaciones de alto nivel y ofertas negociadas de la UE para lograr la estabilidad en la región. Durante el próximo año se verá si los políticos de Belgrado y Prístina tienen la voluntad política y la delicadeza de traducir la cooperación en el tablero de dibujo en la cooperación sobre el terreno.

Esta es una explicación sin ánimo de lucro 

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Cristina Maza

Vive en Tbilisi, Georgia donde trabaja en la ONG-Transparency International. Licenciada en Ciencias Políticas con un enfoque en la economía política y Europa del este, postgrado en gestión de proyectos de cooperación internacional y desarrollo y máster en Estudios del Centro y Sur Oriente de Europa de University College London, con un enfoque en la política de la región, los conflictos armados y el nacionalismo.


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