29/03/2024 MÉXICO

Facundo Cabral: un canto a la paz y a la vida

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Los tiros de unos sicarios acabaron con su vida. Facundo Cabral, el trovador que incomodó a los regímenes latinoamericanos desde los 70, murió víctima de la violencia generada por el narcotráfico en Guatemala.



Llorar por la muerte es faltarle el respeto a la vida”. Lo dijo una vez Rodolfo Enrique Cabral, más conocido como Facundo Cabral (La Plata, Argentina, 22 de mayo de 1937 – Ciudad de Guatemala, 9 de julio de 2011.

 Para quienes no le conocieran, este señor fue un cantautor argentino, muy popular y admirado en toda la geografía de América Latina, desde la Patagonia hasta la California. A mediados de los años 70 sus canciones de trovador, a medio camino entre la denuncia social y la poesía mezcladas con anécdotas personales y reflexiones espirituales, cautivaron a toda una generación de jóvenes latinoamericanos a quienes el mensaje de libertad y esperanza caló hondo en sus corazones.

 Hay que recordar que por aquel entonces eran muy pocos los países en la región que no se vieran asediados por los múltiples regímenes despóticos y sanguinarios que construyeron las Dictaduras Militares, especialmente durante las décadas de los años 60 a los 80. Estos regímenes coartaron los derechos y libertades de toda una generación que quedó marcada para siempre. El propio Cabral debió exiliarse en México durante el régimen que asoló a Argentina entre 1976 y 1983.

 El cantante decía “amar mucho la vida porque le costó gozarla”. Pasó muchas penurias durante su infancia, y vida adulta. El abandono temprano de su padre y la pobreza, marcaron su infancia y temprana emancipación. Posteriormente, la pérdida de su mujer e hija en un accidente aéreo le golpeó de nuevo. Desde tiempos más recientes, Cabral padecía un cáncer avanzado y estaba casi ciego. Y sin embargo, se empeñaba en tratar de ser feliz y transmitir su mensaje a la gente.

 El mensaje de Paz de Facundo Cabral, propagado a través de canciones popularizadas como No soy de aquí no soy de allá, hizo que fuera nombrado “mensajero mundial de la paz” por las Naciones Unidas.

El asesinato de Cabral y su impacto en la opinión pública

Facundo Cabral fue brutalmente asesinado el pasado 9 de julio de 2011 en Guatemala a manos de pistoleros que asaltaron el automóvil en el que viajaba. Se dirigía al Aeropuerto Internacional tras finalizar el último de los conciertos que durante una semana había celebrado en el país maya. En el ataque recibió varios impactos de bala y murió en el lugar del atentado, el mismo día en que Argentina celebraba el aniversario de su independencia. Las investigaciones policiales parecen indicar que el verdadero objetivo de los pistoleros no era él sino el empresario nicaragüense Henry Fariñas, que había contratado a Cabral y viajaba con él en el coche. Fariñas resultó herido de bala en el ataque pero sobrevivió.


La muerte de Cabral ha concentrado de nuevo la atención mediática en Guatemala. Desde la capital, el Gobierno ha anunciado recientemente la detención de los autores materiales del atentado. Sin embargo Cabral es una víctima reconocida de un fenómeno que se ha cebado con la vida de muchas más personas. Guatemala se ve asediada desde hace tiempo por los grupos armados y muy especialmente el narcotráfico. El Gobierno de Álvaro Colom no da abasto con los  problemas políticos y económicos que asedian el país, y además debe luchar contra un crimen organizado que amenaza con colpasar las Instituciones. En este marco, Naciones Unidas ha colaborado en la organización de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), con el objetivo de combatir la Impunidad, la mora judicial, y muy especialmente los problemas de narcotráfico y corrupción.

Centenares de personas asistieron hace una semana al velatorio de Facundo Cabral en Buenos Aires. La triste despedida al autor tuvo lugar en el Teatro ND Ateneo, donde actuó tantas veces y la última que lo hizo en Buenos Aires. Sin embargo su mensaje de Paz y esperanza no quedará en el olvido, recogido en este fragmento de un monólogo que el cantante pronunció durante un concierto multitudinario.

 “Cada mañana es una buena noticia, cada niño que nace es una buena noticia, cada hombre justo es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor, es un soldado menos… Cuando me marché de mi casa, niño aún, tenía siete años. Mi madre me acompañó a la estación, y cuando subí al tren me dijo: este es el segundo y último regalo que puedo hacerte, el primero fue darte la vida, y el segundo, la libertad para vivirla”.

Esta es una explicación sin ánimo de lucro.

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Lluis Ruiz-Gimenez

Soy de Banyoles, Girona. Licenciado en Ciencias Políticas y Máster (del Universo) en Relaciones Internacionales. Actualmente vivo en Panamá y trabajo como Consultor de Gobernabilidad local y transparencia en el PNUD de Naciones Unidas. Para bien o para mal, la política mueve el mundo, pero también la gente. Interesarnos por lo que ocurre más allá de nuestras fronteras nos ayudará a ser mejores personas. Email: lluisruizgi@gmail.com


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