28/03/2024 MÉXICO

Poca broma con la crisis del pepino

Crisis del pepino en Europa
La crisis del pepino comenzó hace poco más de una semana cuando la Ministra de Sanidad de Hamburgo atribuyó el origen del brote de la bacteria E. coli que ha dejado hasta el momento 22 muertes y más de 1500 enfermos a las hortalizas españolas y holandesas. Sin embargo, los últimos resultados de las pruebas en muestras de pepinos han mostrado que la verdura española no es responsable del brote.

¿Cómo empezó la crisis del pepino?


La llamada crisis del pepino comenzó hace poco más de una semana cuando la Senadora (Ministra) de Sanidad de Hamburgo, CorneliaPrüfer-Storks, atribuyó el origen del brote de la bacteria E. coli que ha dejado un saldo de 22 muertes y 2200 infectados en Alemania y otros Estados miembros, a las hortalizas españolas y holandesas. Sin embargo, los últimos resultados de las pruebas en muestras de pepinos, llevados a cabo por las autoridades competentes tanto en Alemania como en España, han mostrado que la verdura española no es responsable del brote.

La llaman la “crisis del pepino” por los efectos nocivos que ha tenido en el sector español exportador de frutas y hortalizas, el mayor del mundo. Sin embargo, a día de hoy no tiene sentido identificar la bacteria encontrada en los pacientes enfermos del E.coli, con los pepinos españoles, ya que se ha demostrado que no se trata de la misma variante de la bacteria, y por tanto la infección no viene de origen.

De hecho, según declaraciones de Flemming Scheutz, director del centro de investigación bacteriana de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la bacteria E. coli encontrada en los pepinos españoles son prácticamente inocuas.

Una crisis a tres niveles

La crisis del pepino es una crisis a tres niveles porque afecta a nivel sanitario, a nivel político y a nivel económico.

Una crisis sanitaria europea

A día de hoy son ya 22 las muertes y miles los enfermos contagiados por la variante de la bacteria E. coli que está afectando principalmente a Hamburgo (Alemania). Según indica el gráfico de contaminación publicado por El País, Alemania es el principal foco de infección y se teme que el resto de infectados en otros países (Suecia, Dinamarca, Reino Unido, Francia y España), contrajesen la enfermad al pasar por el país germánico. Los sistemas de seguridad y control alimentario alemanes, españoles y europeos se pusieron a trabajar de forma inmediata tras darse a conocer que el origen del brote podía ser España. Durante esta semana las autoridades alemanas han investigado varias pistas. Primero las relacionadas con el restaurante de Lübeck, al noreste de Hamburgo, dónde al menos 17 de las personas infectadas habían regentado. Más tarde comunicaron que uno de los proveedores de comida de este restaurante (y otros dónde también se habían localizado focos de personas infectadas), era una explotación de brotes de soja de la región llamada: Der Gärtnerhof. Las autoridades agrícolas de Hamburgo, las cuales afirmaron estar casi seguras de que esta granja podía ser el origen de las infecciones, cerraron de inmediato la explotación y retiraron toda su producción del mercado. Sin embargo a día de hoy y aunque aún no han concluido las investigaciones, los laboratorios han comunicado que de momento no hay rastro de la bacteria. El problema principal de esta infección es que la cepa que está provocando un mayor número de muertos, la “0104”, no es apenas conocida en Europa y presenta características que han desconcertado a las autoridades sanitarias en los últimos días. La bacteria E. coli afecta normalmente a niños menores de 5 años, sin embargo inicialmente la mayoría de enfermos y muertos han sido adultos y sobre todo mujeres, a pesar de que en los últimos dos días el número de niños afectados ya ha aumentado a un tercio del total. Las medidas inmediatas tomadas por Alemania han sido las efectuadas por el Instituto de Higiene de Münster que está comprobando la eficacia de un test de detección rápida de la E. coli y las del Instituto de Medicina de Hannover que sigue probando en pacientes una terapia con anticuerpos, con unos resultados iniciales positivos en los pacientes menos afectados.

Sin embargo, la gravedad de esta crisis sanitaria ha recaído en las dificultades de las autoridades alemanas y europeas para localizar el origen de esta infección. Ello ha impedido atajar la fuente de infección de forma rápida (y que podría estar todavía activa) lo que significa que existen probabilidades de que el brote de contagio siga extendiéndose. Los investigadores añaden que creen ya es demasiado tarde para localizar el origen de la infección.

