28/03/2024 MÉXICO

Bélgica: récord mundial de un país sin gobierno

Imagen del ángel y la bandera belga en la plaza de los mártires en Bruselas. [Photo: historic.brussels Flickr account]
El pasado 17 de febrero miles de jóvenes belgas realizaron la llamada “Revolución de las patatas fritas”, una acción de protesta en contra de su "no gobierno". Y es que Bélgica se ha convertido, por delante de Irak, en el país que lleva más tiempo sin gobierno nacional de todo el mundo.

La revolución de las patatas fritas


En los últimos días, se han producido manifestaciones en Bélgica en las que los ciudadanos belgas han demostrado su desacuerdo con una clase política incapaz de conseguir un pacto para la formación de un nuevo gobierno. La última manifestación, conocida como la “Revolución de las patatas fritas”, fue llevada a cabo por los estudiantes. Pedían poner fin al desgobierno de su país. Y es que la capital administrativa de la Unión Europea carece de gobierno federal desde hace más de 260 días. Este hecho lo convierte en el país que lleva más tiempo ingobernado en todo el mundo. Concretamente, desde las últimas elecciones en junio del 2010 que tuvieron que anticiparse.

Los inicios de la última crisis belga: el distrito BHV

Bélgica está dividida en tres lenguas: el neerlandés, que es hablado aproximadamente por un 60% de la población, principalmente, en la región de Flandes,  el francés, con un 40% de francófonos en la región de Valonia y, el alemán, hablado por un 1% de la población.

El conflicto tiene su origen en la propia fundación del estado belga. De esta manera, hay quien afirma que hay estados que nacen con un pecado original. El de Bélgica, probablemente, es el del monolingüismo”. Tradicionalmente, la clase gobernante belga hablaba francés y trataba de forma altiva a los flamencos, de habla neerlandesa. Los flamencos conforman el sector más fuerte de la población, demográfica y económicamente hablando, y sus derechos mejoraron con el federalismo. De esta manera, se desarrolló una confrontación entre los diferentes grupos lingüísticos.

Con el paso del tiempo, los flamencos construyeron su propio territorio monolingüe en el interior del cual se encuentra la circunscripción de Bruselas-Halle-Vilvoorde (BHV). Este distrito constituye un caso excepcional en la división por circunscripciones belga ya que es el único situado entre dos regiones lingüísticas bien diferenciadas. La circunscripción está formada por Bruselas y unos 20 municipios situados a su alrededor.

La población francófona de la periferia de Bruselas se aferra a su lengua y a las concesiones históricas para organizar su vida en francés. Pero, la convivencia entre ambos grupos se ha tensado hasta el punto que algunas poblaciones de la periferia de la capital han impuesto restricciones al acceso a las viviendas sociales o a la compra de terrenos edificables si no se acredita el conocimiento del neerlandés o unos años de residencia en el municipio.

De esta manera, este distrito electoral se ha convertido en el símbolo principal de la incapacidad para llegar a unacuerdo entre los diferentes partidos. Los flamencos buscaban dividirlo, de tal manera que quedasen los municipios bilingües de la región Bruselas-Capital en esta demarcación y separar las poblaciones de Halle y Vilvoorde, que son de mayoría flamenca.


La economía, siempre detrás del desencuentro

La economía de cada una de las tres regiones belgas es muy diferente. La mayoría de los partidos flamencos exige, de manera distinta y variable, que Flandes disponga de amplios poderes en materia de atención médica, subsidios familiares, seguro de desempleo, impuestos a las empresas y a los particulares, infraestructura ferroviaria, etc. Es decir, una serie de materias que condicionan la prosperidad flamenca. Y proponen como alternativa, o como etapa transitoria, que las entidades federadas participen en las decisiones federales en los terrenos en los que no obtengan la autonomía esperada. Estas exigencias preocupan los partidos francófonos que lo interpretan como un corte de los flujos financieros de solidaridad norte-sur que afectarían la seguridad social, la financiación de la infraestructura ferroviaria, la fiscalidad de las empresas, etc. Es decir demandas que se corresponden con las necesidades y medios que tiene Flandes pero no se corresponden con las de las regiones menos prósperas de Valonia y Bruselas.

