28/03/2024 MÉXICO

Fútbol y política: unidos para triunfar

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El fútbol siempre ha tenido un inmenso poder como movimiento de masas. Es por ello que los dirigentes políticos lo han utilizado como instrumento a su favor. En este artículo analizamos las causas y las consecuencias de esta unión.

Posiblemente el fútbol y la política sean los temas de conversación preferidos de la mayoría de las personas que habitan este mundo. Y precisamente por este detalle siempre han ido de la mano. A este hecho se le une el que muchísimas veces se haya politizado el fútbol y se haya ‘futbolizado’ la política, con desastrosos resultados en ambos casos. Es por ello que creemos necesario analizar lo que surge de la mezcla entre las emociones irracionales (fútbol) y la dirección de un país (política).

Por todos es sabido que el fútbol no arregla problemas. Todo el mundo sabe que aunque su equipo de fútbol gane un domingo, el lunes será día laborable para la mayoría de las personas, para los más afortunados. Aun ganando el equipo nacional el Campeonato del mundo de fútbol, la tasa de paro y el déficit del afortunado país seguirán igual.

Y sin embargo, se actúa como si de verdad valiera para algo. Y no hablo del pueblo llano, con todo el derecho del mundo a festejar o a llorar por un resultado deportivo. Hablo de los políticos. Dirigentes que de verdad hacen creer que un resultado favorable de la selección cambiará el destino económico del país.

De hecho, todas y cada una de las selecciones que han disputado la Eurocopa han sido recibidas por sus respectivos jefes de gobierno antes de partir. Como si fueran soldados que van a librar una guerra en pos de la nación, han posado con ellos y les han hecho un discurso recordándoles la importancia de una victoria en estos tiempos de crisis, a sabiendas que no arreglará nada.

Pan y circo

El poder necesita de apoyo popular. Ningún régimen se mantiene sin que una gran parte de la población esté a su lado. Se puede hacer de dos maneras. O bien convenciendo a la gente de los beneficios de esa manera de gobernar, o bien distrayendo la atención. Y teniendo en cuenta que la gran mayoría de las políticas que se han realizado a lo largo de la historia han dado pocos beneficios al pueblo, sólo queda la opción de la distracción. En esto, los trucos preferidos siempre han sido el enemigo común, y el ‘panem et circenses’. La traducción de la España franquista, el comunismo y el fútbol.

Franco y el fútbol

A Franco no le gustaba el fútbol. Pocas veces fue al estadio en partidos que no fueran finales de Copa, torneo jugado en su honor. Incluso las finales muchas veces se jugaban en la cuidad donde tenía pensado estar el Caudillo en esas fechas, cuando no estaba en Madrid. Pero lo que sí sabía es que el fútbol tenía un poder de atracción que no tenía ningún otro espectáculo; ni los toros, ni por supuesto sus apariciones en la Plaza de Oriente. Y lo utilizó.


Se puede decir que el Régimen se valió mucho más de los méritos del Madrid que al revés, en contra de lo que mucha gente piensa. De hecho, el equipo blanco, llamado Madrid F.C. durante la República (al eliminar el título de Real), no ganó ninguna Liga desde que acabó la Guerra Civil en el 1939, hasta la temporada 53-54. Para ser uno de los equipos punteros de la  pre-guerra, 15 años son muchos.

El Real Madrid empezó a ganar gracias a la llegada de Alfredo Di Stéfano, justo un par de años antes de crearse la Copa De Europa. El equipo blanco ganó las cinco primeras ediciones, hecho que le dio reconocimiento mundial y el Régimen lo utilizó como estandarte de la ‘España victoriosa’, ya que era lo único reseñable en un país deprimido y encerrado en sí mismo. Al Real Madrid, todo hay que decirlo, no le molestó en absoluto. Su presidente, Santiago Bernabéu, había luchado en la guerra en el bando nacional.

Otro ejemplo más de cómo el fútbol fue utilizado por el régimen se dio en la Eurocopa del 64, que organizó España. La final se jugó contra la URSS y Franco a punto estuvo de no permitir jugar el partido, como no había permitido la participación de la selección en la Eurocopa anterior por tener que jugar una eliminatoria en suelo ruso. En este caso se arriesgó y le salió bien. La selección española, representando a un régimen cercano al fascismo, ganó a la Unión Soviética por 2-1. Franco había derrotado al enemigo por antonomasia gracias al fútbol.

La Alemania Nazi

Hitler también quiso utilizar el fútbol, y el deporte en general para provecho propio. En este caso ensalzar la superioridad de la raza aria era su objetivo principal. Para ello, organizó los Juegos Olímpicos de 1936 en Berlín. Debido a que su obsesión era objetivamente imposible de cumplir, fracasó. Lo más recordado de aquellos juegos fueron las 4 medallas de oro de Jesse Owens, que de rubio no tenía nada. Hitler fue humillado por un atleta negro nieto de un esclavo.