Mientras, las autoridades sanitarias alemanas sometidas a una grave presión, se contradicen y lanzan alarmas equívocas que a día de hoy ya han costado grandes pérdidas económicas para diferentes sectores, no sólo españoles sino ahora también alemanes. Lo que es seguro es que en Hamburgo es imposible hoy por hoy encontrar verdura fresca ni en los supermercados ni en los restaurantes.

Una crisis política europea

Las repuestas europeas ante la crisis sanitaria de la E. coli no han sido para algunos de los actores implicados (autoridades españolas y agricultores andaluces) ni eficientes ni responsables. No han sido eficientes porque se tomaron fuertes medidas respecto al posible origen de la bacteria en los pepinos españoles antes de tener resultados veraces, en vez de centrarse en desarrollar una investigación exhaustiva también en el destino de éstos. Y tardaron cinco días antes de rectificar y desmentir que a hortaliza española fuera la culpable de este brote. No han sido responsables porque han demostrado una falta de diplomacia a la hora de tratar la información y una falta de cooperación comunitaria a la hora de tomar medidas conjuntas entre todos los países de la UE, lo que se ha traducido en confusión e incertidumbre entre los consumidores europeos, y pérdidas millonarias a los agricultores españoles.


Una crisis económica española

Lanzando la alarma de que la bacteria podía proceder de pepinos españoles, Alemania ha generado una fuerte desconfianza hacia el mercado hortofrutícola español, cuyas consecuencias no han tardado en hacerse notar. De hecho, a pesar de que los sistemas de seguridad y control alimentario españoles se pusieron a trabajar inmediatamente en cooperación con Alemania, las grandes anomalías en los mercados desde el viernes pasado, han producido una fuerte retracción en la compra de frutas y verduras españolas. Según anunciaba ayer el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, se estima que sólo en una semana este sector ha perdido dos millones de euros y puesto en peligro miles de puestos de trabajo.

Los daños colaterales de esta declaración no sólo son de carácter inmediato por las pérdidas que haya podido ocasionar, sino que además ha provocado una falta de confianza en Europa hacía los productos españoles, que ahora tardará en recuperarse.

¿Qué ha sido de la cooperación comunitaria?

La Unión Europea ha tenido que enfrentarse de nuevo a un fuerte contratiempo, una sanitaria de graves dimensiones que ha acabado con la vida de 18 personas e infectado a miles. Lo que se esperaba, o teóricamente debía haberse esperado, es una cooperación inteligente, inmediata y eficaz entre los países afectados por el brote (ya sea en el origen o el destino). Una actuación responsable y profesional tanto de la Comisión Europea como de las autoridades de los países de la unión. Y sin embargo ¿qué es lo que ha ocurrido? Alemania ha extendido una alarma sobre un hecho no confirmado que ha provocado una histeria inmediata en todos los países de la UE y de Rusia, un veto innecesario de la Comisión Europea hacía los pepinos andaluces, y en consecuencia, miles de pérdidas para mercado hortofrutícola español.

Tanto Alemania al extender una alarma sin tener certeza de su veracidad, como la Comisión Europea al no realizar una investigación exhaustiva antes de levantar cualquier veto, han demostrado una falta de responsabilidadvergonzosa.

Por su parte, países de la UE como Austria, Dinamarca, Holanda, Reino Unido, Francia o Rusiavetaron de forma inmediata entrada de productos españoles, y han pedido sellos de garantía (que implican más costes los productores) a pesar de la incerteza de la noticia, han demostrado lopoco que les importa respetar las normasdel Mercado único Europeo.¿Dónde queda la tan promocionada cooperación comunitaria cuándo de verdad se necesita?

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro


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Almudena Díaz

Licenciada en Ciencias Políticas por la Universitat Autonoma de Barcelona y Université de Paris-Sorbonne y post-graduada en Relaciones Internacionales con especialidad en Paz y Seguridad en el Institut de Barcelona d’Estudis Internacionals (IBEI). Trabajó como Asistente de Investigación en una ONG local en los Territorios Ocupados de Palestina. Más tarde, se movió a Centro América, dónde estuvo en contacto con Zapatistas, indígenas, ex guerrilleros y cooperativas de mujeres con el fin de recoger información para un documental. Ha trabajado como agente de desarrollo local para la Diputación de Barcelona, y como Asistente de proyectos y de Comunicación para ONU Mujeres Panamá. Actualmente trabaja como Técnica de Responsabilidad Social en Barcelona. Además, ha realizado consultorías para organizaciones y entes gubernamentales. AlmudenaDíazPagés es.linkedin.com/in/almudenadiazpages/


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