Esta división aportaría más ventajas electorales a la comunidad flamenca. Pero los valones, se muestran contrarios a esta división y, por el momento, lo han impedido pidiendo la continuación de las negociaciones y reclamando que los habitantes de lengua francesa de los distritos flamencos tengan un derecho especial para presentar a sus candidatos y para votar por ellos.

Ante el hecho de no alcanzar un acuerdo, el partido flamenco liberal, OpenVLD, se retiró de la coalición gubernamental formada por grupos lingüísticos. Convirtiéndose, de esta manera, en los inicios de esta última crisis belga y provocando que se convocaran elecciones de manera anticipada.

En junio de 2010, se celebraron las últimas elecciones generales de Bélgica. Los dos partidos más votados fueron los nacionalistas flamencos y los socialistas francófonos. Además, supusieron el descenso electoral de los liberales flamencos.

Los efectos de la falta de un gobierno federal

Tal y como se menciona al principio del artículo, la falta de un gobierno federal ha causado el descontento ciudadano y protestas ante una clase política que no sabe escuchar las demandas de sus votantes. Los mediadores no consiguen alcanzar el objetivo de conseguir consenso para la formación de un gobierno. Esto se debe a que las negociaciones con los diferentes partidos políticos se ven frustradas ya que ningún grupo político quiere ceder a sus pretensiones.


Parte de las negociaciones que se han llevado a cabo buscan un acuerdo que permita la cesión de nuevas competencias a las regiones, incluyendo transferencias financieras. Realizar estas transferencias es difícil ya que el norte flamenco presenta mayor dinamismo económico gracias al desarrollo de nuevas industrias, mientras que el sur, todavía trata de adaptarse al desmantelamiento de la industria pesada.

La división de los partidos políticos, factor de inestabilidad

Un importante factor de inestabilidad en Bélgica es la división, iniciada en la década de 1970, de casi todos los partidos políticos en dos formaciones autónomas, una flamenca y otra francófona, modelo que posteriormente han adoptar los ecologistas, creando dos partidos separados. Esto supone que los partidos sólo rinden cuentas a una mitad del electorado y, cada vez más, recogen prioritariamente las preocupaciones flamencas o francófonas. Además, las relaciones son más fluidas entre partidos flamencos o francófonos entre sí, que entre partidos con afinidad ideológica, por encima de la dualidad lingüística del país, porque día a día forjan juntos una política flamenca, valona o francófona en el seno de la entidad federada correspondiente.

Además de la crisis política, Bélgica se enfrenta a la crisis económica que se encuentra agravada por su situación interna. Así, finalizó el año 2009 con una deuda del 96,7%, que ha seguido creciendo estimulada por un déficit público del 6%. Además, el Gobierno en funciones no puede legislar ni adoptar medidas socioeconómicas. Tampoco puede iniciar planes para reabsorber el déficit de 25.000 millones de euros de aquí a 2015.

Si los políticos belgas continúan sin llegar a un acuerdo, se podría instaurar un Gobierno con poderes especiales y funciones limitadas que tuviese apoyo parlamentario externo para responder a los problemas y retos más urgentes o podría haber una nueva convocatoria de elecciones. Pero, si no se produce un cambio en la mentalidad de los políticos belgas, la solución no pasa por unas nuevas elecciones. Mientras, Bélgica, día a día, continúa batiendo un récord de país sin gobierno.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro

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Laura Sánchez Fernández

I hold a degree in Political Science and I studied a master in European Integration. Particularly, I had interest for the area of study of the international security. Even my Master's dissertation was about WMD. Later on, I had the chance to made an internship in the framework of the Leonardo's grants in Belfast. After few specialization courses, I’ve decided to study again and I just finished a master in Corporate Communication, Protocol and Events. But, during all these years I was not only studying. In fact, I am working since I was 19 years old in many different fields. Specially, events management, culture and business promotion. Interested in International Relations, European Policy, Foreign Affairs and Security, Diplomacy, Protocol, Communication, Business, International Trade and International Economy.


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