Pero en el fútbol sí intentó hacerlo mejor. Cuando Austria fue incorporada a Alemania, Hitler quiso que la selección austriaca, famosa por ser una de las más fuertes del mundo se uniera a la desastrosa selección germana que preparaba el mundial de Francia de 1938. Un Anschluss[1] futbolístico.

El 3 de abril de ese mismo año, para dar la bienvenida a los jugadores austríacos a la selección, se organizó un partido entre ambos equipos en el Prater de Viena. Con todos los altos cargos del régimen nazi en el palco y con Hitler a la cabeza, se disputó un encuentro de fútbol amistoso, con unas indicaciones más o menos claras para que el equipo austríaco se dejara ganar.

Pero la derrota no entraba en la cabeza de los jugadores austriacos y mucho menos de su mejor jugador, y héroe nacional, Matthias Sindelar. Con una destreza para jugar que no se había visto hasta la fecha, el llamado Mozart del fútbol, bailó al equipo alemán durante todo el partido, fallando luego los disparos a posta para humillar más al rival. En los últimos momentos del partido Sindelar quiso marcar un gol para celebrarlo con un baile delante del palco donde estaba sentado el mismísimo Adolf Hitler. Austria ganó 2-0 haciendo caso omiso a las indicaciones alemanas.

Sindelar era judío, nunca lo había escondido y desde ese momento fue objetivo claro para el régimen nazi. No quiso abandonar Austria y tampoco jugar nunca bajo bandera alemana. No disputó el Mundial de Francia fingiendo una lesión como varios de sus compañeros. Alemania no pasó de la primera fase, en su peor clasificación histórica en un campeonato.

Matthias Sindelar fue encontrado muerto en su apartamento acompañado de su novia italiana el 23 de enero de 1939. Según la versión oficial, la causa de la muerte fue la inhalación de monóxido de carbono por accidente. Según otras versiones, pudo ser un suicidio o un asesinato. Fue despedido en un multitudinario funeral por todo el pueblo vienés y es considerado el mejor deportista austríaco del siglo XX.


La crisis griega y el odio a Alemania

Imagen del partido Grecia-Alemania en la Eurocopa 2012.

Los griegos son más pobres que los alemanes. Los griegos están siendo sometidos a un férreo control económico por parte del país más poderoso de Europa. Los griegos se sienten como el país preferido para probar la validez de las políticas de extrema austeridad. Ser los conejillos de indias de Europa les humilla. Y encima no pueden defenderse, la fuerza militar no es su fuerte, valga la redundancia. Pero hay una cosa en la que sí se pueden enfrentar de tú a tú a Alemania, e incluso ganarles. El deporte. Y quizá el deporte con más capacidad de sorpresa,  en el que más veces el pez grande se come al chico es el fútbol.

Por eso el pueblo griego, y no solamente ellos, puso su esperanza en esos 11 hombres que dan patadas a un balón vistiendo la camiseta nacional. La riqueza, menos mal, no gana partidos y había que aprovecharlo. El 22 de junio de 2012 les tocó enfrentarse a Alemania en cuartos de final de la Eurocopa. En Atenas y en todo el país heleno se vivió más como una revancha que como un partido de fútbol. Tenían pocas opciones de ganar, pero las tenían. Y de hecho pusieron en apuros durante tres cuartas partes del partido a la potentísima selección alemana. Al final perdieron sí, pero dejaron el orgullo nacional muy alto, cosa que nunca podrán decir los políticos griegos. Personas que, a ojos de su gente, han rendido el país sin luchar, precisamente frente a la potente economía alemana. El resultado ha sido el mismo, las formas no.

Estos tres ejemplos, y muchos más que han ocurrido a lo largo de la historia hacen reflexionar sobre la importancia de las emociones (fútbol) por encima incluso de las acciones (política). Es por eso que muchas veces  a los propios políticos les interesa mucho más emocionar a la gente prometiendo  acciones, que luego ponerlas en práctica de verdad.

Lo que vende son los sueños. Y en esto el deporte no tiene rival. De ahí viene toda su fuerza.


[1] Unión política entre Alemania y Austria ocurrida en 1938 debida a los anhelos expansionistas de Hitler

Ésta es una explicación-opinión sin ánimo de lucro

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Luis Torroba

Madrid, España. Soy licenciado en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos I y tengo un Postgrado de locución en Radio y TV por la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona. Me gusta todo tipo de periodismo, esencial para democratizar la sociedad en la que vivimos, pero sobre todo me apasionan los grandes reportajes, los que consiguen unir la literatura con la realidad. También soy un 'loco' del fútbol. Email: luismadrid1985@hotmail.com Twitter: @luismadrid1985


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